«Trust the Process», el porvenir de Joel Embiid
Las posibilidades de los Sixers con Joel Embiid
Tras la lesión de Joel Embiid, los Sixers deben decidir acerca de su futuro, aunque todo apunta a que se quedará en Philadelphia liderando el Process. El pasado miércoles 1 de marzo, los Sixers anunciaban la trágica noticia acerca de su jugador franquicia, Joel Embiid, quien finalmente se perderá el resto de temporada debido a que el desgarro en el menisco de su rodilla izquierda resultó ser más grave de lo que habían revelado las primeras exploraciones.
El comunicado resultó todo un mazazo para los seguidores de Philly. El estallido del pívot se había convertido en un icono, sinónimo de un futuro más que prometedor y augurio de gloria bajo el lema: “Trust the Process”.
A pesar de sufrir un parón de dos años y haber disputado únicamente 31 partidos, ha conseguido promediar 20.2 puntos, 7.8 rebotes y 2.5 tapones en su año de rookie. Unos números de escándalo al alcance de muy pocos, entre los cuales encontramos nombres como Alonzo Mourning, Tim Duncan o Shaquille O’Neal, según Basketball-Reference. Añadir que él lo ha conseguido con restricción de minutos.
Tras todo lo acontecido, en Philadelphia surge un dilema respecto al que fue elegido nº3 del Draft 2014, ¿deberían los sixers ofrecer el ‘todo por el todo’ o reservarse para la agencia libre?
RENOVACIÓN INMEDIATA
Una ampliación máxima e inmediata de su contrato supondría 150 millones de dólares por 5 temporadas, pero asegurarían su continuación en la franquicia.
Por un lado, Embiid se ha ganado el respeto de toda una liga en tan solo una treintena de partidos, e indudablemente posee el potencial necesario para convertirse el mejor en el 5. Aún más importante es el hecho de haberse ganado el cariño de todo sixer; a compás con su juego han brotado las esperanzas del esperado proyecto, elevándolo como la estrella de los Philadelphia 76rs.
Por otro lado, sus continuas lesiones durante los últimos años evidencian el riesgo de acarrear secuelas que pudieran imposibilitarle disfrutar de más campañas.
No obstante, existe una posibilidad en un futuro apremiante, si la directiva logra llegar a un acuerdo con el jugador por menos del máximo salario, con opción de aumento las siguientes temporadas.
ESPERAR A LA AGENCIA LIBRE
Joel Embiid sería agente libre en el verano de 2018, cuando se escucharían ofertas por el pívot.
En este hipotético caso, nuevas piezas entrarían en juego; el interés de otros equipos y la decisión personal del jugador. Ambas serían resultado del nivel de juego mostrado en la temporada 17-18 y que siendo favorables podrían poner el peligro su continuidad, si bien sea demasiado pronto como para tenerlo en cuenta.
Sin embargo, en la agencia libre, Philadelphia tendría el derecho de ofrecer al jugador un nuevo contrato durante más tiempo y con el máximo salario. Además, también permitiría a los sixers comprobar su rendimiento en pista y su evolución con las lesiones en la próxima temporada, omitiendo riesgos y pudiendo salir realmente beneficiados.
ESPERAR TIENE MÁS SENTIDO
Tal y como yo lo veo, tras una profunda reflexión, me decanto por esperar al próximo verano.
Es cierto que en un periodo muy breve Embiid ha conseguido lo que ningún fichaje ni ningún Draft habían logrado desde el gran decaimiento; devolver la ilusión a nuestra franquicia. Él es, sin duda alguna, el pilar fundamental de este ‘Process’, capaz de conducirnos nuevamente a los Playoffs, y quién sabe si a un nivel superior. Desde luego, no hay ninguno de sus 31 partidos que nos impida soñar.
Desgraciadamente las lesiones han hecho mella en el camerunés, y se espera que no vaya a disfrutar de ningún partido más en lo que resta de temporada. Por ello, esperar tiene más sentido; ya que aunque su recuperación pueda ser favorable y exhiba un dominio absoluto, también cabe la posibilidad de que no se recupere por completo, arrastre graves problemas que obliguen a perderse más choques o no pueda competir al ritmo alto y requerido. En cuyo caso, esperar a 2018 nos daría la oportunidad de comprobar si Joel Embiid sigue siendo el jugador que tiempo atrás hizo suscitar las comparaciones con Hakeem Olajuwon.
Además, intereses de otros equipos aparte, en lo personal el pívot se siente muy cómodo y querido en Philadelphia, es consciente de los malos momentos que ha atravesado el equipo y tiene sobrada confianza en sus compañeros. Por esta razón, dudo mucho que quiera desvincularse por su cuenta del proyecto, y nos brinda cierta seguridad de que se quede en un futuro a pesar de que su renovación no se produzca de forma inmediata.
Personalmente, no quiero ni pensar en una nueva recaída. Como todo fan, estoy tremendamente ilusionado con los nuevos sixers, que a pesar de los pronósticos, las lesiones y los ‘haters’, dimos un golpetazo sobre la mesa a base de buen baloncesto, y acallamos las voces que nos situaban como peor equipo de la competición. La temporada que viene se presenta apasionante con el regreso de Ben Simmons y Joel Embiid, un Dario Šarić desatado, y quién sabe qué nos deparará el mercado. ¡Trust the Process!