Los rookies y Sindarius Thornwell brillaron en la Summer League

Hay motivos para sonreír en casa Clippers

La Summer League de Los Angeles Clippers duró cinco partidos y acabó con un balance de 3 victorias y 2 derrotas para el conjunto californiano. Pese a no avanzar mucho en el cuadro final, las sensaciones captadas por el ambiente de la clásica cita veraniega son muy positivas, y tienen tres nombres propios: los rookies recién elegidos en el Draft Shai Gilgeous-Alexander y Jerome Robinson y el jugador del segundo año Sindarius Thornwell.

Tras haber sido escogidos como rondas 11 y 13 del Draft, Shai y Jerome dieron sus primeros pasos en el mundo del baloncesto profesional en la Capital del Juego. Casey Hill, coach del equipo para la ocasión, destacó las prestaciones de los dos jóvenes Clippers.

Jerome y Shai demostraron ser jugadores de verdad. Creo que será apasionante ver como los dos crecerán y se desarrollarán durante la temporada. Los cimientos son muy sólidos, será genial construir ahí encima”.

Gilgeous-Alexander impresionó enseñando todos los talentos a su disposición. Demostró tener propensión para penetrar hacia la canasta y jugar en la pintura, no solo para anotar atacando el aro, sino también repartiendo buenas asistencias para sus compañeros. Es un “creador de juego” más que un tirador, algo no muy frecuente de encontrar en jugadores de su edad. Siendo además un buen defensor, induce los rivales a forzar pérdidas de balón. Su envergadura y preparación física, junto con su visión de juego, le permite tener un impacto determinante en ambos lados de la cancha.


El jugador, que fue titular en los 4 encuentros disputados, promedió más de 19 puntos, 4 asistencias y dos robos por partido, en 27.8 minutos: unas estadísticas de récord para jugadores que hayan disputado por lo menos tres partidos. Shai Gilgeous-Alexander tiró con el 50% desde el campo y el 40% en triples.

“Me sentí cada partido más cómodo en la cancha,” – comentó el jugador – “y esto era exactamente lo que querría de la Summer League. Por supuesto, la liga verdadera será toda otra cosa, pero el principio finalmente será el mismo: intentar mejorar partido tras partido”.

Por otro lado, Jerome Robinson puso en escena sus calidades de gran tirador en Las Vegas. Es un anotador confiado, que no tiene miedo en tirar desde las varias posiciones en la cancha, buscando el mejor lanzamiento con rápidos movimientos. Su visión de juego le permite crear acciones para sus compañeros. Pese a perderse tres partidos por descanso, Robinson promedió 13.7 puntos, 2.7 rebotes y 1.7 asistencias en tan solo 27 minutos, anotando los últimos dos intentos de triples de cada partido.


Para Jerome, las mayores ensañanzas en Las Vegas fueron captados a pie de cancha, charlando con Doc Rivers y Jerry West.

“Es fantástico tener esas personalidades ahí en una esquina, capaces de darte consejos acerca de cómo adaptar determinadas situaciones a tu juego. Ha sido una gran experiencia,” – confirmó el jugador –  estoy seguro de que habrá más diálogos de este tipo a lo largo de la temporada”.

Rookies aparte, el otro gran protagonista de la ronda veraniega fue Sindarius Thornwell. El jugador, elegido en segunda ronda (pick 48) en el Draft de 2017, promedió 14.3 puntos en 26.8 minutos. El año pasado, el joven exterior disputó 73 partidos con Los Angeles Clippers, encontrando más espacio de lo previsto debido a las muchas lesiones sufridas por sus compañeros. Durante su segunda participación en la Summer League, Sindarius Thornwell se elevó a líder del equipo.

“Este año ha sido más fácil que el pasado,” – confirmó Sindarius – “habiendo jugado un año en la NBA ya, estaba más mentalizado. Este verano me he concentrado sobre todo en mejorar el triple. He trabajado mucho en el lanzamiento exterior, para ser capaz de anotar con continuidad. Además, he trabajado el aspecto defensivo, creo que he mejorado bastante mi defensa”.

De un año a otro, las cosas cambiaron para Thornwell que, en su primera Summer League, habiendo sido elegido en una de las últimas rondas, tenía que demostrar que podía ser un jugador de NBA. Ahora, tras haber sacado cualquier duda a propósito tras su exitosa campaña, su esfuerzo se veía mucho más concentrado en el juego de equipo.

“Mi primer objetivo es intentar ayudar al equipo, haciendo todo lo posible para ello”.