ANÁLISIS | Lakers vs Celtics, una rivalidad eterna
Ambos equipos protagonizarán unos encuentros de gran emoción esta temporada tras la llegada de LeBron James
Con la llegada de LeBron James a los Lakers renace una de las mayores rivalidades de la historia de la NBA, un enfrentamiento mítico del que todo aficionado disfruta. Es cierto que siempre se ha producido este choque entre los Ángeles Lakers y los Boston Celtics, aunque debido a los últimos años oscuros de la franquicia angelina el partido había perdido nivel y se volvió menos llamativo que en tiempos pasados, cuando este era el partido más esperado del año. Pero tras el salto de calidad que han experimentado los de la Conferencia Oeste, volverá la expectación, las cuentas atrás para ver cómo las dos franquicias más laureadas vuelven a enfrentarse e incluso algunos sueñan cómo ven otra final más entre los Boston Celtics y Los Ángeles Lakers.
Muchas han sido las batallas que han protagonizado ambos equipos, permitiendo a los aficionados al baloncesto ver partidos legendarios que la gente ha mantenido en su memoria, observando en estos choques en varias ocasiones a los mejores jugadores de la liga en ambos equipos. Y al igual que todo buen relato que se precie, esta rivalidad posee un comienzo, que se remonta a las Finales de la temporada de 1959.
El principio de una hermosa rivalidad
Ambos equipos se veían las caras por primera vez en las Finales de la NBA en 1959. Los Minneapolis Lakers (el equipo no llegaría a Los Ángeles hasta la temporada 1960-1961) conseguían esa temporada hacerse con el número 1 del Draft. El jugador elegido fue Elgin Baylor quien sería nombrado rookie del año y componente del mejor quinteto de la liga tras promediar 24,9 puntos, 15 rebotes y 4,1 asistencias. El equipo llegaba a los Playoffs con un récord de 33 victorias y 39 derrotas, aunque de los 9 partidos de postemporada que jugaron antes de la final, sólo perdieron 3 (todos fuera de casa).
Por su parte los Boston Celtics se presentaban por tercera vez consecutiva en las finales de la NBA, gracias a su gran plantilla en la que destacaban tres jugadores sobre el resto: Bill Sharman, Bob Cousy y uno de los mejores jugadores interiores de la historia, Bill Russell. Estos tres jugadores, que serían incluidos en el mejor quinteto de la temporada, junto al entrenador Red Auerbach formaron uno de los mejores equipos de la historia tras ganar 9 anillos en 11 años bajo la dirección del nativo de New York.
En estas primeras finales, los Boston Celtics lograron convertirse en campeones de la liga sin perder ni un partido en todas las Finales; asaltando de esta forma el pabellón de los Lakers. Esta final sería un adelanto de lo que le esperaría a la liga y al equipo del Oeste en toda la década de los 60. Ya que ambos equipos se vieron las caras en las Finales en 6 ocasiones durante esta década, logrando ganar los Celtics todas ellas (perdiendo 13 de los 33 partidos que disputaron en total).
Nacía de esta forma una maldición que azotaría a Los Ángeles Lakers viendo cómo en todas las ocasiones que llegaban a las finales se chocaban ante un muro, un rival infranqueable, que vestía de color verde y al que no lograban derrotar por muchos esfuerzos que realizaban. Grandes jugadores de la franquicia angelina tuvieron que ver como no conseguían un anillo cada vez que su rival en la final eran los Celtics, quien se convertiría en la peor pesadilla de los de California.
La edad de oro y el fin de una maldición
Desde las Finales de 1968, los Lakers y los Celtics no volverían a enfrentarse en ellas hasta la década de los 80 cuando llegaría la época dorada y de mayor éxito de la NBA para muchos, pero todo cambiaría con la llegada de dos jóvenes, que se convertirían en leyendas de las dos mejores franquicias de la historia de la NBA.
Larry Bird y Magic Johnson llegarían en los Drafts de 1978 y 1979 respectivamente pero su conexión o duelo comenzaría en la Universidad, donde se enfrentaron ambos en las finales de la NCAA venciendo el que en el futuro sería jugador de Lakers. Desde la llegada de ambos, sus equipos mejoraban junto a ellos logrando ganar anillos con sus respectivos equipos, pero no llegaba esa final ansiada por todos los aficionados, el poder ver esa rivalidad en la gran final de la liga.
Muchos recordarán cómo en esos años previos a que los dos equipos se enfrentarán se pudo ver una muestra de la rivalidad entre ambos, cuando en el séptimo partido de las finales del Este, el Boston Garden cantaba en los segundos finales (tras ver como su equipo iba a quedar eliminado) “Beat LA” que en español significa ‘venced a los Lakers’, pidiendo a los Sixers que finalizaran el trabajo y destrozaran en la final a los Lakers. Esta es una de las muchas muestras de la grandísima rivalidad entre ambos equipos.
Y en la final de 1984 llegaba el ansiado choque, el partido que todo el mundo baloncestístico quería apreciar con sus propios ojos, Magic Johnson contra Larry Bird, Boston Celtics contra Los Ángeles Lakers siendo el resurgir de la rivalidad, la cual llevaba sumida en un profundo sueño desde los años 60.
