La Navidad recupera a Valencia Basket en Euroliga
Valencia Basket vence diez jornadas después
Valencia Basket volvió a saber lo que es ganar en Euroliga y no fue una inocentada. Los de Txus Vidorreta se impusieron 67-63 a un Panathinaikos desconocido con seis bajas en su haber y con un Alberto Abalde que jugó con fiebre. Así, los ‘taronja’ se colocan en la jornada 15 con un balance de cuatro victorias y once derrotas.
Todo se alineó en la Fonteta para que la victoria fuera un hecho. Y no lo parecía. 28 de diciembre, día de los inocentes, pero el comunicado de última hora del club anunciando la baja de San Emeterio y la duda de Abalde no era broma. Sin el cantábro, eran ya seis los lesionados. Este es un problema que parece no tener fin en Valencia Basket…
Sin embargo, el equipo no estaba dispuesto a cosechar una nueva derrota. Tras un flojo inicio, apareció la mejor versión de Erick Green y de Tibor Pleiss en ataque, como en los viejos tiempos cuando todo era color de rosa en el conjunto valenciano. Alberto Abalde tiró de carácter para ser de la partida a pesar de su alta fiebre, y cuajó una gran actuación. Aaron Doornekamp lideró la defensa de Valencia Basket y demostró su faceta de tirador anotando dos triples seguidos claves para el buen resultado final. Sam Van Rossom supo llevar la batuta del equipo y Bojan Dubljevic fue el complemento perfecto a los 13 puntos de Pleiss en la pintura.
Damjan Rudez fue de la partida, aunque con una actuación floja. Will Thomas no acaba de aparecer y Rafa Martínez tampoco tuvo su noche. Pero poco importó, con tantas bajas buena es la aportación que todos puedan hacer. Y aquí reside la buena sensación, no en la victoria, en la que anoche se jugó en equipo, esa identidad que llevó a conquistar la liga el año pasado y alcanzar la final en Copa del Rey y EuroCup.
Es cierto que el rival estuvo a un nivel muy inferior, y que solo dieron muestra de su poderío en el inicio. Solo consiguieron aguantar por la calidad individual de sus jugadores y la buena mano en el tiro de tres, porque conforme pasaron los minutos, Valencia Basket se hacía superior en ataque.
Y el factor Fonteta fue clave. Volvió a aparecer la mejor versión de la afición cuando su equipo más lo necesitaba. Más allá de los pitos iniciales a Vidorreta, criticados por gran parte de la Fonteta, ayer sí que jugaron su papel de sexto jugador de la cancha.
Un poco de luz al túnel
Esta victoria significa más de lo que parece. No solo por la toma de oxígeno que da y la subida de moral que pone en un equipo mermado. Si no porque las bajas solo hacen que acumularse e inundan a Txus Vidorreta de malas noticias. Aporta ese grano de esperanza dentro de todo lo malo.
Como hemos comentado, Fernando San Emeterio ha sido el último en caer. El jugador tuvo que retirarse de la sesión matinal de entrenamiento debido a un pinchazo en el gemelo de su pierna izquierda. Aún falta confirmarse el tiempo de baja, pero es duda que sea de la partida el próximo sábado.
Pero lo que más preocupa en estos días en Valencia Basket es la lesión de Guillem Vives. El base catalán lleva forzando con molestias desde septiembre, y hace una semana se vio obligado a parar. Ahora, según las palabras de Txus Vidorreta en rueda de prensa, se estima que Vives estará más tiempo de baja de lo esperado, anunciando una baja de larga duración según el técnico vasco.
Y la baja de Vives deja a Sam Van Rossom como único base sano, ya que Sergi García, fichado hace casi un mes, aún no ha debutado debido a una lesión, y tal y como aseguró Vidorreta: «cuando vuelva deberá primero entrenar y luego coger la dinámica del grupo».
A ello, falta ver cuando volverán a la rotación los lesionados de larga duración como Joan Sastre, Antoine Diot o Latavious Williams, este último un caso que se arrastra desde agosto y que parece no tener fin, mientras este se recupera en Estados Unidos.