Jae Crowder, molesto con la afición de los Boston Celtics
El publico vitoreó a Gordon Hayward de los Jazz
El TD Garden (hogar de los Boston Celtics) suele ser un pabellón ruidoso, lleno de efusividad y calor. Pero el martes a la noche, quizás hubo mucho bullicio, demasiado para un jugador, Jae Crowder. Y es que el alero de largas rastas sintió que le estaban tocando el orgullo. Fue testigo protagonista de cómo su propio público, vitoreaba a viva voz al alero de los Jazz, Gordon Hayward. Esto definitivamente lo irritó. Pero para colocar en contexto, repasemos los hechos en detalle.
Por un lado esta Crowder, llegado a Boston allá por Diciembre del 2013, ha sido por muchos momentos el alma y sustento defensivo de este equipo. Trabajando silenciosamente, se ha sabido ganar el respeto de sus colegas, rivales, entrenadores y todo aquel que disfruta de un partido de basket. Registrando sólidos números desde su llegada. Está teniendo una temporada de caso 50-40-90 (porcentaje de dos, de tres y de libres respectivamente)
En la otra punta tenemos a Hayward, que toda su carrera la pasó en Utah, venido de la universidad de Butler (donde Brad Stevens fue su entrenador) que está siendo el líder de su equipo en anotaciones, y que potencialmente puede convertirse en agente libre en la próxima agencia libre. Ligado constantemente a los Celtics.
Lo que más molestó al número 99, fue la reiteración de esta actitud. En la temporada pasada, en el único partido que Oklahoma viajó a Massachusetts, todo el público verde repartió elogios para Kevin Durant. Luego habría un baile en el verano en donde Boston estuvo cerca de fichar a la súper estrella, quien finalmente elegiría a los Warriors. En aquella ocasión, nada sucedió, pero esta vez, el ex alumno de Marquette no se pudo contener.
«Escuché un vitoreo antes del partido y no me gustó nada. Pienso que es una falta de respeto de los fans conmigo. Eso encendió una pequeña en mi»
Esto desencadenó en una descarga personal, hecha por Twitter, donde en su cuenta, el propio Crowder tuvo una serie de mensajes con poco tino.
Como respuesta, el alero de los Celtics se despachó con el que quizás fue su mejor partido de la temporada (21 puntos, con 5 de 6 en triples). Sumado a su ya indispensable actuación, vale recordar que Crowder, está en el segundo año de un contrato valuado en 35 millones por 5 temporadas, lo cual representa una ganga teniendo en cuenta el actual convenio colectivo. Esto les da a los Celtics un jugador efectivo en ambos costados de la cancha con muy poco gasto. Es claro que el fastidio mostrado fue algo de momento (de hecho eliminó esos tweet al poco tiempo de haberlos redactado).
Quienes salieron a poner paños fríos a la situación fueron su coach y el base titular del equipo, Isaiah Thomas. El líder anotador de la franquicia verde hizo enfoque netamente en el juego que tuvo Crowder.
«Cuando él lo hace tan bien en ataque, es difícil vencernos. Sabemos que va a dejar todo en el costado defensivo. Así que cuando encesta sus tiros, va hacia el aro y recibe faltas, nos da otra arma para poder atacar.»
Brad Stevens, su actual entrenador, fue consultado el lunes previo al partido sobre si prestaba atención sobre los agentes libres venideros, apuntando especialmente al propio Hayward.
«Como ustedes saben, no se me permite hablar de los jugadores de los demás equipos. Por supuesto que saben que pienso de ellos, pero prefiero no entrar en esos temas por dos motivos. El primero es que no es momento adecuado para hablar de ello y lo segundo, por respeto a las otras franquicias»
Lo que está claro es que esta bronca que Crowder expresó posterior a la victoria de los Celtics sobre el Jazz por 115-104 tiene que calmarse. No le hace bien ni al jugador, ni a la franquicia. Boston actualmente es el tercer equipo en la conferencia Este, y seguramente necesite de todas sus fuerzas (mas alguna incorporación) para dar el salto de calidad y comenzar a darle pelea a los máximos candidatos al título.
Que un jugador tenga ese fuego interno para molestarse en esas situaciones, para sentir que su orgullo fue tocado, sirve y de mucho. Crowder es un batallador, un guerrero nato, y Boston necesita mucho de él. La clave es saber cómo expresar ese enojo y como manipular el fuego que lleva dentro. Si se lo controla, puede potenciarlo, pero si no, quizás lleve a un incendio perjudicial para las dos partes.