El broche de oro para una carrera dorada

Dirk Nowitzki superó los 30.000 puntos

Dirk Nowitzki Dallas Mavericks
Dirk Nowitzki es el tercer jugador en lograr los 30.000 puntos con una sóla franquicia – Scott Mecum (CC)

Dirk Nowitzki llegó al American Airlines Center como siempre lo ha hecho. Sin deslumbrar con su atuendo, aunque vestía formalmente de traje, las cámaras lo rodeaban mientras le dedicaba unas palabras a la lente de una de ellas. Aunque él mismo sabía que iba a ser una noche especial, fue fiel a su rutina habitual en la previa de cada partido, manteniendo la calma antes de la tormenta. Con una sonrisa que contagia y una personalidad única, Nowitzki -a diferencia de numerosas superestrellas- pasa desapercibido fuera de las canchas y se mantiene ajeno al mundo de la moda. Su estilo inconfundible lo plasmó dentro del rectángulo de juego, el lugar mágico en el que consiguió una cantidad extensa de elogios y logros a lo largo de su inmejorable carrera deportiva.

El partido de anoche entre los Mavs y los Lakers que Dallas ganó con total comodidad será simplemente una anécdota más el día de mañana. En el centro de la escena quedó Nowitzki nuevamente, el protagonista de una noche inolvidable no sólo para él, sino también para la franquicia texana y el básquetbol mundial. La superestrella de los Mavericks lleva 19 años en la liga y lo ha ganado todo. Absolutamente todo. Y mágicamente aún se mantiene ansioso por volver a las canchas para una 20ª temporada con Dallas para escribir, una vez más, su nombre en las páginas doradas de la mejor liga del mundo. Entre algunos de sus logros más destacados, Nowitzki ha sido seleccionado para el Juego de las Estrellas en 13 ocasiones, fue el MVP de la temporada 2006-07 y obtuvo el máximo premio para cualquier basquetbolista en 2011, estableciéndose como el mejor jugador extranjero de la historia de la NBA. En una carrera repleta de hazañas impactantes, el emblema de los Dallas Mavericks superó en el duelo ante los Lakers los 30.000 puntos anotados de manera fugaz, superando cualquier tipo de expectativa y anotando 25 tantos en la primera mitad para adueñarse de una cálida ovación por parte del público y de sus compañeros en una noche llena de fuertes emociones.

Sólo cinco jugadores en la historia habían superado el desafío de anotar sobre esa gigantesca cifra. Nowitzki se une a ese prestigioso grupo siendo el menos esperado en lograr 30.000 puntos en la NBA. ¿Quién iba a apostar que un jugador surgido de un pueblo desconocido de Alemania sin tanta fortaleza física llegaría tan lejos y sobrepasando tantos obstáculos? ¿Quién diría que construiría semejante reputación en la liga luego de un primer año difícil con varios cambios y adaptaciones a una nueva vida lejos de casa? La carrera de Nowitzki ha sido tan sorprendente como improbable. Es el único jugador extranjero que, individualmente, se metió en la tierra de los más poderosos. La superestrella de los Mavs recibió una de las más cálidas ovaciones del público cuando superó la barrera de los 30.000 y se contagió de la felicidad de miles de fanáticos en el American Airlines Center que gritaban eufóricamente. Hasta el mismo Nowitzki lucía emocionado, tal y como lo estaban Rick Carlisle, Mark Cuban, Donnie Nelson y Holger Geschwindner. Aunque ganar el campeonato en 2011 fue, sin lugar a dudas, su mayor logro personal, haber llegado tan alto en la lista de los máximos anotadores ha sido la segunda mayor hazaña de Nowitzki. Dentro de esa prestigiosa lista, el alemán es el jugador que se diferencia del resto por sus características y personalidad, pero al mismo tiempo es pura y exclusivamente justicia divina que pertenezca a ese grupo. Porque implementó su juego rompiendo todos los pronósticos. Porque estableció un movimiento inédito que se ha vuelto legendario con el correr de los años. Y porque revolucionó su posición y se ha vuelto un modelo a seguir.

Nowitzki pronto le pondrá fin a una soñada carrera profesional. Por eso cada paso hacia los libros de la historia de este deporte toma una relevancia mayor a esta altura de su vida. Con 19 años en una liga de enorme exigencia para un jugador de su estilo, el alemán siempre se reinventa y busca nuevos desafíos. Lo demuestra estando determinado a volver para jugar una 20ª temporada con los Mavericks. Lo demuestra confiando en la renovación de su equipo con las jóvenes adquisiciones que lograron Cuban y Nelson. En esta campaña, poco le ha salido correctamente a los Mavs y hasta el mismo Nowitzki se vio atrapado por las lesiones, aquel enemigo inmortal para cualquier deportista. Pero aún así es inspirador observar su energía, alegría y compromiso con una franquicia que se tendrá que adaptar a su ausencia en la próxima década. Es una superestrella distinta, fuera de serie y que rompe todos los pronósticos. No sólo por el impacto trascendental que tuvo para un mismo equipo durante 19 temporadas, sino también por lo que genera fuera de la cancha. Como todo ser humano, ha cometido errores y se vio envuelto en situaciones adversas, pero Nowitzki es un personaje verdaderamente único. Visita hospitales. Organiza eventos solidarios. Y, hasta por su ritmo lento en los últimos años, bromea sobre sí mismo y le saca una sonrisa a miles de fanáticos que aprecian la calidad humana de una superestrella inigualable. Rivales, ex compañeros y celebridades del mundo del deporte se tomaron unos segundos para felicitarlo, lo cual habla del respeto que se ganó en la liga y también de su extraordinaria personalidad fuera de las canchas.

Dirk Nowitzki superó anoche los 30.000 puntos anotados en la NBA, una hazaña histórica para cualquier jugador. Nuevamente es noticia en todos los medios deportivos del mundo. El día de mañana tomaremos mejor dimensión del semejante logro que acaba de conquistar. Hoy, las palabras sobran. Simplemente no alcanzan para describir esta grandeza incalculable. La NBA vivió su noche más emocionante desde los 60 puntos que Kobe Bryant anotó en su inolvidable despedida. Aunque probablemente sea superado en los próximos años por LeBron James en esta lista de anotadores, Nowitzki no dejará de pertenecer a un grupo que se estableció por méritos propios en lo más alto de un deporte en el que abundan los gigantes. Quizás haya sido su último logro supremo, pero será más que suficiente para coronar una carrera individual extraordinaria para un jugador de sus características. Nowitzki ha dejado, una vez más, su huella en las páginas más emblemáticas de la NBA. Nos regaló una noche de emociones recordando el legado inigualable que está por terminar de sellar. No habrá otro igual.