James Dolan acusa a un aficionado de alcohólico

El dueño de los New York Knicks, James Dolan, regresa al centro del huracán tras verse envuelto en una nueva trifulca, esta vez con un fan de la franquicia neoyorquina. Mike Hamersky, abogado y aficionado del equipo, reprochó a Dolan su gestión de los Knicks con un rotundo: “¡Vende el equipo Jim!”. El empresario, que estaba con Irving Azoff, amigo y reputado manager, se encaró con él y lo insultó, algo que el propio James Dolan reconoció después en una entrevista para Deadspin. No fue lo único que dijo, el propietario knickerbocker también insinuó que su crítico iba bebido:

“Él tenía una botella de cerveza abierta y olía a alcohol, así que le dije que no iba a entrar en el edificio”

Lo interesante de este nuevo capítulo en la vida de James Dolan no es el hecho de que un aficionado le reprochase su gestión, ni que este se haya encarado con él.  Lo más llamativo de esta historia es que las dos personas que lo han criticado públicamente, Mike Hamersky y Charles Oakley, han sido acusados de haber bebido. De hecho, en el incidente que tuvo con el ex-jugador de la franquicia neoyorquina declaró que tenía problemas con el alcohol:

“Para mí, Charles ha tenido un problema. Lo hemos dicho antes, él es su propio problema. La gente tiene que entenderlo. Tiene un problema con su enfado. Él es física y verbalmente abusivo. Quizá también tenga un problema con el alcohol”.

Sin duda, James Dolan no encaja bien las críticas de una afición que tiene muchos motivos de los que quejarse esta temporada en la que no se ha logrado ni clasificarse para «playoffs» ni «tankear» en condiciones. El propietario de una franquicia como los New York Knicks debería ser consciente y tener la autocrítica suficiente como para darse cuenta de que algo falla, en parte él, dentro de este equipo.