La prórroga se posiciona a favor de los Warriors
Decidieron en el tiempo extra en otro partido flojo
La igualdad fue la seña de identidad de este partido, pues una prórroga tuvo que decidir al ganador del encuentro, y es que cuando puedes contar con Curry y Durant la vida es mucho más sencilla.
Ya de por sí el primer cuarto no dejaba muy claro que fuésemos a tener un encuentro igualado y nos fuimos al final de los primeros 12 minutos 20-30 a favor de Golden State, pero en el segundo cuarto un parcial de 11-2 a favor de los Lakers hizo que las fuerzas se igualasen y se marchasen al descanso incluso con ventaja gracias a unos buenos minutos de Lonzo Ball y Brandon Ingram, pero llegaba ya ese cuarto, el tercero, el predilecto de los Warriors en el que ponen una marcha más y suelen dejar atrás a los rivales.
Pero no, ayer no fue la noche, al menos en ese aspecto. 30-34 en el tercero y las fuerzas se igualaban. El Staples jadeaba a sus jugadores que estaban dejando claro que tienen un futuro brillante por delante.
El último cuarto era una nueva igualdad de fuerzas en el que pasaba de todo al final: primero triple de Durant para poner el empate a 109, después fintaba él mismo con 8 segundos para el final y tiraba pero su tiro lo escupía el aro, tiempo muerto de los Lakers e Ingram erraba el tiro decisivo con el que pudo haber puesto el partido a su favor. Prórroga, el partido no tenía ganador.
En ese tiempo añadido los Warriors sí que sacudieron levemente, y el mayor culpable fue un Curry que llegaba con 6/17 en tiros de campo y anotaba los tres que intentaba en este tiempo, con dos triples incluidos en apenas 1 minuto, y eso sí que pareció ser demasiado para los Lakers agotados por el enorme esfuerzo por intentar llevarse el partido, con Ingram como el principal brazo ejecutor, que ante su amigo Durant se motivó en exceso y e salió su mejor partido hasta el momento desde su debut.
Pero no todo el mérito del tempo añadido fue de Stephen, pues Golden State sobrevivió gracias a su talento y a la inteligencia y dureza de Draymond Green atrás (15+11+9 y 4 robos en una de esas noches de las suyas). Un palmeo suyo tras un tiro libre errado por Curry dio una bola extra a los Warriors tras un sprint de Iguodala intentando llegar a esa bola. Nueva visita a la línea de tiros libres para Curry, quien a pesar de errar uno de ellos en la siguiente tanda sí que sentenció, hundiendo al Staples en el silencio total. Lo intentaba Ingram ya sin la opción de lograr la victoria, erraba el último tiro, rebote para Iguodala y fin del encuentro.
A pesar de la derrota hay que repetir lo dicho anteriormente, y es que estos Angeles Lakers tienen un futuro brillante por delante, lo acontecido esta madrugada en el Staples es una buena prueba de ello. Ball dirigió bien al equipo (10 asistencias) y en el tercer cuarto se gustó a sí mismo viendo que puede ser importante en el tema anotación encestó 3 triples y un total de 15 puntos. Kentavious Caldwell-Pope (21+7) y Jordan Clarkson (21+6+8) secundaron a un genial Ingram al que no le temblaron las piernas a la hora de llevar el peso ofensivo en los momentos calientes. Mientras que la entrada de Julis Randle(20) desde el banquillo dio mucho aire fresco a los suyos, hay que decir que entre todos ellos destacó Brandon Ingram. Atacó el aro con la agresividad que se le exige y lanzó cuando tuvo que hacerlo.
Ingram, en el tema estadísticas, acabó con 32 puntos en 44 minutos, 21 para Caldwell-Pope y Clarkson, 20 para Randle y doble-doble para Lonzo con 15 puntos y 10 asistencias.
Por parte de los Warriors, 32 para Durant, 28 y 7 asistencias para Stephen Curry, 20 para Klay Thompson, Green rozó el triples doble con 15 puntos más 9 asistencias y 11 rebotes y 11 para Zaza.
Aquí un resumen del partido:
