¿Qué le pasa a Cleveland Cavaliers?

Analizamos la mala racha del campeón

LOS CAVS DEBEN SOLVENTAR LA CRISIS SI QUIEREN REPETIR ANILLO. ERIK DROST (CC)
LOS CAVS DEBEN SOLVENTAR LA CRISIS SI QUIEREN REPETIR ANILLO. ERIK DROST (CC)

Todo parecía ir de color de rosa en Cleveland. El equipo había conseguido el mejor arranque de la historia de la franquicia, era un portento en defensa y arrollaba en ataque. El ‘Big Three’ era una auténtica apisonadora, con un Kevin Love en el mejor momento desde que aterrizó en Ohio y con un LeBron rozando el triple doble en cada partido.

Sin embargo, la noche del martes 29 de noviembre todo se empezó a torcer con una contundente derrota contra Milwaukee Bucks, a la que le han seguido dos tropiezos más de manera consecutiva. Tres derrotas seguidas que nos obligan a hacer una valoración de lo que le ocurre al vigente campeón de la NBA. Tres derrotas por las LeBron ha soltado una frase contundente para poner así en alerta a los suyos:

«La luna de miel ha terminado.»

Veamos qué ha podido ocurrir para pasar de la felicidad a la crisis en menos de una semana.

Serios problemas defensivos

Todos coinciden al señalar la falta de intensidad defensiva como el principal problema de la semana trágica de la franquicia. Para ejemplificar este y otros asuntos que trataremos más adelante, haremos una comparativa constante entre los primeros quince partidos de la temporada de los Cavs (13-2 de parcial) y los últimos tres (0-3).

En este sentido, los datos son abrumadores. Los de Tyronn Lue han pasado de recibir 102.8 puntos en contra a 114. Más de diez puntos de diferencia, que se explican por diversos factores. El primero de ellos, la poca contundencia a la hora de defender al rival, lo que en muchas ocasiones ha permitido que jugadores con buena mano pudieran tirar a canasta con total facilidad. No sabemos si por relajación o por exceso de confianza, el nivel defensivo ha disminuido considerablemente.

La segunda explicación, que guarda además relación con la primera, consiste en lo relativo al rebote. Y es que los Cavaliers han pasado de lograr 46 rebotes por partido en los primeros quince partido a unos paupérrimos 34.7 en estos tres últimos. Hasta el partido contra los Bucks, tan sólo contra Atlanta habían bajado los Cavs de los 40 rebotes por partido (se quedaron en 39). Desde entonces, ni tan siquiera se han acercado a esa cifra. Especialmente sangrante es el apartado de los rebotes defensivos, lo que ha permitido innumerables puntos en segundas oportunidades. Una conjunto de errores a los que se debe poner fin.

Un ataque en horas bajas

Si la defensa está siendo un desastre últimamente, el ataque tampoco es que vaya como la seda. Volviendo a la comparativa, de nuevo la diferencia es estremecedora. 100 puntos por partido desde el 29 de noviembre, 112 antes de ese día. Un bajón en un momento inesperado, porque nadie preveía que el ataque de los Cavs se convirtiera en demasiado previsible. Pero así ha sido, al menos esta última semana.

Para contrastar esta información no hay más que fijarse en el dato de las asistencias. En las derrotas contra Bucks y Clippers, la media de asistencias fue de 14.5, muy lejos de las 23.3 que cosechaba por partido antes del bache. Cabe añadir que, en este aspecto, sí se ha visto una mejora en el último encuentro, en el cual se volvió a sumar 20 asistencias, una cifra muy aceptable. Veremos si es un primer paso a una mejora general ofensiva, cada vez más dependiente del ‘Big Three’.

Kevin Love vuelve a ser humano

Si alguien estaba sorprendiendo en este inicio de temporada, Channing Frye aparte, este era sin duda Kevin Love, cuyo nivel estaba fuera de lo normal. Su rendimiento, récord de anotación histórica en un primer cuarto incluido, ha llevado en volandas al equipo a sumar un 15-2 de inicio.

Sin embargo, el mal momento del equipo ha coincidido (seguramente una cosa lleve a la otra) con tres partidos realmente malos de Love, repitiendo errores de concentración en defensa que parecían olvidados, y con cifras muy alejadas de las que nos dejó en las primeras fechas, en las que cosechó 22.3 puntos por partido. En las tres derrotas consecutivas, sólo ha logrado 14.7 de media.

Estaba siendo la verdadera sorpresa del ‘Big Three’, y los Cavs le necesitan de nuevo, más de lo que se podía imaginar.

La baja de Channing Frye

La muerte del padre de Channing Frye provocó que el veterano jugador, uno de los mejores de la temporada, estuviera ausente tres partidos, el último de ellos el de la derrota frente a Milwaukee. Regresó contra los Clippers, pero su rendimiento, como es lógico, no estuvo a la altura. Mejoró en Chicago, volviendo al sendero que ha marcado en este arranque.

Un arranque que pocos se esperaban, con espectaculares cifras que lo han convertido (si no lo era ya) en un suplente de garantías. ¿Quién nos iba a decir que los Cavs terminarían echando de menos la ausencia de Frye? Sus 10.8 puntos por partido con un 47.8% desde la línea de tres así lo atestiguan.

La nefasta temporada de J.R. Smith

Como deja entrever el subtítulo, este apartado no muestra la comparativa del momento precrisis al momento crisis, más que otra cosa porque la temporada de J.R. es de crisis absoluta desde el comienzo. 

J.R. Smith supera los números de la temporada pasada en cuatro estadísticas. Dos de ellas son los robos y los tapones, lo cual está bien. Las otras dos, las faltas cometidas y los tiros de tres intentados, algo menos positivo, especialmente esto último, porque no ha venido acompañado de más acierto desde el perímetro.

Smith ha tenido el «honor» semanas atrás de realizar el peor partido de la historia de regular season, según Basketball Reference. También, de realizar una de las jugadas que han generado más burla hasta la fecha (con permiso de McGee), el famoso abrazo a Jason Terry en medio del encuentro, que costó a su equipo una canasta fácil de Tony Snell.

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Más allá de estos hechos puntuales, la realidad es que los 8.1 puntos por partido, 2.3 rebotes y 1.2 asistencias son números que el escolta deberá mejorar con rapidez si quiere seguir siendo una pieza clave del entramado ofensivo del campeón.


Estos son los principales motivos de este bajón de rendimiento de los Cavs. De todas formas, estamos todavía en diciembre, y, a pesar de las últimas derrotas, Cleveland sigue liderando la Conferencia Este. El choque contra los Raptors se presenta como una oportunidad de oro para resarcirse y que todo lo escrito quede en agua de borrajas, o para que la crisis se acentúe.