Demasiado Grizzlies para tan pocos Mavericks

Los Dallas Mavericks regresaban al AAC en uno de los peores momentos en sus últimos años. Récord muy negativo y con hasta cuatro bajas relevantes: Deron Williams, J.J. Barea, Devin Harris y Dirk Nowitzki. Tal es la situación que los texanos se han visto obligados a cortar a Quincy Acy con tal de hacer hueco a un base (Jonathan Gibson). Por otro lado, los Grizzlies viajaban a Dallas con la moral por las nubes tras la victoria ante los Clippers.

El partido tenía un aliciente inicial: el regreso de Chandler Parsons a Dallas como jugador grizzlie. El «enfrentamiento» Barnes vs Parsons (entre comillas porque el alero de Florida sigue con restricción de minutos) servía para ofrecer un algo más a una afición local un tanto agobiada con las derrotas.

Ambos equipos no debieron de comenzar con las zapatillas de anotar puestas, ya que los primeros minutos de este partido fueron un continuo de lanzamientos fallados. El debut de Jonathan Gibson y la ovación que recibió Vince Carter (jugador más veterano de la liga y ex-mavericks) fueron lo más destacado de un primer cuarto que, después de un 10-10 a menos de 3 minutos para el final del periodo, terminó con empate a 19 tras un gran triple de Mike Conley.

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— Dallas Mavericks (@dallasmavs) 19 de noviembre de 2016

En los primeros instantes del segundo cuarto fue cuando Chandler Parsons volvió a pisar la que había sido su casa; pero esta vez con una camiseta diferente. Los Mavericks estuvieron más de 7 minutos sin anotar y Marc Gasol, muy superior a cualquier defensor, lo aprovechaba para dañar a sus contrincantes aunque sin conseguir despegarse del electrónico, siendo esto el mayor síntoma de qué clase de partido se estaba disputando. Los Grizzlies se iban a los vestuarios con ventaja, ganando por 36 a 29.

El conjunto visitante abrió brecha tras salir del descanso mientras que los Mavericks delegaron todas las responsabilidades a un Harrison Harrison Barnes poco acertado. Los Grizzlies, sin complicarse y por demérito de los Mavs, construían la victoria minuto a minuto, punto a punto. El conjunto de Carlisle luchaba, defendía y competía. Pero las importantes bajas locales se notaban. Al final del tercer cuarto, los Memphis Grizzlies ganaban de 15 y, sobre todo, con la sensación de que el triunfo viajaría a Tennessee.

Llegaban los últimos 12 minutos del partido y Harrison Barnes realizaba su mejor cuarto, pero el joven alero estaba muy solo en ataque y los Grizzlies, muy duros en defensa y dosificándose en ataque, ampliaban la diferencia superando os 20 puntos de margen a mitad del periodo. Ambos entrenadores dieron descanso a sus titulares (en el caso de Carlisle a los pocos que estaban activos) e, inmersos en los minutos de la basura, los texanos no pudieron ni maquillar un resultado que reflejaba la realidad que están viviendo los Mavericks.

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— Memphis Grizzlies (@memgrizz) 19 de noviembre de 2016

Parsons regresa a Dallas con buenas sensaciones

La temporada de Chandler Parsons lejos de Texas no había comenzando con el pie derecho. Lesiones que venía arrastrando le ha hecho jugar pocos minutos en estos primeros meses. Ante los Mavs eso no fue una excepción, solo jugó 23 minutos y no iba a superar los 25 fuera como fuera el partido; pero sí que fue una excepción su nivel de juego. Muy acertado en el lanzamiento (57% TC y 60% p3), el alero disputó su mejor encuentro como grizzlie con 12 puntos, 2 rebotes y un +/- de +12. Buenas sensaciones, victoria y «pequeña venganza»; ¿qué más puede pedir?

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— Memphis Grizzlies (@memgrizz) 19 de noviembre de 2016