Valencia Basket se disfraza de Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Los de Vidorreta sucumbieron en Bamberg tras ganar de 17 puntos

Valencia Basket
El esfuerzo del Valencia Basket duró 35 minutos y no fue bastante – Carlos Calvillo (SB)

Valencia Basket se ha complicado más la vida en Alemania. Cinco derrotas consecutivas en Euroliga dificultan su camino en la máxima competición europea. La última de ellas ha sido esta noche, 83-82, ante Brose Bamberg en su feudo.

Los 26 puntos de Ricky Hickman acabaron por tener recompensa para los suyos. Mientras, Valencia Basket se dejó remontar 18 puntos en un último cuarto para olvidar. Los aficionados reviven en su memoria aquel fatídico partido ante Unicaja en el que se perdió la EuroCup, y puede que tengan algo de razón. La Euroliga está empezando a pesar para los de Txus Vidorreta, que, sin embargo, sigue sin ver problemas en su equipo más allá de las bajas.

El entrenador sigue sin dar con la tecla. Hoy no fue el mal juego el que dejó malas sensaciones, sino el no saber disputar los momentos clave del partido. Se comenzó compitiendo muy bien a Brose Bamberg, contestando a su buena mano en el triple, con un acierto impecable de Fernando San Emeterio o Aaron Doornekamp. Y los del banquillo respondieron. Will Thomas y Joan Sastre cogieron la varita mágica y lideraron a Valencia Basket para conseguir las primeras ventajas importantes del partido.

Fue en la segunda parte cuando los taronja interpretaron la novela de Stevenson, «El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr.Hyde». En el tercer cuarto, los de Vidorreta desplegaron un juego con el que recuperaban sensaciones, y en el que casi se daba por ganado el partido. Aquí creo que está el problema. El equipo no parece estar preparado para gestionar grandes ventajas. Y en el último cuarto lo demostraron con un parcial de 17-1. El conjunto taronja no estaba en pista. No competía. No se acertó con la circulación de balón, y Brose Bamberg, que de remontadas sabe mucho y si no que se lo comenten a Sito Alonso, lo supo aprovechar. Se erró en el momento clave. Y el último minuto se gestionó de la peor manera: fallando tiros libres, dando tiros de tres al rival y tirando una última canasta algo penosa.

Es la derrota la que deja malas sensaciones, pues el juego de Valencia Basket no fue nada malo. Pero no se puede competir solo en tres cuartos, se debe hacer en todos los que haya. Pasó en la Fonteta el pasado miércoles ante Milán, y ha sucedido hoy ante Bamberg. Dos rivales directos ante los que se ha fallado, y que ponen el camino con muchos obstáculos hacia los soñados Playoffs de Euroliga.

Es interesante echar un vistazo a las estadísticas finales de los jugadores. Números compartidos, varios de ellos con dobles dígitos de valoración. No es cuestión de juego, es de actitud. Y aquí es donde Txus Vidorreta tiene que poner toda la carne en el asador. Como dirigente del vestuario, debe ser el que redirija el barco. No le queda de otra, o la embarcación se hundirá con él como responsable primero.