Goran Dragic lleva a Miami Heat a la 11ª seguida

Miami Heat 115 - 113 Minnesota Timberwolves

Goran Dragic fue el mejor jugador de Miami Heat anoche y les lideró en todo momento - Keith Allison (CC)
Goran Dragic fue el mejor jugador de Miami Heat anoche y les lideró en todo momento – Keith Allison (CC)

Miami Heat visitaba la cancha de Minnesota Timberwolves en un partido que se saldó con victoria merecida de los de Florida, que no llegaron a ir por detrás nunca en el marcador, pero a los que les tocó sufrir hasta la última décima para certificar la victoria número 11 seguida para el conjunto de Spoelstra. Los Timberwolves, por su parte, tuvieron una mala primera parte en defensa y eso les lastró; supieron luchar al final, pero sin premio. Con esta derrota los PlayOffs vuelven a quedar lejos, a cuatro partidos de distancia.

Miami empezó como un tiro el partido gracias a que Whiteside se imponía y Dragic hacía lo propio en el juego exterior con tres triples. Tan bueno fue el despliegue ofensivo que anotaron 40 puntos y aunque los Wolves no estuvieran mal en ataque con 33 tantos, no defendieron ni una sola jugada. El segundo fue más de lo mismo, las defensas no hicieron apenas acto de presencia y Miami, que además tenía el día en ataque, anotó 11 triples en la primera mitad, cinco de ellos sin fallo de un Dragic completamente on fire (21 puntos con 8/9 en TC llevaba). 71-57 era el resultado tras dos periodos.

En la reanudación apareció Andrew Wiggins, a quien los Timberwolves echaban en falta y necesitaban como el comer. Con él más enchufado las sensaciones mejoraron y, pese a que Dragic se mantuvo a un nivel altísimo, los Timberwolves lograron reducir la ventaja a cinco puntos, 93-88. Ya en el último esa pequeña diferencia terminó de desvanecerse y la igualdad fue máxima, pese a que Minnesota no logró culminar la remontada y ponerse por delante en ningún momento. El final fue de infarto, pues Miami Heat ganaba por cuatro, pero un par de errores permitieron a los Wolves robar balones y anotar, con lo que al final, en la última posesión, la diferencia era solo de dos puntos. Lo intentó Wiggins complicándose la vida tras dejar pasar una opción liberada de tres, quiso ser el héroe y se convirtió en villano. Estaba on fire pos esos dos robos suyos, se sentía Dios, pero volvió a ser mortal cuando el aro escupió su tiro y la derrota se certificó para los Wolves por 115-113.

Goran Dragic, quizás el mejor partido de su carrera

Si Miami Heat ganó gracias a alguien fue a Goran Dragic. Terminó el partido con 33 puntos y 9 asistencias, con 13/17 en tiros y 7/9 en triples; pero sobre todo dio la sensación de dominar el partido de cabo a rabo. Cuando su equipo necesitaba puntos, ahí estaba él. Cuando necesitaba movimiento de balón para generar, ahí estaba él. Cuando necesitaba de buenas defensas y/o juego duro para parar las mini-rachas de los Wolves, ahí estaba él. Dominó a su antojo y los Heat le deben la 11ª victoria seguida.