Por qué Chicago Bulls debería traspasar a Jimmy Butler

la reconstrucción parece estar muy cerca

jimmy butler
Matt Sisneros

Chicago Bulls parece estar más cerca de la reconstrucción que nunca, o por lo menos eso habrían indicado los últimos informes de periodistas y ejecutivos NBA. El extraño proyecto construido por la directiva de Illinois parece no cuajar del todo, y los malos resultados se trasladan a un candente vestuario. Por ello, los focos vuelven a estar sobre Jimmy Butler.

El traspasar a tu jugador franquicia supone un inevitable proceso de reconstrucción, y a pesar de que ello augura muchas derrotas en, como mínimo, los 2-3 años venideros, a la larga podría convertirse en la mejor respuesta para lograr grandes resultados.

Así pues, ¿por qué Chicago Bulls debería traspasar a Jimmy Butler?

Desaprovechando a Jimmy Butler

Este motivo es sin duda uno de índole más personal, pero me parece frustrante el ver un gran talento desaprovechado, y en este caso todavía más, cuando todo el gran jugador en el que Jimmy Butler se ha convertido, lo ha logrado mediante puro trabajo duro.

Únicamente tanto él como Giannis Antetokounmpo son los jugadores que están recibiendo una mínima consideración para el MVP a pesar de los negativos resultados de sus franquicias. Comprensible si tenemos en cuenta que Butler posee un valor de 8.9 Win Shares sobre las 25 victorias de Chicago, mientras que Antetokounmpo posee 7.7 sobre las 22 de Milwaukee. Sin duda alguna, dos jugadores que, a pesar de la situación de su equipo, están logrando tener un impacto colosal en las victorias cosechadas.

Además, y volviendo exclusivamente a Jimmy Butler, ha cumplido hace poco sus 27 años, con lo que muy posiblemente, las próximas 4-5 temporadas ofrezcan a este jugador en su máximo esplendor. A día de hoy, sigue mejorando, en especial en el apartado ofensivo, algo que muy pocos esperábamos cuando hizo su llegada la NBA. Con 24.6 puntos por noche, es el 12º máximo anotador de la NBA, todo ello sin estar entre los 20 primeros jugadores en cuanto a porcentaje de uso de jugadas, y debiendo defender al mejor jugador del equipo contrario cada noche. Un talento MVP que se está desaprovechado por culpa de las malas decisiones de la directiva.

El Draft 2017, uno de los más potentes

No es ningún secreto ya a día de hoy que esta camada de jugadores jóvenes es una de las más prometedoras de la última decada (de verdad, ¡y sin ningún nuevo LeBron James!). Grandes nombres como Markelle Fultz, Lonzo Ball o Josh Jackson acaparan la atención de los medios nacionales tanto por su increíbles actuaciones como por lo que podrían llegar a ser.

Tampoco es ningún secreto que las últimas elecciones de Chicago en el Draft no están siendo nada fructíferas. Doug McDermott, Nikola Mirotic, Bobby Portis o Denzel Valentine. En el caso de los dos primeros, las esperanzas son cada vez menores, mientras que estos dos últimos apenas están contando para Fred Hoiberg. Quizá lo realmente preocupante es que hombres como Cristiano Felicio o Paul Zipser, en principio totales desconocidos, estén siendo capaces de ganarse un puesto en la rotación, por delante de los anteriormente mencionados.

Sin duda alguna, donde más debilidades encontramos en Chicago Bulls es en la posición de base, y precisamente este Draft 2017 trae a algunos de los mejores. Es por ello, que, de darse un movimiento por Jimmy Butler, lo prioritario en la negociación sería la adquisición de uno de los picks más altos de este Draft, en el que garantizar que por lo menos uno de los anteriormente mencionados Fultz o Ball, estuvieran todavía disponibles.

Llega la agencia libre, ¿y qué?

Uno de los principales objetivos de la directiva de Chicago Bulls durante este verano era mostrarse atractiva de cara a los agentes libres, además de demostrar que el equipo tenía más que suficiente para llegar a Playoffs. Por el momento, ambos aspectos son para coger con pinzas.

Por una parte, el tener a nombres en el equipo como el de Dwyane Wade y Rajon Rondo siempre habría sonado bien… si estuviéramos en 2010. Con el debido respeto a ambos jugadores, ya que han demostrado que en las circunstancias adecuadas siguen pudiendo rendir de la forma en que dejaron bocas abiertas noche tras noche (defensa a un lado), llegados a este punto dudo que sea posible argumentar la contratación de ambos jugadores en el verano de 2016 (de ambos, si hubiera llegado solo uno de los dos, no existirían ni mucho menos tantos problemas).

Por otra parte, el equipo es séptimo en la Conferencia Este, pero parece innegable que esto es más demérito del resto de franquicias que mérito del conjunto de Fred Hoiberg. Bajo ningún concepto este equipo ha demostrado tener un juego merecedor de hacer algo relevante en postemporada, más allá del buen hacer en los tableros y el nivel defensivo mostrado cuando el equipo está concentrado.

Así que llegados al verano de 2017, por ahora, podemos suponer que la franquicia no apunta a ser de los destinos más atractivos de los agentes libres (la combinación de problemas de vestuario y espionaje a jugadores no ayuda demasiado), por lo que ciertos nombres como los de Chris Paul, Kyle Lowry o Gordon Hayward deberían quedar totalmente descartados (ni plantear a los Curry y Durant). Jrue Holiday, Greg Monroe, Kentavious Caldwell-Pope e incluso el traspasado Derrick Rose, a partir de este calibre sería donde Chicago tendría oportunidades, jugadores cuya franquicia no arranca y tampoco apunta a tener un futuro mucho más prometedor que el de Chicago.

¿Son estos nombres suficiente? Desde luego todo apuntaría a que Chicago debería suplir las posibles bajas de este verano (Gibson, Mirotic, MCW, Felicio, y tanto Wade como Rondo podrían finalizar su estancia en La Ciudad del Viento) con otros tantos jugadores de calidad similar o menor y con un fit junto a Jimmy Butler tampoco demasiado favorecedor.

Conclusiones

Creo que tras analizar el presente y el futuro a corto plazo de Chicago Bulls, la conclusión a la que podemos llegar es que deberían darse un seguido de complejas circunstancias para que Jimmy Butler cosechara el éxito que posiblemente merece en la franquicia de Illinois. Los Bulls no se encuentran en una posición que les vaya a permitir mejorar rápidamente en poco tiempo a menos que se produzca drásticos cambios.

Llegados a este punto, parece claro que hay dos situaciones posibles: 

  • Traspasar a Jimmy Butler por la mayor cantidad de jugadores jóvenes y picks de draft posibles (o de mayor calidad) que se puedan encontrar, facilitando así un proceso de reconstrucción.
  • Traspasar a gran parte de la plantilla actual con el objetivo de, posiblemente, traer a jugadores de menor calidad que los actuales, pero que permitan a Jimmy Butler un mayor despliegue de su talento.

Ambas posibilidades no garantizan, ni mucho menos, el éxito, pero como sucede con los entrenadores, siempre se dice que es más fácil cambiar a uno, que no a diez (sobre todo cuando este uno posee un elevadísimo valor de mercado).