Durant “tapona” la victoria de LeBron y los Cavs
Los Warriors se llevaron un nuevo enfrentamiento con Cleveland
Tercer año seguido en el que la NBA decide poner este gran duelo en un horario para que toda América (y el planeta casi) se siente delante del televisor a verlo, y es que hacía más de 10 años que no se repetía el mismo duelo en tres Navidades consecutivas, con los Lakers y Miami Heat como equipos protagonistas en aquel tiempo.
Estos Warrios-Cavaliers son ya los Boston-Lakers de nuestro tiempo, la gran rivalidad de nuestros días. Se repetía la tónica de los últimos partidos: el “escuadrón” de los Warriors contra el inmortal, contra James. O David contra Goliat, como quieran.
En el capítulo de hace un año, en el parqué del The Q, Irving decidía al final del partido casi con un tremendo canastón en la cara de Klay Thompson, pero poco se ha parecido a los partidos que le rodean: en el 2015 en el Oracle 89-83, y este año de nuevo en San Francisco 99-92.
Antes de empezar el partido los Warriors ponían el corazón de todos los asistentes del Oracle en un puño: Stephen Curry realizaba el calentamiento como si estuviese más que preparado, como cuando se veía a Son Goku en la cápsula de recuperación acumulando fuerza y energía para desatar la tormenta a su vuelta. Pero no, era una falsa alarma, con el fin del calentamiento se iba a las duchas, se ponía su americana y su pantalón pitillo y a animar como uno más en un partido clave para los suyos, volver a la victoria tras el descalabro ante Denver.
También sin Zaza y con Livingston bajo mínimos, los Cavs perdieron una oportunidad inmejorable ante un rival que se quedó en un escueto 10/37 en triples, muy poco para ser ellos, y que sumó 11 pérdidas en el primer tiempo, cosa que arreglaron en el segundo con solo 4, todo hay que decirlo.
Pero LeBron y los suyos viajaron a la Bahía con los habituales problemas en los cambios en la defensa, con problemas en los puntos en la pintura y en los contraataques. No vimos un buen partido en general, pues los Warriors arrancaron muy erráticos en el pase y los Cavs realizaron un segundo cuarto de espanto con 0/17 en tiros de dos, pero se mantenían gracias a los triples y los tiros libres anotados.
24-28 a favor de los de Cleveland acababa el primer cuarto y con la sensación de que el partido podía ser igualado hasta el final, todo lo contrario que al ver el segundo cuarto en el que los Cavaliers fallaban todo pero solo quedaban seis puntos abajo en el cuarto, 22-16 y 46-44 para el descanso.
25-23 en el tercer cuarto y llegamos al último y donde estuvo toda la miga. Ponemos en situación: Golden State estaba 90-81 arriba y la cosa parecía estar controlada con menos de cinco minutos de juego, pues aunque ellos no estaban muy lúcidos en el tiros, los Cavs tampoco. Primero Love con un triple y después Crowder tras un pase de ilusionista de LeBron ponía a los suyos tres abajo en apenas medio minuto, una locura. Con 90-88 Bell hundía con rabia un pase genial de Green en forma de alley-oop y hacía estallar de júbilo al Oracle entero.
92-92 con 1:42 por jugarse y aquí estuvo la clave del partido: Durant se jugaba un triple y fallaba, rebote ofensivo de Jordan Bell, Draymond para Klay Thompson, catch and shoot… Y con el ‘11’ ya saben el final. Los Cavaliers dejaban totalmente solo al Rey de esto, y lo pagaban muy caro. En dos ataques de los de Cleveland Durant echaba el cerrojo ayudado en un por un imperial Green, como siempre en estos momentos, y arriba Klay forzó cuatro tiros libres en tandas de dos con los que llegaba a los 24 puntos y “finiquitaba” el partido con ese 99-92, un encuentro que dejaba muchas lecturas.
Iguodala estaba cuando se necesitaba una lectura pausada del partido y Kerr supo cuándo usarlo, y de nuevo acertó, nada nuevo. Jordan Bell se doctoraba en un encuentro en el que volvía a dejar muchas similitudes con Green, su maestro y él su discípulo. Qué decir de Draymond… Que es el jefe estas noches, que fue creciendo en defensa poco a poco y apareció en ataque con dos triples cuando peor lo pasaban los Warriors y con la habitual sensación de que los números solo muestran una ínfima parte de su importante en uno de los mejores equipos de la historia. Parece mucho, pero no, es real.
Los Cavs se mantuvieron hasta el final gracias a el acierto de Love en el triple, 6/11 recordamos, y por el pulmón de un LeBron que jugó 40 minutos y acusó la fatiga al final, siendo superado por Durant en las dos acciones que decidieron casi el partido.
En el tema estadísticas, Kevin Love fue el máximo anotador con 31 puntos y hasta 18 rebotes, LeBron se quedó con 20 puntos, 15 fueron para un Crowder que mereció más importancia al final del partido y 13 para Wade.
Por parte de los Warriors, Durant acabó con 25 y 7 rebotes, 24 para Klay con 4/7 en triples y Draymond y su triple-doble con 12+11+12.
Próxima entrega, el 15 de enero en Cleveland. En esa, casi seguro, Thomas y Steph les esperarán.
A continuación un resumen del partido: