El Kristaps Porzingis más intimidador
El letón es piedra angular del proyecto knickerbocker
La temporada 2015-2016 trajo a los New York Knicks una grata sorpresa. Tras años sin una primera ronda del Draft, Phil Jackson como presidente de operaciones, ponía el ojo en un joven letón llegado desde Sevilla. Kristaps Porzingis llegaba a la capital del mundo y de primeras, no lo hizo con buen pie. El desconocimiento que existía en Estados Unidos sobre su juego además de su endeble aspecto físico hicieron que los fans knickerbockers se temiesen otra mala elección, un tópico de la franquicia.
Sin embargo, esa misma temporada demostró estar a la altura de la mejor liga, y no solo eso. Porzingis se convirtió en un fenómeno mediático y maravilló al mundo baloncestístico con su juego. Los pivots 2.0 llegaban a la liga y Porzingis era uno de sus máximos exponentes. Jugadores de 7 pies o más capaces de manejar el balón como un base, lanzar desde todas las posiciones de la pista y defender a pívots de su misma estatura con eficacia.
Justamente, la defensa, es lo que centra este análisis. Porzingis fue a parar a una franquicia con claras lagunas defensivas. La llegada de Jeff Hornacek en la presente campaña es una declaración de intenciones. El ex preparador de los Suns se ha caracterizado siempre por un estilo directo y transiciones rápidas. El equipo de Arizona también sufrió en defensa como hoy adolecen los Knicks, y más sin la incidencia de Kristaps, que ha estado lesionado.
La importancia de Porzingis
La franquicia del Madison ha vivido los últimos años comandada por un All–Star como Carmelo Anthony, pero un sophomore es hoy la pieza clave del equipo. Su ausencia sobre la pista se nota, sobre todo en tareas defensivas. Su compañero de pintura, Joakim Noah, no acaba de desplegar todo su juego y el peso recae sobre ‘Porz’. Algunos expertos incluso hablan de que Hornacek no le dosifica lo suficiente y de ahí que se haya resentido de sus molestias en un tendón de Aquiles. Sin embargo, dado su crecimiento y sus mejores porcentajes de tiro en la fase ofensiva, hablamos de un jugador total que ya marca la diferencia. A pesar de no ser líder ni en anotación ni en rebotes del equipo, Kristaps Porzingis es el mejor jugador de los Knicks. Y no solo lo pienso yo, lo corrobora la estadística avanzada. Vayamos por partes.
Hay que destacar en primer lugar su crecimiento en prácticamente todas las facetas del juego con respecto a la pasada campaña:
- +6.2 minutos
- +5.9 ppp
- +0.5 rpp
- +0.1 robos
- +0.1 tapones
- De un 42% (15/16) a un 45% (16/17) en tiros de campo
- De un 33% en triples a un 41% (16/17)
Si seguimos desgranando estadísticas, vemos que el ‘6’ ha colocado un total de 65 tapones esta campaña. En esa lista, se sitúa en el 7º puesto de la liga, empatado con Serge Ibaka, uno de los grandes intimidadores y no muy lejos de los 68 de DeAndre Jordan o los 76 de Hassan Whiteside. En cuanto a la media, Porzingis coloca 2 tapones por partido, lo que le sitúa como 6º mejor en esa faceta. Otro dato que nos habla de la mejoría del letón como intimidador es el llamado Block Percentage. Esto nos hablo del porcentaje de tapones que coloca el jugador ante tiro de 2 puntos. El líder en esta estadística es Myles Tuner que promedia un 7.1, mientras que el sophomore de los Knicks tiene un porcentaje de un 4.6, lo que le sitúa entre los 10 mejores intimidadores de la liga. Asimismo hay otros datos que corroboran que haya ganado peso en el equipo como el porcentaje de uso, en el que ha crecido hasta situarse en un 25%.
Analizando más datos de las estadísticas avanzadas de la liga nos encontramos con sus datos de rebotes. Para un jugador de su envergadura, podríamos decir que no es su mayor virtud. Hay datos como el Porcentaje total de rebotes en la que Porzingis tiene una cifra del 12%, muy alejado del 18-20 que promedian los grandes pívots de la liga. Lo rebotes son, quizás, la asignatura pendiente del joven jugador que tiene muchos años por delante para seguir mejorando en colocación y seguridad bajo el aro.
Defender para crecer
Las stats nos ofrecen múltiples lecturas. A todas luces, los Knicks son un equipo que adolece en fase defensiva. A pesar de que capturan muchos rebotes -son terceros en el total de la temporada en la faceta- no traducen su dominio en ninguno de los dos lados de la cancha. Además, las pérdidas son una auténtica sangría para los de la Gran Manzana y últimamente la actitud defensiva y la intensidad en fases de los encuentros dejan bastante que desear. Ahí también flaquea Porzingis ya que no es un gran reboteador. Además, sigue arrastrando los problemas de faltas que le lastraron la pasada campaña e incluso las ha incrementado. Sin embargo, hablamos de un jugador total que decide para su equipo en ambos lados de la pista. Con su envergadura, puede llegar a ser un gran intimidador si progresa en sus cifras y continúa ganando confianza, peso en el equipo y musculatura. Es, además, un jugador que no rehuye el trabajo y no cesa de intentarlo cuando algo no le sale. Todo será cuestión de trabajo y paciencia en su mejora.
Una liga por dominar
Desde su meteórica ascensión en la mejor liga de baloncesto, los elogios se han agolpado a las puertas del Madison. El diamante en bruto que poseen los Knicks despierta el interés de todo el mundo y Nueva York es un escaparate inmejorable. De esta forma asistimos a debates como el que se protagoniza los últimos días, cuando supimos que varios scouts de la liga afirmaban que Hornacek cargaba con muchos minutos al letón. Desde luego, con 21 años y un cuerpo todavía en desarrollo, Porzingis nota la fatiga física de una competición larga pero no debería tener mayores problemas si las lesiones de gravedad le respetan.
Jugadores que ya han hecho historia como Kobe Bryant, Pau Gasol o Dirkt Nowitsky han hablado maravillas y han alabado el buen trabajo de un jugador cuyo techo desconocemos. Kristaps Porzingis es sin lugar a dudas el futuro de la franquicia de Nueva York pero ya es, en el presente, el mejor valor de unos Knicks que deben buscar en su defensa el pilar para seguir creciendo.