Previa SB 2017/18: Memphis Grizzlies

Las vacaciones se han hecho largas. Uno  de los periodos estivales más jugosos de la historia  que ha provocado una expectación extenuante ante la temporada 2017 -18. Acosados por el síndrome de abstinencia, los aficionados de la NBA ansían que comience el espectáculo y los de los Grizzlies lo hacen con un sabor de boca agridulce: El adiós a Randolph y a Allen rompió muchos corazones. Para amortiguar el dolor queda una  almohada  acolchada con un proyecto  que garantiza seguir compitiendo en un año en el que muchos ya divisaban  una larga reconstrucción en el horizonte.

Situación después del verano 

El dogma Grit and Grind tal y como lo conocíamos, personificado en Allen y Z-Bo, ha tocado su fin. La fuga de veteranos, sin olvidarnos de Vince Carter, amenazó con detonar una liquidación total. Saltaron las alarmas, llovieron rumores sobre posibles pretendientes para Marc, casi se dio por hecho que se rompería la racha de siete ediciones consecutivas asistiendo a los Play Offs. Quizá tocaba asumir el punto y final de los años dorados de esta joven franquicia. Pero la directiva reacciono, hizo los deberes y fue tachando una a una las tareas de su larga lista. Antes incluso de la agencia libre  ya demostró de su capacidad de maniobra colándose en un draft al que no habían sido invitados, consiguiendo dos prospectos que huelen a potencial escondido detrás de un cartel discreto. Veremos.

Como se presuponía las renovaciones no sucedieron pero ante la desbandada llegaron caras nuevas para devolver la ilusión a una afición que se temía hundida en la nostalgia. Difícilmente se mejorará respecto a los últimos años, pero Tyreke Evans, Ben McLemore o el rockie Ivan Rabb ofrecen la posibilidad de seguir creyendo en el presente y la esperanza de alargar tradición de mantener el orgullo inquebrantable. El objetivos es la post-temporada, pedir más seria soñar demasiado a lo grande.

Las estrellas: el tándem Conley-Gasol

Los refuerzos son un buen bálsamo, aunque si hay una razón fiable para seguir creyendo en este proyecto esta reside en el dúo de siempre. Mike Conley y Marc gasol, los dos directores de orquesta que deben marcar el compás para el resto de músicos.

Con el  paso adelante que Conley dio el año pasado es difícil determinar cuál de los dos ejercerá de líder.  Pero ¿Alguien duda de su sintonía? Su complicidad viene abalada por nueve años jugando juntos. Ofrecen las garantías del talento y la experiencia a partes iguales y deben ser el faro que guíe, sobretodo, a los más jóvenes .  El reto ha sido rodearlos de jugadores que ofrezcan más versatilidad a un abanico ofensivo que empezaba a verse obsoleto. Las dudas planean sobre si lograrán contagiar de su tenacidad defensiva a los recién llegados.

Jugador Clave: Chandler Parsons

Dejando a un lado Deyonta Davis que, en boca de Marc Gasol, está llamado a ser el futuro de los osos, el rendimiento a corto plazo está en las manos de Chandler Parsons.  Ya no se trata de que ofrezca un nivel proporcional a su contrato de super-estrella, se trata simplemente de que no sea un lastre. Sus 94 millones limitan severamente el margen salarial y lo irán arrastrando hasta dentro de tres años. El daño ya es irreparable, aceptado unánimemente como el más ponzoñoso de los contratos. Llegados a este punto, el pasado está para aprender y no para castigarse eternamente, así que poco les queda más allá de confiar en que este año conseguirá mantenerse sano y subir el listón. La suerte es que bajarlo seria imposible: 6.2 puntos con un 26.9 % des de el perímetro.

El rokie: Ivan Rabb

Con el pick 35 los Memphis Grizzlies eligieron a Ivan Rabb, un interior con un físico prometedor y con un gran rango de tiro para su posición. Su gran instinto para el rebote le permite tomar ventajas ante interiores más grandes y presenta una gran movilidad para su estatura. Junto a Deyonta Davis pueden ser los pupilos del maestro Marc Gasol, del que pueden/deben aprender un gran repertorio de movimientos.

Muchos lo consideran una de las posibles sorpresas de este Draft pese a ser elegido en segunda ronda. Cabe recordar las predicciones lo situaban en el Top-15 de 2016 pero en el último momento decidió no presentarse.

Entrenador: David Fizdale

En un año se ha ganado el respeto de la afición y la prensa. Su condición de novato era engañosa y lo demostró sacando todo el jugo a un equipo limitado tanto por edad como por talento. Conservando la seña de identidad pero presentando los primeros ápices de adaptación hacia un juego más abierto. Su golpe literal sobre la mesa, el famoso «Take that for data»,  lo catapulto hacia el foco mediático. Debe andar con pies de plomo: si bien en primera instancia puede beneficiar los intereses de una franquicia poco afianzada al spotlight, a largo plazo  lanzarse al show en detrimento del baloncesto no suele atraer buenos resultados.

Su mayor dolor de cabeza el curso pasado fue el solar que tenia en una segunda unidad que, a excepción de Zach Randolph, no ofrecía fiabilidad. Si no quiere que el guión se repita debe exigir regularidad a jugadores como Andrew Harrison y Wayne Selden (su temporada de adaptación terminó) y confiar en que los jóvenes vienen con hambre de comerse el mundo.

Plantilla y salarios: 

Opción de equipo, opción de jugador, opción de terminación anticipada.

Pronóstico:

Por cortesía de las predicciones llegan como los tapados de esta temporada. La mayoría los sitúan fuera de Play-Offs y es ahí donde reside su ventaja. Sin hacer mucho ruido deben ir trazando su camino en el salvaje oeste y rezar para que todo salga a pedir de boca.

La octava plaza se pagará muy cara, cualquier contratiempo desbarataría las opciones de competir con Nuggets o Blazzers por los últimos puestos de PO. Si las lesiones los respetan, y siguen con su liturgia del sacrificio, este equipo ya ha demostrado que puede competir contra conjuntos más sembrados de talento. Récord: 42-40