Reggie Jackson empieza la temporada restando
El base no ha encontrado su sitio en su particular inicio de campaña

¿Sabes ese momento en el que estás haciendo cualquier cosa y piensas «buah, cuando el otro esto será una fiesta», y luego desearías que ese otro se hubiera quedado en casa haciendo ganchillo o calculando el área de la pared de su comedor? Eso mismo ha pasado con la llegada de Reggie Jackson. Los Pistons perdieron a su base proyecto de all star durante los inicios de training camp, e Ish Smith saltó a la palestra como un apaño que acabaría cayendo. Nada mas lejos de la realidad, e incluso ahora se le echa de menos.
Con Ish Smith en el puesto de titular, los Pistons terminaron con un récord de 11-10 y en la linde de las posiciones de playoffs, pero la sensación era de buen juego (excepto en los partidos fuera de casa). Buena circulación de balón, juego por dentro y algo por fuera, los Pistons eran el equipo que menos triples lanzaba y anotaba, pero esto no era un problema, porque la media distancia era la verdadera primera opción del equipo, y funcionaba. Ish es un base organizado y muy correcto, y su juego se basaba en alimentar a sus compañeros. Siempre había un Marcus Morris, un Tobias Harris o un KCP que terminaba con 20 y tantos, y el ataque del equipo alcanza el nivel de «mas que correcto». Otro aspecto del juego de Smith son las pocas pérdidas que comete, y de hecho la racha llegó al punto de que en 10 partidos solo perdió un total de 3 balones y repartió 63 asistencias, una bestialidad.
Otro punto a destacar era la buena química del equipo. Con Jackson animando en la banda en forma de gran esperanza y con Smith siendo un repartidor de cariño constante, todos los jugadores recibían sus balones y estaban contentos. Smith, un jugador de 28 años que ha cambiado 12 veces de equipo, declaró en el media day que con el paso del tiempo había aprendido a ser un buen compañero y a saber acoplarse y ayudar a todos sus compañeros. En una plantilla tan joven como la de la Motown, Smith es uno de los veteranazos del roster, y por tanto una fuente de sabiduría. Pero en vez de llegar al equipo y creerse el líder del equipo, Ish ha sabido encontrar su puesto de role player y su espacio.
Ahora viene la parte en la que Reggie Jackson se recupera de la lesión y todo debería ir bien. Tapaos los ojos los sensibles. Era una bonita mañana de sábado, de esas en las que te levantas, miras por la ventana y el cielo no puede ser mas azul, los pájaros pían como si no hubiese un mañana y tú solo quieres estirar tus extremidades hasta desencajártelas.
En eso que ves en el periódico la sección de deportes y lees que Reggie Jackson ya va a volver y piensas que LeBron, Curry y compañía ya están llorando desconsoladamente. Miras el calendario del equipo, y de tus nueve próximos enfrentamientos, ocho son frente a rivales que están por debajo tuyo. Esa cuarta posición del este ya está más cerca que nunca. Y de repente, ¡PAM!, ¡FLASHBACK! Viernes, 23 de diciembre de 2016, y tu mirando ese cielo que antes era tan azul, que lo sigue siendo, pero que ya no es el mismo azul felicidad, ahora es el azul desolación. En este espacio de tiempo has perdido el récord de no encajar 100 puntos o mas en el Palace, has perdido 7 de los últimos 10 y el equipo no sabe por donde tirar.
