La revolución de Yogi Ferrell en Dallas
La "Yogimania" llega para quedarse
Una de las razones por las que la NBA es la mejor liga deportiva del mundo es por su amplia variedad de historias increíbles. La de Yogi Ferrell, un novato que no fue elegido en el draft del año pasado y está conduciendo a los Mavericks en su mejor momento, es apenas una de ellas. Las 30 franquicias no lo seleccionaron el pasado mes de junio y el joven de 23 años terminó siendo reclamado por los Brooklyn Nets en la liga de verano. Finalmente, el base debutó en la NBA el 9 de noviembre, pero a las pocas semanas volvió a ser cortado y acabó en la Liga de Desarrollo tras jugar 10 partidos con los Nets. Cuando el destino parecía estar jugando con la suerte de un novato de baja estatura y pocas probabilidades en la liga tras varias idas y vueltas, Ferrell recibió un llamado de los Dallas Mavericks para incorporarse a un equipo plagado de lesiones. Desde el primer momento en los Mavs, su carrera dio un salto de calidad inimaginable para un jugador que había firmado un contrato de 10 días.
Ferrell llegó a los Mavs el pasado 28 de enero y, casi sin tiempo de aprender su rol en el equipo, al día siguiente Rick Carlisle le dio la titularidad en San Antonio, tomando un riesgo impensado y exponiendo a un novato que tendría que lidiar con el sistema de la mejor franquicia de los últimos 20 años. De todas formas, el inexperto armador se adueñó del puesto, demostrando un oficio y una determinación que superaron las expectativas de los Mavericks. Dallas, un equipo castigado por las lesiones de sus bases titulares y la irregularidad en una temporada que comenzó de la peor manera, encontró en el joven de 23 años un valioso talento que encabezó al equipo con su destacada actitud para encadenar la mayor cantidad de victorias en fila en la actual fase regular. Con una entrega hacia el resto de sus compañeros digna de un veterano que prioriza las grandes metas, Yogi Ferrell fue clave sellando el triunfo de Dallas en San Antonio, superó la producción ofensiva de Kyrie Irving e imprimió su mejor versión al encestar nueve triples ante Damian Lillard y los Portland Trail Blazers para impresionar a la liga entera anotando 32 puntos. Todo en una semana y bajo un contrato mínimo de 10 días.
Luego de las victorias ante San Antonio y Cleveland, Dirk Nowitzki elogió la actitud de Ferrell en sus primeros partidos:
«Está logrando contribuir en ambos costados de la cancha. Parece no tener miedo alguno».
Carlisle aportó que el actual base titular aprendió rápidamente los sistemas y su rol en el equipo tras el agónico triunfo en Portland:
«Me encanta la manera en la que está jugando. Tiene una gran energía y aprovecha los jugadores que tiene a su alrededor. Es un joven oportunista y está claro que vino a demostrar su valor».
Precisamente, gran parte de la explosión de Ferrell y su reciente éxito se deben a la cultura ganadora que poseen los Mavericks y el toque de calidad que Carlisle tiene para potenciar jugadores que suelen volar bajo el radar. El trabajo del entrenador con aquellos que no fueron seleccionados en el draft es una obra maestra. Dorian Finney-Smith tuvo su momento en el centro de la escena a principios de la temporada cuando se destacó por su defensa. Más recientemente, el éxito se lo adjudicó Seth Curry, pieza fundamental de la alineación titular de Carlisle que impulsó a los Mavs a una necesitada racha de grandes triunfos. Para Wesley Matthews -otro jugador que sorprendentemente no fue elegido en el draft- sobran las palabras. El líder emocional del conjunto texano se ganó constantes elogios de Carlisle, quien lo caracterizó como un jugador imprescindible en el vestuario de su equipo por su notable sacrificio hacia el equipo, siendo un ejemplo en ambos costados. La capacidad del actual entrenador de Dallas se evidencia nuevamente en el caso de Yogi Ferrell. Carlisle le dio la confianza y la libertad necesaria y el novato, tras las ausencias de Deron Williams, J.J. Barea y Devin Harris, culminó la mejor semana de su corta carrera siendo el máximo anotador de su equipo en un triunfo de vital importancia para las aspiraciones de los Mavericks en su búsqueda de los playoffs.
Yogi Ferrell ha llegado al corazón de los #MFFL por acciones como esta! #MFFL pic.twitter.com/19ewIA7tFE
— D-Town Mavs (@DTownBasket) 3 de febrero de 2017
Con un nivel superlativo y totalmente inesperado, Ferrell desató una revolución en las redes sociales luego de que el partido ante los Trail Blazers haya sido transmitido por cadena nacional el pasado viernes. La «Yogimania» es tendencia en Dallas. Ferrell ha deleitado a los fanáticos de los Mavs no sólo por su capacidad anotadora, sino también por su inteligencia dentro de la cancha, que lo llevó a tomar las decisiones correctas en todos los exámenes que rindió hasta el momento. Ha guiado a los Mavericks hacia una racha de cuatro victorias, anotando 17.8 puntos, repartiendo 5 asistencias por juego y lanzando un 44% en tiros de campo, un maravilloso 52% en triples y un confiable 90% en tiros libres. Quizás la NBA no haya visto semejante revolución desde los inolvidables días de Jeremy Lin en el centro de la escena cuando iluminó a la ciudad de Nueva York con su talento. Lo cierto es que sus números son dignos de ser tenidos en cuenta en la votación para el jugador de la semana. Aunque vuele bajo el radar y compita en este caso con remarcadas superestrellas, Yogi Ferrell revolucionó una temporada que parecía perdida para Dallas y se ganó un contrato de dos años con la franquicia texana luego de su primera y extraordinaria semana con el equipo.
Con aún mucho por aprender y el difícil desafío de mantener una confiable regularidad, Yogi Ferrell da sus primeros pasos en la NBA. Un pequeño gigante que los Mavericks reciben con los brazos abiertos y que, de la manera más imprevista, está logrando que su equipo avance posiciones en la siempre salvaje Conferencia del Oeste.