El Agitatoallas, semana XI: El héroe que nos merecemos

Lo más curioso de la semana de los Boston Celtics

Montaje: Álvaro Méndez.

Parece que ha pasado una eternidad desde la última vez, y más ahora que hemos tenido que tirar el viejo calendario a la basura para colgar uno nuevo, pero solo ha pasado una semana desde el último ‘Agitatoallas’ y en Boston han pasado muchas cosas. Acabamos 2016 con una de las mayores exhibiciones individuales de un jugador de los Celtics en los últimos años para iniciar 2017 con el mejor partido del equipo a estas alturas de temporada, y eso es para estar muy contento. En definitiva, abrimos un nuevo año a tope. Ya saben, ¡toallas al viento!

Todos detrás de Isaiah

Puede que no sea el jugador más imponente. Puede que no sea el mejor anotador de la competición, aunque este año se haya instalado en la élite en estas instancias. Puede que no tenga el mejor cartel y que esto haya provocado que la NBA lo haya obviado en su última elección a mejor jugador del mes en la Conferencia Este de manera sangrante (se lo dieron a John Wall). Todo esto puede que sea cierto, pero también lo es que si mañana mismo estalla una guerra, todos vamos detrás de sus 1.76 metros. Bueno, y si además viene Marcus Smart mejor que mejor, que tiene las espaldas mucho más anchas. Hemos discutido mucho acerca de la palabra estrella, y puede que con Isaiah Thomas tengamos la que necesitamos (faltan más), y seguro que la que nos merecemos.

Pocos pueden presumir en toda la liga de poner todo en la cancha y tener más hambre de victoria que ‘The Little Guy’, y en una franquicia como los Celtics que entre otras cosas se cimienta en esto, un jugador así es impagable, aunque ya llegará la cuenta en un tiempo en forma de renovación. Muchos y merecidos han sido los halagos hacia el base de Boston a lo largo de la que está siendo su mejor campaña como profesional. Todos se rinden al que ahora mismo parece el buque insignia verde; incluso LeBron James lo calificó así. Las buenas palabras se convirtieron en algo habitual, y cuando los Miami Heat visitaron Massachusetts perdimos la cabeza.

En un actuación para el recuerdo en el TD Garden, Isaiah Thomas ganó prácticamente solo el encuentro ante los de Florida con 52 puntos y un último cuarto completamente antológico en el que batió el récord de la franquicia con 29. El base All-Star se lució cuando la victoria estaba más complicada en una versión casi infalible que no se veía en el pabellón de los Celtics desde alguna que otra exhibición de LeBron o las habituales muestras de fuerza del famoso ‘Club Cuatro de Copas’ con los Jeremy Lin o Jerryd Bayless a los mandos. Mejor no comparar al gran Thomas con tan infame grupo.

No nos habíamos recuperado del particular espectáculo de ‘The Little Guy’ y el 2017 nos trajo la complicada visita de los Utah Jazz. Afortunadamente, como ya dijeron Queen: «Show Must Go On«. El héroe de los Celtics volvió a ocupar portadas con unas estadísticas de 29 puntos y 15 asistencias (la mejor marca de su carrera) que doblegaron a un rival que llegó a Boston con la etiqueta de mejor defensa de la liga. Hemos pensado mucho acerca de a quién sacrificaríamos para traer una estrella a las órdenes de Stevens, pero será mejor pensar en quién acompañará a Thomas en la búsqueda del título dieciocho.

El año viene raro

Amigos de la nave del misterio, vamos a tener que volver a hablar de lo paranormal en ‘El Agitatoallas’. Efectivamente, algo extraño ha ocurrido dentro del seno de los Celtics una vez más y precisamente justo ha llegado con la entrada del 2017. ¿Casualidad? ¡Hay algo más ahí fuera? ¿Estamos solos? ¿Es James Young un espectro? Desafortunadamente no podremos contestar a todas estas preguntas.

Fecha: 2 de Enero de 2017. Lugar: Boston. Llegaban los Utah Jazz a la ciudad del Estado de Massachusetts con confianza y dispuestos a llevarse un triunfo. Su estatus de mejor defensa de la NBA liderada por uno de los pívots más en forma y que mejor tapona invitaba mucho al optimismo. Rudy Gobert y compañía entraron al TD Garden con una sonrisa, pero no sospechaban lo que estaba a punto de ocurrir. En el momento en el que otros muchos equipos se habían frotado las manos y habían sacado tajada, los Jazz casi sufren un infarto al descubrir ante sí la espeluznante figura de Kelly Olynyk en su versión hijo albino e ilegítimo de Mutombo.

Cual Bigfoot en los bosques estadounidenses, la versión más animal del jugador canadiense es algo casi imposible de presenciar, pero cuando aparece se hace notar. Ya solo mirando la tabla estadística los pelos se ponen de punta. Olynyk fue el máximo reboteador de los Celtics (¡qué honor!) con un total de siete rechaces atrapados, pero lo mejor llegó de la forma más paranormal de todas. Tras robar un balón y tirarse al suelo para mantener la posesión en una demostración de que quizás corra algo de sangre en sus venas, el canadiense puso un tapón ni más ni menos que a Rudy Gobert. El cazador cazado, las tornas del universo cambiadas por completo, y la sensación de haber bebido más de la cuenta durante estas navidades. ¿Será el primer paso de la candidatura de Olynyk a mejor defensivo del año? ¿Anunciará con lágrimas en sus ojos Gobert su retirada del baloncesto? ¿Será el 2017 el año en el que se afiance su versión Mutombo? ¿De verdad que nadie sabe si James Young es un espectro? En fin, seguiremos informando en próximas ediciones.