La necesaria reconstrucción de los Miami Heat
Deben empezar ya a construir desde cero
El desplome que están viviendo los Miami Heat en los últimos años está siendo de récord. En 2014, jugaron las finales contra San Antonio, y en dos años y medio, han pasado al penúltimo puesto de la Conferencia Este. Acumulan un total de 30 derrotas sobre 43 partidos, lo que ha valido para que muchos empiecen a pensar en la reestructuración del equipo y el draft.
Hace dos años, en verano, se rehízo el equipo en apenas un par de meses. El resultado no fue malo, pero la enfermedad de Bosh mermó al equipo. El siguiente fue similar, si bien consiguió entrar en playoffs. Pese a caer demasiado pronto, Miami Heat daba la sensación de que tenía la base para conseguir algo bueno a corto plazo. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, todo el equipo se deshizo, los que entraron en la agencia libre (la mayoría habían firmado contratos de un año o dos) fueron a otros equipos y Wade dejaba huérfano al equipo. En un momento, toda la reconstrucción se fue a pique.
Viendo lo sucedido, Pat Riley ha tomado nota. No va a ser algo que se arregle de hoy para mañana, sino que debe crear de verdad un auténtico bloque para el futuro, no equipos pasajeros de uno o dos años. Lo más probable es que requieran otras dos temporadas como esta hasta que se cree un equipo con el que competir. La duda es si será capaz de esperar tanto, pues todos somos conscientes de que este no es su estilo.
Por otro lado, aún tenemos (y tendremos por un buen rato más) la duda de si la solución empieza por tankear al estilo Sixers o no. Sin embargo, el primer movimiento parece unánime: la venta de Goran Dragic. Aunque todavía ofrece un gran nivel, de hecho está siendo el más destacado del equipo, pero, cuando los Miami Heat tengan el nivel competitivo deseado, posiblemente no será así.
El otro movimiento, más debatido, es el traspaso de Whiteside. Sin duda es el mayor valor que tiene el equipo, lo cual puede suponer tener una buena baza para obtener piezas nuevas o picks para el draft. Esto no quiere decir que se le vaya a vender, ya que puede ser el jugador franquicia sobre el que construir el equipo. No obstante, si llega una buena oferta, nadie es indispensable.
Lo último es liberarse de los activos jóvenes que no están ofreciendo buen rendimiento y, quizás, de los veteranos que sí se están revalorizando, como James Johnson, para seguir intentando traer nuevas caras y picks. Por supuesto, la situación a corto plazo pinta muy fea para los Miami Heat, pero parece necesaria para tener un buen futuro dentro de unos años.