El motivo del cambio de rumbo del equipo ha sido ocasionado por el simple hecho de que el juego de Reggie Jackson e Ish Smith es completamente diferente, y seguro que después de jugar más de 20 partidos y el training camp bajo la batuta de Smith, que venga Jackson ahora ha debido ser un shock. Si antes hablábamos de la generosidad de Smith y su pass first, ahora hablamos de un Reggie Jackson finalizador, amasador de balón e incluso tirador. El siguiente tweet debería ilustrar bien lo que significa el cambio de director de juego:
El problema que están teniendo los Pistons con Jackson es su excesivo manejo de balón y la pobre circulación de balón. Vía @NylonCalculuspic.twitter.com/clE6NQ1oFL
— The Bad Boys Soul (@TheBadBoysSoul) 22 de diciembre de 2016
¿Qué nos muestra este tweet? Con Jackson en pista, los demás compañeros no reciben los balones que deberían, y esto va muy vinculado a los problemas que ha tenido el vestuario en los últimos días. Los jugadores reclamaban que no estaban recibiendo los balones que tocaban, y eso hacía que las jugadas no acabaran bien o que se precipitaran. En la estadística se muestra como solo tres jugadores, dos de ellos suplentes, reciben mas balones con Reggie, aunque ya hemos visto el rendimiento de Stanley Johnson y Darrun Hilliard en los últimos partidos, bastante triste. Con Jackson además se pasa menos el balón, y esto me hace recordar a un símil futbolístico en el cual se dice que debe ser el balón el que corre, no el jugador. Lo mismo pasa con los Pistons. Antes era Ish el que servía en bandeja los tiros de sus compañeros, pero ahora con Reggie son los propios alas del equipo los que deben correr por bloqueos para llegar liberados, y cansados, a una posición medianamente cómoda para lanzar.
Reggie Jackson no solo no está sabiendo dirigir su equipo, tampoco ha encontrado su estilo en sus diez primeros partidos de temporada. Después de pasar su training camp virtual de seis partidos, el base sigue queriendo volver a principios de 2016, pero no puede. Su constante posesión del balón y su única jugada ofensiva, el pick and roll con Dre, le hacen un base excesivamente previsible. Seguro que su rodilla todavía no está al 100%, y pese a que vemos penetraciones de las que nos enamoraron la temporada pasada, estas suceden a cuentagotas, y se nota que el jugador todavía no se siente cómodo.
Creo que ha quedado claro el por qué los Pistons no funcionan con Jackson, pero ahora quiero decirte a ti, aficionado de los Pistons o lector vario, las razones por las que creo que los Pistons van a saber remontar el vuelo. La primera es el tiempo. La lesión de Jackson, una tendinitis en la rodilla, es una lesión molesta, y creo que diez partidos, además del tiempo que el equipo ha estado sin él, son demasiado poco tiempo para hacer una evaluación clara con números irrevocables.
Si recordáis, los primeros pasos de Jackson en Detroit se resumieron en un 2-10, que luego pasaron a hacer que el equipo casi se clasificara para los PlayOffs, con victorias ante equipos contenders en sus respectivos pabellones. Tiempo al tiempo. La segunda razón es la química del equipo. Pese a estar en el peor momento en mucho tiempo, con quejas de egoísmo y jugadores sancionados por faltas de actitud, el carácter competitivo que amasa el roster los resultados podrán reflotar de nuevo. Marcus Morris es uno de los jugadores más comprometidos de la liga, y pese a la juventud del resto de jugadores, el año pasado se vio que con un grupo similar Detroit fue una gran piña. Solo falta Tolliver (lágrimas).
El último punto es el Este. Pese a que los equipos de la conferencia están remontando el vuelo después de un pésimo lustro. Desde los Celtics de Pierce, la conferencia se ha resumido en LeBron y sus Heat o LeBron y sus Cavs. Ahora los proyectos de equipos como los Hornets, Celtics o Pistons están trabajando para llegar a confeccionar una sólida plantilla, pero todavía están en proceso, y es ahí donde el equipo puede coger ventaja. Podríamos decir que los únicos proyectos terminados y con potencial para llegar al anillo de la conferencia son los dos de arriba, son los de los Cavs y Raptors. Por lo tanto, todavía queda mucha temporada regular, y el equipo ya no puede bajar mas en cuanto a nivel de juego. Esperemos que Van Gundy vuelva a saber ajustar las piezas para que la Motown vuelva a colocarse en las posiciones altas de la tabla, lugar en el que las previsiones colocaban al equipo antes de empezar la temporada.