Los Rockets deben decidir sobre el futuro de Clint Capela
El pívot es importante en defensa dentro del equipo
Houston Rockets, franquicia que está en pleno proceso de cambio de propietarios, podría renovar antes de que acabase este verano al pívot Clint Capela, de 23 años y con tres temporadas ya a sus espaldas. El jugador suizo afronta ya su cuarto año en la liga y al finalizarlo, podría cambiar de aires como agente libre.
Capela siempre ha sido un jugador de perfil bajo desde que llegase a la NBA y se diera a conocer en la postemporada de 2015. Sus grandes facultades y las constantes mejoras en su juego han hecho que pueda ser un jugador con grandes ofertas en la agencia libre y por ello, quizá Houston deba tratar de ampliar su contrato.
En 65 partidos para la franquicia texana, jugando 59 de ellos como pivot titular, promedió unos nada desdeñables 12’6 puntos manteniendo un 64% en tirosde campo con 8’1 rebotes, además de aportar mucha intimidación en la zona y poder cambiar en defensa sin muchos apuros ante guards rivales.
Aunque no se espera que Capela mejore de forma notable su tiro o su juego de espaldas al aro, con la llegada de un base como Chris Paul, jugador que siempre ha mejorado el rendimiento de pívots atléticos como DeAndre Jordan o Tyson Chandler, el pívot no cabe duda de que mejorará sus números ofensivos de manera incuestionable.
Pese a todo esto, que Capela quiera renovar o no es solo la mitad de la ecuación, ya que Houston tiene que calcular fríamente el gasto en dinero que está dispuesto a hacer para extender su contrato. Esto se debe a que con la renovación de James Harden y la posible renovación de Chris Paul el verano próximo, en los años siguientes la franquicia podría rebasar con facilidad la línea establecida para el impuesto de lujo si no tiene cuidado ya que solo en su backcourt podría «dejarse» 80 millones dólares al año en salarios.
Además, Houston también tiene comprometidos más de 40 millones de dólares en el trío que forman Ryan Anderson, Eric Gordon y P.J. Tucker para la temporada 2019/2020, por lo que no sería de extrañar que el nuevo propietario, Tilam Fertitta, tuviera que pagar facturas muy elevadas debido al impuesto de lujo si renueva a Clint Capela y a Trevor Ariza por unos 20 millones de dólares combinados, ya que superaría la línea del impuesto de lujo por unos 20 millones, cifra elevadísima.
Otras variables al caso Clint Capela
En un posible escenario lógico, la franquicia podría dejar marchar a Trevor Ariza, debido a que ya tiene una edad y a que su puesto de defensor de perímetro podría ocuparlo P. J. Tucker confiando en que mejore algo sus prestaciones en el tiro. Sin embargo, esto se complica ya que seguramente la amistad que une al alero con Chris Paul ha sido uno de los motivos que llevó al base a jugar para la franquicia texana.
Debido a todas estas restricciones matemáticas y económicas, Daryl Morey puede barajar dos opciones: La primera es la de renovar a Clint Capela antes del 16 de octubre (fecha límite para las extensiones de contrato) y confiar en que será capaz de resolver la ecuación económica que tiene encima de la mesa librándose, por ejemplo, del salario de Ryan Anderson mediante un trapaso; o la segunda, y más arriesgada deportivamente hablando es la de dejar que Clint Capela salga al mercado como agente libre restringido el próximo verano e igualar las ofertas que hagan por él otros equipos.
Esta segunda opción tiene el inconveniente obvio que supone que una franquicia como pueden ser los Nets o los Hawks, en urgente reconstrucción, le ofrezcan un salario elevadísimo y Houston se vea obligado a pagar ese mismo salario si quiere retenerlo en su plantilla. A pesar de poder arriesgada, es más lógica esta segunda opción, ya que en ese mercado de 2018 habrá otros nombres importantes como Embiid o Noel y puede ofrecerse salarios más ajustados a la baja que en estos dos últimos mercados de agentes libres.
Y por último y no menos importante, la posible renovación y la cuantía de la misma de Clint Capela, así como la de Chris Paul, mostrarán cuales son las intenciones del nuevo propietario de los Houston Rockets, Tilam Fertitta. Si bien es cierto, la verdad es que después de haber desembolsado 2’2 billones de dólares para ser su propietario, parece que desembolsar dinero en impuestos de lujo podría no importarle en demasía.