Los minutos de John Wall, importantes en el arte de la guerra

Analizamos la gestión del banquillo de los Wizards

John Wall, all-star de los Washington Wizards. Foto: Keith Allison (CC)

VENI VIDI VICI. Esta locución latina fue escrita por el general y cónsul romano Julio César tras la victoria en la batalla de Zela sobre Fernaces II, rey del Ponto. Supuso un mensaje para recordar al senado romano su destreza militar en el arte de la guerra. Hoy en día, el término es acuñado para significar la rapidez con la que se ha hecho algo con éxito rotundo.

La presente temporada no comenzó nada bien para los Washington Wizards. El nuevo entrenador no era capaz de dar con la tecla, la segunda unidad no aportaba nada, y por lo tanto no se ganaban partidos. Todo ello repercutía directamente en las dos estrellas del equipo, John Wall y Bradley Beal. La presión de la capital y del Verizon Center ejercía sobre ellos de manera negativa. Como ya dijimos en otro artículo, los rumores se acrecentaban y sobre todo apuntaban al playmaker de North Carolina. Lo que parecía una temporada desierta, y para olvidar, estaba muy presente.

La dinámica, por suerte, cambió y los chicos de Scott Brooks afrontan la Liga ahora de otra manera. Miran a los Playoffs sin complejos, y la racha desde diciembre (15 victorias vs 9 derrotas) es una buena muestra de ello. Muchos son los factores que influyeron en el equipo, pero cabe a destacar la enorme implicación que muestra la plantilla.

  1. El equipo titular se ha consolidado en ambos lados de la cancha.
  2. Los suplentes salen enchufados y juegan más minutos.
  3. Wall y Beal están en un momento de forma inmejorable. El primero está, posiblemente, en el mejor y más regular momento de su carrera.

Con las lesiones y rumores de traspaso en un segundo plano, John Wall se ha echado el equipo a la espalda. El punto de inflexión del conjunto vino cuando su juego mejoró. Por ello, es importantísimo que el base se mantenga sano toda la temporada y evitar que se juegue 40 minutos por partido cada noche.

John Wall forma parte de la clave del éxito / Keith Allison (CC)

Todos sabemos lo propenso que es Wall a lesionarse, aunque muchas fueron fruto del infortunio. Esta temporada se está mostrando como un roble, pero no por ello Brooks debe abusar en demasía. Para evitar ese hecho, desde Blog From DC, planteamos varias soluciones:

  • Bradley Beal: el escolta de San Luis debe dar un último paso al frente. Se acabó ser segundo espada, los Wizards tienen a dos All-Star en potencia y, como tales estrellas, deben demostrarlo. Tiene que mantener una regularidad en su juego que le permita liderar a los capitalinos de manera constante.
  • Porter, Gortat y Morris: el resto del equipo titular también debe mostrar regularidad. Durante la temporada hemos visto, en determinados momentos, como las estadísticas varían con respecto a estos jugadores. El “Martillo Polaco” es fiel a su cita con los dobles dígitos, aunque eso no siempre sea sinónimo de grandes actuaciones. Es básico para el esquema de defensivo de Brooks. Cuando no ha estado acertado, la defensa ha sido un coladero, especialmente desde la pintura. Por otro lado, Porter y Morris deben seguir sumando, aunando todas esas canastas necesarias para complementar a Wall y Beal. Como sexto hombre, encontramos a un enrachado Kelly Oubre Jr, el cual está ilusionando al Verizon Center cada partido que juega. El joven exterior de Nueva Orleans está siendo el líder destacado de la segunda unidad, entregándose en cada acción por el bien del equipo.
  • Segunda unidad: cada vez están más comprometidos con la causa. No es fácil para jugadores como Trey Burke y Jason Smith tener el rol que tienen. También debe ser complicado hacer cosas en tan poco tiempo de juego, pero están sabiendo exprimir su tiempo de juego al máximo. Cada vez son más los minutos que estos jugadores están en cancha aportando, cosa impensable hace semanas. Con respecto a los novatos, hemos visto como Sheldon McClellan le está comiendo la tostada a todo un veterano como Marcus Thornton. Por otro lado, Tomáš Satoranský está volviendo a aparecer en pista con números importantes con actuaciones como la de ayer en la cual firmó su primer doble-doble (10 puntos y 10 rebotes). Muchos somos los que confiamos en la calidad del checo, pero siempre ejerciendo como base puro, no como escolta o alero. Un jugador de su envergadura y talento es necesario que distribuya el juego y pueda crear desventajas frente a unos rivales de menor físico. Cuando ha contado con oportunidades ha demostrado todo su potencial.

https://vine.co/v/53YOwt0jPP6

Parece que Scott Brooks ha captado el mensaje, y en los algunos de los últimos partidos estamos viendo como Burke y Satoranky están jugando 20 minutos cada uno. Es importantísimo, para mantener al equipo fresco, la gestión del tiempo de juego en el backcourt. Pues es ahí donde reside la mayor arma de estos Washington Wizards. Cuando los reservas cumplen, las victorias llegan y por ello los capitalinos acumulan doce triunfos consecutivos hasta la fecha, algo que no sucedía desde 1989.

En D.C. todos son alegrías últimamente, incluso en el día más triste del año: Blue Monday. El equipo fue capaz de bailar ante un rival muy serio como son los Portland Trail Blazers. En el también día en que recordamos al gran Martin Luther King, los Bullets jugaron posiblemente el mejor partido como colectivo de lo que va de temporada con una aportación magistral de todos y cada uno de los jugadores, especialemnte la pareja formada por John Wall y Bradley Beal. Y es que da gusto ver como salió el equipo entero de enchufado, algo totalmente impensable al comienzo de la regular season. Tanto es así que hasta 6 jugadores se fueron hasta los dobles dígitos en anotación. La mejora se empieza a notar. Ahora mismo los Wizards marchan

Petición personal

A nuestro nuevo coach le pedimos que tenga “destreza para la guerra” como el afamado general romano, Cayo Julio. Y es que esta temporada está cogiendo tintes de epopeya. De hazaña legendaria donde John Wall es el héroe indiscutible. A eso es a lo que me refiero, locuelos: VINE, VI Y VENCÍ.