Se cumplen 27 años del récord de minutos de Dale Ellis

Tal día como hoy de hace 27 años, el 9 de noviembre de 1989, los Milwaukee Bucks se enfrentaron a los Seattle SuperSonics de Dale Ellis, sin saber que se convertiría en uno de los partidos más largos de la historia. Técnicamente, este encuentro del que hablamos no es el más largo de la historia de la NBA. Tanto en éste como en otro disputado en 1949 entre los Syracuse Nationals y los Anderson Packers se disputaron cinco prórrogas, y ambos son superados por la madre de todas las batallas de proporciones bíblicas, el único partido con seis prórrogas, disputado en 1951 entre Indianapolis Olympians y Rochester Royals. Sin embargo, el Bucks-Sonics al que nos referimos impacta más, ya que es el único con cinco tiempos extra disputado en el baloncesto moderno. El precedente más cercano lo disfrutamos el año pasado, cuando los Chicago Bulls y los Detroit Pistons jugaron cuatro prórrogas y se combinaron para 291 puntos (Pistons 147-144 Bulls).

Este partido fue especial por más cosas. Ese día se batió un récord que, hoy en día, se antoja difícil de superar. Ese no es otro que el de más minutos jugados en un partido, con 69, marca registrada por la leyenda de los Sonics Dale Ellis. Su compañero de equipo Xavier McDaniels se quedó en 68 ese mismo partido, y el siguiente en la lista es Sleepy Floyd, con 64. En el baloncesto actual, las rotaciones más amplias complicarían este récord. En el partido del año pasado entre Bulls y Pistons, Marcus Morris disputó 57 minutos de los 68 posibles, lo que significa el 83,8% el total. Los 69/73 de Dale Ellis son el 94,5%. Aproximadamente, y con un baremo de minutos parecido al de Morris el año pasado, para que un jugador jugara 70 minutos y batiera el récord, tendría que haber un partido de 83 minutos, es decir, siete prórrogas, y que algún jugador aguantara la extenuación física que eso supone, por lo que parece altamente improbable que suceda, aunque en la mejor liga del mundo siempre hay sorpresas.

Esa noche, el bueno de Dale Ellis, además del récord de minutos en un partido, también registró su mejor partido en anotación con 53 puntos, 20 de ellos a lo largo de las cinco prórrogas, aunque finalmente eso no sirvió para que los SuperSonics ganaran a unos Bucks liderados por Ricky Pierce (Seattle SuperSonics 154-155 Milwaukee Bucks). Seattle SuperSonics perdía de 9 en la última prolongación, pero con un parcial de 8-0 al final del encuentro, estuvieron a punto de alargar aún más el espectáculo y convertirlo en el partido más largo de la historia.