¿Han comenzado los Boston Celtics peor que el año pasado?

¿Cuál de los dos equipos comenzó mejor?

Isaiah Thomas, sobre el logo de los Boston Celtics (Foto: SomosBasket)
Isaiah Thomas jugando como local para los Boston Celtics (Foto: SomosBasket)

Mucho eco se ha hecho acerca del inicio de temporada que han tenido los Boston Celtics. Las expectativas puestas en el equipo verde eran muy altas tras hacerse (de una vez por todas) con un agente libre estelar como lo es Al Horford. Pero varios han sido los problemas iniciales que han dado por resultado un balance de 9 victorias y 7 derrotas. De esta manera, se plantea un interrogante tras los primeros 16 partidos:  ¿es este un mal inicio de temporada?  Ayudado de una breve comparativa con respecto a la campaña pasada, se intentará despejar esta duda.

Calendario 2015 contra 2016

Comenzando la campaña 2015/2016 los rivales enfrentados habiendo pasado los primeros 16 partidos (y en orden del 1 al 16) fueron los siguientes:

Sixers, Raptors, Spurs, Pacers, Wizards, Bucks, Pacers, Hawks, Thunder, Rockets, Mavericks, Nets(x2), Hawks, Sixers, Wizards

Durante ese lapso, se logró una racha negativa de 3 derrotas (juegos 2,3 y 4) y otra de 3 victorias seguidas (juegos 8,9,10). En ese periodo se lograron buenas victorias (frente a Hawks en casa, visitando a Thunder y Rockets en noches consecutivas) a la vez que se perdieron partidos a priori accesibles (Nets de visita)

Si hacemos foco en la presente temporada, también hemos tenido una racha de 3 derrotas (juegos 5,6 y 7) de la misma manera que otra de 3 victorias en fila (juegos 13, 14 y 15). Además, se perdieron partidos sencillos (Nuggets, Wizards y Pelicans) y hubo buenas y trabajadas victorias (Hornets y Pistons de visitantes)

Puntos claves del juego de los Boston Celtics

Hemos hablado largo y tendido sobre los problemas que tenemos con el rebote. El talón de Aquiles de esta temporada está siendo factor fundamental. Cuando en la temporada pasada, la diferencia rebotera entre los Celtics y sus rivales era mínima, este año se ha agrandado mucho la brecha. Comparativamente, en el inicio de la temporada pasada Boston tomaba 43,37 rebotes en promedio, mientras que en esta toma 42,8. El problema se acrecienta cuando se va a los tableros rivales. Allí, la campaña anterior los oponentes tomaban 44,75 rebotes mientras que en esta la cifra asciende a 46,6. Tomando estos números, mientras el año anterior la batalla rebotera estaba casi igualada (se perdía por 1,4 rebotes en promedio) en esta, la diferencia es de 3,8

En la distribución del balón ocurre algo llamativo. El ataque en la actual temporada luce por momentos monótono, y carente de penetraciones, dependiendo por momentos demasiado del tiro de 3. Pero en el reparto, los Celtics acumulan prácticamente la misma cantidad de asistencias que la campaña pasada. Un balance de 24,12 contra 24,3 de la actual.

Justamente con el tiro de tres puntos si hay una notoria diferencia. Se está tirando sustancialmente mejor. En otro momento se analizará que sea de nosotros el día que no entren. Pero por ahora y cotejando las estadísticas, el año pasado se promediaba 32,14 en tiros de tres, mientras que la campaña actual ese porcentaje escala hasta el 35,9.

Los problemas de lesiones

Este creo que es el punto más sensible. Repasando las alineaciones de la temporada pasada, se notaba que la búsqueda de Brad Stevens por afianzar una rotación era constante. Nadie tenía el puesto de titular garantizado. Y como es costumbre, nuestra maldita fortuna irlandesa también se hacía presente. Marcus Smart estuvo ausente en 8 de los primeros 16 juegos. Avery Bradley también se perdió dos juegos. La clave es que no se superpusieron, mientras que en el pasado cercano, tanto Jae Crowder como Al Horford estuvieron ausentes 8 y 7 juegos respectivamente, de manera conjunta. Lo que da la pauta que por peso especifico de los nombres y dependencia de los mismos, esta temporada se sufrieron mucho más las lesiones que el transcurso pasado.

Conclusión

Si tomamos en cuenta los dos inicios (exactamente iguales en cantidad de victorias y derrotas) y teniendo estos datos a mano, se puede deducir que hay muchísimo margen a mejora. Perdiendo por más la batalla rebotera, con un calendario en el que hubo dos titulares indiscutidos ausentes y promediando la misma cantidad de asistencias a pesar de no tener un conductor en la segunda unidad (te seguimos extrañando Mr. President) se han mantenido arranques idénticos en cuanto a resultados finales. Con el correr de la temporada, seguramente se irán afianzando cuestiones técnicas en cuanto a la ejecución ofensiva. El rebote va a ser nuestro problema eterno hasta que consigamos una presencia en los tableros. Pero mientras se cuente con salud, Isaiah Thomas siga con su nivel All-star y Horford continúe siendo lo fundamental que es, este equipo seguirá creciendo y continuará su acenso.