Los Mavericks compiten pero vuelven a perder ante los Spurs

Dallas Mavericks 91 - 96 San Antonio Spurs

Nil Alemany (SB)
Ni Barnes ni Curry evitaron la victoria de los Spurs ante los Mavericks/Nil Alemany (SB)

Jugamos como nunca, perdimos como siempre… Esta frase típica del refranero español es totalmente aplicable al partido de los Dallas Mavericks ante los San Antonio Spurs. El derbi texano comenzaba no solo con las bajas habituales de los Mavs, sino también con la de Andrew Bogut y, por parte de los visitantes, Popovich daba descanso al base francés Tony Parker y al ala-pívot Lamarcus Aldridge.

El partido comenzó, sorprendentemente, con unos Mavericks muy bien puestos en la pista y jugando de tú a tú ante los Spurs. El inicio de los visitantes fue, como poco, prometedor. Un gran acierto desde la línea de tres puntos y un parcial inicial favorable de 12 a 6. Los locales se encomendaban a su gran estrella, Kawhi Leonard, para reducir la desventaja. Pero Harrison Barnes y Seth Curry se combinaron para meter 18 puntos en el primer cuarto y, gracias a ello, el equipo de Carlisle conseguiría una ventaja de cuatro puntos al final de los primeros 12 minutos de juego.

En el segundo cuarto se mantuvo la tónica habitual. Se jugaba al ritmo de juego que llevan desarrollando los Mavs, más por circunstancias que por otra cosa, toda la temporada; ataques largos, mucha defensa y poca anotación. Así, el conjunto de Mark Cuban consigue ser competitivo en cada partido, pero los Spurs, pese a no realizar un gran partido, no sentían un agobio conscientes que ese ritmo también les beneficiaba. La igualdad de la pista se veía reflejada en el marcador y los visitantes se iban al vestuario con un solo punto de ventaja (49-48). ¿Sería el final de una racha de 5 derrotas consecutivas?

La tónica de la temporada marcaba que, tras la salida de los vestuarios, los Spurs pisaban el acelerador y los Mavericks acostumbraban a decaer. Pero esta vez no fue el caso, los Mavs y los Spurs siguieron jugando de tú a tú e incapaces de soltarse el uno del otro. Por parte de los locales, eran Pau Gasol (aprovechándose, como cada equipo, de la débil defensa interior rival), David Lee y Patty Mills los jugadores que tiraban del carro mientras que, por parte de los visitantes, Barnes y un extrañamente acertado Wesley Matthews conseguían algo que muy pocos esperaban al principio del encuentro: ver a los Mavericks competir ante todo unos Spurs.

Con el empate a 73 comenzaba el último y definitivo cuarto. Fue en este momento en el que los Spurs intentaron por todos los modos imponerse ante sus contrincantes e, incluso, consiguieron una mínima ventaja que entre Carlisle en los banquillos y Curry en el parqué se encargaron de borrar. Pasaban los minutos y todo esta por decidir hasta que llegó la jugada clave del encuentro. Con un resultado de 90-88 para los Spurs y pelota para los Mavs, una gran defensa de Leonard sobre Barnes provocó una pérdida de balón y dos puntos fácil para el alero. Poniendo cuatro puntos de diferencia que, finalmente, fueron claves. Seth Curry tuvo en sus manos un triple que podía empatar la contienda; pero se topó con el aro y el rebote fue a caer a las manos de Danny Green. Cerrando el partido con dos tiros libres y poniendo el marcador final de 96 a 91.

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Los Spurs se consolidan como el tercer equipo del Oeste mientras que los Mavericks se hunden más y más en el pozo, siendo, con una diferencia considerable, el peor equipo de toda la NBA.