Golden State cae ante el orgullo celta

14 triunfos seguidos, el sueño continúa.

En una jornada marcada por el calendario, los dos mejores equipos de la liga se enfrentaron. El small ball de los Warriors frente al orgullo verde.

Mientras que en Arizona, un festival de puntos inundó el estado. No se pierda, lo mejor de la jornada a nuestro estilo:

El partido de la fecha

Boston 92  –  Warriors 88

https://www.youtube.com/watch?v=LgZBhEMk9Gc

La racha continua, la prueba fue aprobada, los dioses llegaron al infierno y recibieron un duro castigo. El grito desgarrador en el TD Garden fue histórico: ganamos.

Un triunfo a base de garra, a base de orgullo… palabra divina, palabra mágica que durante años definió una cultura, un gen. Traspasada de generación en generación creada por tantas ilustres estrellas que desfilaron por esta gloriosa franquicia: la más ganadora.

En una temporada de ensueño, el orgullo verde prevaleció sobre los dioses.

No nos ganaran, no podrán, fue el grito de la hinchada antes de empezar, pero los Warriors iniciaron con todo, desatando una oscuridad que se iba apoderando del estadio.

Los hinchas no lo podían creer; su equipo, su pasión iba siendo destruida sin piedad por un cuadro que quería imponer su voluntad, demostrar que siguen siendo los dueños de la NBA.

28 a 18 con un Kyrie Irving y un Jayson Tatum apagados por la férrea defensa de San Francisco, hacían prever un desastroso final.

Sin embargo, un gladiador, un demonio salido del mismo averno, no lo iba a permitir y le dio vida a su cuadro a base de defensa, defensa y más defensa. Su nombre Jaylen Brown, su destino la gloria.

47 a 42 a favor de los Warriors, un triunfo cómodo se iba transformando en un problema.

El orgullo celta define el partido

Al empezar la segunda mitad los Warriors pretendían aumentar su ventaja, pero eso no iba a ser posible, ya que los Celtics apretaron la marca, demostrando orgullo y el por qué son la defensa más dura de toda la NBA.

Una defensa que se tragó literalmente a un Stephen Curry totalmente desconocido, brindando su peor actuación en años con tan sólo 9 puntos y 4 pérdidas.

Siendo Jaylen Brown la imagen viva de los Celtics, anotando 8 puntos seguidos, a partir del minutos 5 del tercer cuarto. Acortando la hegemonía de los dioses, refundando un nuevo capítulo en el partido.

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Un capítulo basado en guerrillas, donde cada pelota era defendida con toda la furia posible por cada jugador celta. Teniendo como resultado, un final de antología en este cuarto 68 a 68.

Lo que vimos el último cuarto fue la resurrección de un líder y el despegue de un talento inconmensurable que va a dar de que hablar durante años.

Kyrie Irving apareció cuando tenía que hacerlo, anotando 11 puntos, destruyendo todo el esquema labrado por Steve Kerr. Demostrando el por qué es el némesis de este cuadro. Gritando con sus puntos al mundo entero que su elección fue la más acertada, quedándole bien el traje de líder.

Mientras que Jayson Tatum despertó de sus miedos al enfrentar a los dioses y asombró su frialdad al anotar 7 puntos. Llevando a la fanaticada verde al éxtasis final, dibujando una sonrisa en cada corazón celta del mundo.

La prueba fue aprobada, los Warriors ya saben quiénes son los ogros del este, el mundo fue testigo cómo el más grande gigante de la NBA despertó su furia para gritar presente y darnos una idea que el cielo es el límite para este joven cuadro lleno de talento.

Boston Celtic vive nuevamente.

El crack de la fecha: Jaylen Brown

Táchenme de loco y de cada adjetivo posible porque la actuación de James Harden fue monstruosa 48 puntos.

Sin embargo, en esta fecha el jugador celta nos demostró que los stats son parte, más no lo son todo para definir una actuación.

El sophmore nos dio una muestra de coraje, de amor propio, de orgullo. Hizo del campo de juego una arena romana, donde a base de temperamento y de un físico privilegiado tuvo a mal traer a todo el equipo de los Warriors.

Cada pelota que luchaba, cada penetración daba un respiro e iluminaba el camino a seguir, transformándose en un faro que guio a los suyos al triunfo.

Contagiando a un cuadro y derrumbando a otro. 22 puntos, 7 rebotes, 2 robos y 2 tapones no hacen más que mostrarnos una parte ínfima de su actuación, ya que su sola presencia dotó a sus compañeros de un gen que nunca va a desaparecer: el orgullo.

El partido de los 258 puntos:

Suns 116 – 142 Rockets

https://www.youtube.com/watch?v=_H5tvMhZdsM

En un juego en donde la defensa no existió, los Rockets apabullaron a los Phoniex en su visita a Arizona. Pudiéndose observar la gran diferencia entre el peor equipo de la NBA contra uno de los equipos de élite.

Desde el inicio, no existió partido, ya que los triples y los tiros libres empezaron a llover cual diluvio. Siendo testigos de todas las deficiencias de un cuadro destinado al draft.

Aunque también observamos la desastrosa defensiva de los Rockets, provocando un llamado de atención a Mike D Antoni porque las ventajas que cedieron van a pasarle factura ante rivales serios.

Para la alegría de los hinchas de Houston, la reaparición de CP3 fue una brisa fresca que los lleva a pensar en grande. Realizando una actuación más que digna: 11 puntos, 10 asistencias, 4 rebotes y como siempre 2 robos.

Mención aparte, la monstruosidad de la Barba, quien no tuvo piedad de nadie, destrozando todo intento por detenerle. 48 puntos con un 18 de 18 en tiros libres, otra locura del amo del eurostep.