Los Mavericks, en busca de una identidad concreta

Dallas alternó constantemente victorias, derrotas y altibajos

Cuban aceptó que los Mavericks carecen de una identidad definida y ya priorizan la temporada entrante – JD Lasica (CC)

Llegando casi al tramo final de una irregular temporada, los Dallas Mavericks atravesaron diversos cambios y tomaron distintos caminos que los han depositado en la posición que actualmente ocupan. Ni están en puestos de playoffs, ni tampoco en el fondo de la Conferencia del Oeste que les proporcionaría una excelente posición en el próximo draft. La alta variedad de jugadores que Rick Carlisle se vio forzado a utilizar debido a lesiones permanentes no le permitió al conjunto texano construir un ritmo constante para encadenar una sólida racha de victorias en fila. Su principal déficit también les ha prohibido establecer su verdadera identidad, ya que durante toda la temporada alternaron triunfos importantes ante rivales de categoría y también derrotas abultadas ante equipos de menor talla.

La marcada inconsistencia de los Mavericks se vio a lo largo de una temporada que olvidarán rápidamente. En diversos puntos de la actual fase regular, los Mavs consiguieron sólidos triunfos ante rivales de gran peso. A fines de diciembre y a principios del 2017, Dallas logró victorias ante Los Ángeles Clippers, Cleveland, San Antonio, Portland y Utah. En febrero, ya con la valiosa adquisición de Nerlens Noel, los triunfos llegaron ante Oklahoma, Miami y Memphis, todos equipos que se han establecido en puestos de playoffs. Sin embargo, por numerosos inconvenientes, desconcentraciones e irregularidades en el nivel colectivo, el conjunto texano nunca pudo consolidar un período de regularidad para dar un salto de calidad que les hubiera garantizado un pasaje hacia la postemporada.

Además de sufrir el peor inicio de temporada regular en toda la historia de la franquicia, los Mavs no fueron capaces de adueñarse de varios partidos que partían como favoritos. Las tempranas caídas en New York y Orlando en noviembre empezaban a representar el duro desafío de triunfar fuera de casa. Luego, en diciembre, Dallas sufriría una abultada derrota en el propio American Airlines Center ante un inconsistente e indescifrable equipo de Sacramento. Ya en la segunda mitad de la temporada, donde cada derrota altera las chances reales de cualquier equipo que lucha por su sobrevivencia, el conjunto de Carlisle se vio superado en duelos directos ante Phoenix, Minnesota y -precisamente- frente a Portland y Denver en partidos decisivos por adueñarse del octavo puesto. Llegado el tramo final de la fase regular, los Mavs tienen por delante un exigente calendario. Aunque la inexplicable y abultada derrota en Philadelphia haya terminado de sentenciar la temporada de Dallas, el conjunto texano enfrentará estos exigentes partidos restantes con el sacrificio necesario para estar a la altura, continuando su proceso de renovación de cara a la temporada entrante. En la previa del inicio de una semana desafiante, Mark Cuban admitió que su franquicia atraviesa un período de reconstrucción y señaló la importancia de los próximos desafíos de los Mavs:

«Como equipo estamos tratando de encontrar nuestra propia identidad. Tenemos que jugar más fuerte que el otro equipo. Estamos en un proceso de aprendizaje. Por un momento pensamos que era 2011 y podíamos superar a varios rivales, pero no somos los suficientemente buenos todavía. Esta seguidilla de partidos nos ayudará porque jugamos mejor ante los buenos equipos. Pero si llegamos a los playoffs o no, este plantel se mantendrá en su mayoría en la temporada siguiente. Tendremos un pick en el draft y quizás un agente libre, por lo que no estamos jugando para este año. Estamos construyendo la química para la temporada entrante».

Alternando victorias y derrotas en una gran cantidad de oportunidades, la pregunta es obvia. ¿Cuál es la verdadera identidad de estos Dallas Mavericks que pueden triunfar ante rivales de categoría, pero también perder frente a equipos más débiles exponiendo una remarcada falta de esfuerzo y concentración? La temporada ha sido tan atípica para Dallas, una franquicia acostumbrada a disputar partidos vibrantes de playoffs, que el conjunto texano ha perdido su identificación en la liga. Es un año de cambios drásticos para los Mavs, que dejaron de ser un equipo veterano para renovarse con un núcleo de jugadores jóvenes que pretenden dar un salto de calidad en la NBA. El proceso de renovación no ha sido fácil para la mayoría de los equipos que lo atraviesan. Muchos de ellos deben recurrir a acumular derrotas, asegurándose una de las últimas posiciones para adueñarse del mejor talento joven del draft. Pero el desafío para Carlisle y Cuban prioriza una reconstrucción que no deba forzar a la franquicia a tocar fondo. Dirk Nowitzki le ha dado, durante gran parte de sus 19 años en la liga, una identidad ganadora a los Mavericks, pero la actual temporada le planteó una cantidad impredecible de desafíos a los Mavs, por lo que ahora habitan en un territorio desconocido y en tierra de nadie. Tan lejos lejos del octavo puesto como de los últimos, que -al fin y al cabo- garantizarían una de las primeras elecciones en el draft.

Con menos de un mes de competencia, los Mavericks lucen más lejos que cerca de lograr su objetivo de llegar a los playoffs. Además de sufrir reiteradas lesiones que forzaron impensados cambios, el conjunto texano atravesó una temporada entera deambulando por puestos atípicos para una franquicia que logró estar en lo más alto hace seis años. Desde entonces, Dallas ha perdido su identidad, intercambiando una gran cantidad de jugadores año tras año y desperdiciando las últimas temporadas de Nowitzki. La franquicia texana estará eternamente en deuda con su máxima superestrella, por lo que su primordial objetivo para el año entrante deberá ser recuperar su identidad ganadora. Otro mercado de pases de suma importancia asoma en el horizonte para los Mavs.