La final la ganarían los Boston Celtics en un séptimo partido que lograrían ganar en su mítico pabellón, el Boston Garden, el cual era un amuleto para el equipo del Este. Los errores de Worthy y Magic en el segundo partido y otro error del alero en el cuarto, marcaron la final y volcaron la balanza del lado de los verdes, que pese a no jugar mejor que los Lakers lograba la victoria. La maldición continuaba, uno de los mejores equipos vistos hasta el momento caía ante los Celtics de nuevo.
Un año después llegaba la revancha que tanto ansiaban los aficionados del equipo de Hollywood, unas Finales que podrían cambiar la historia si los Lakers lograban el título. Pero el primer partido fue una autentica pesadilla para el equipo de Pat Riley, los Celtics les arrasaban ganando el partido por 34 puntos (148-114). Ninguna de las estrellas de los del Oeste jugó su mejor encuentro y ese día destacó de forma negativa Kareem Abdul-Jabbar anotando 12 puntos y capturando solo 3 rebotes siendo sobrepasado de forma notable por Robert Parish. Tras esta nefasta actuación, la prensa fue muy critica y dura con el jugador, llegando a insinuar que este estaba prácticamente retirado o que su estado físico ya no era el de un jugador de la NBA.
Y en ese mismo instante surgió la luz para los Lakers, el pívot resurgía y en el segundo partido en el Garden daba una exhibición que perduró a lo largo de toda la eliminatoria siendo decisivo del todo en el definitivo sexto partido que acabaría proporcionándole más adelante el MVP de la final.
Lo habían logrado, aquel 9 de junio de 1985 pasaría a la historia como el día en el que los Lakers vencieron a los Boston Celtics en las Finales. Elgin Baylor, Jerry West (el propio hombre que es el actual logo de la liga) y Wilt Chamberlain, el hombre récord de los 100 puntos, lo habían intentado y fracasado pero eso ya era cosa del pasado. Los Lakers de Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar forjaban así no solo una época de buen juego sino una nueva era en la que los de el “Doctor” Buss y Pat Riley serían el equipo a batir, y no tendrían que escuchar más que nunca habían vencido a los Celtics.
Tras esta derrota, los Celtics se convertirían en campeones la temporada siguiente pero no era ante los Lakers, que perderían en las Finales de Conferencia ante los Rockets. Para el equipo del Este era un anillo más que sumar a su marcador, pero no tenía el mismo sabor sin los Lakers como rival.
En las finales de 1987 se producía de nuevo la final más repetida de la historia. Una final en la cual en esta ocasión sería Magic Johnson el protagonista, el MVP de la temporada regular. La final comenzaba con dos victorias de los de Pat Riley en el Forum. Pero la victoria en el tercer partido fue la determinante para la consecución del anillo, la cual llegó tras un gancho de Magic Johnson en los últimos segundos. Desde entonces los Celtics solo pudieron ir a remolque hasta perder en el Forum el sexto y definitivo partido que otorgaba a los Lakers el anillo y el MVP a Magic.
Con esta victoria los Lakers demostrarían que los dominadores de los 80 fueron ellos, al igual que en los 60 fueron los Celtics. Sería la última final que se enfrentarían ambos equipos en la NBA del siglo XX, ya que los Boston Celtics no volverían a aparecer en este escenario hasta 2008, sufriendo uno de los peores periodos de su historia.
Nuevo siglo, nuevas dificultades
Al principio del nuevo siglo los Lakers atravesaban un gran momento ganando dos anillos, sus máximos rivales en cambio atravesaban una sequía impropia de su historia. Tras la salida de Shaquille O’Neal, la franquicia del púrpura y oro también pasó un periodo complicado al igual que su rival, el cual cambiaría su suerte en la temporada 2007-2008.
El equipo de Massachusetts conseguía, en una gran demostración de dominio de los despachos, a Kevin Garnett y a Ray Allen formando un Big Three que devolvía al equipo a los primeros puestos del Este y provocaba que la afición recordara los tiempos pasados soñando con volver a jugar una final que finalmente llegó. Los Lakers, por su parte, continuaban provocando dudas hasta que a mitad de temporada incorporaron a Pau Gasol quien ayudó a Kobe Bryant a regresar a unas Finales.
La NBA cogía la máquina del tiempo y volvía al pasado, los Celtics y Los Lakers se volvían a ver las caras tras 21 años sin hacerlo. Las Finales arrancaban con dos victorias en el Garden, siendo de nuevo un fortín para su equipo como lo fue en tiempos pasados. En el tercer partido los Lakers reducían las distancias, pero sería el cuarto encuentro el decisivo para la victoria de los del Este. El equipo de Boston remontaba una diferencia que llegó a ser de hasta 24 puntos para finalmente vencer por seis puntos.
Seis fueron los partidos que necesitaron los Celtics para conseguir de nuevo el ansiado título y este tenía un valor añadido, provocaba una euforia mayor al lograrlo ante los Lakers. En cambio, a la franquicia de Hollywood se le aparecían los fantasmas del pasado, los momentos más duros de su historia al tener que soportar de nuevo la mofa de los aficionados de los Celtics.
Pero solo dos temporadas después, los Lakers tenían la oportunidad de vengarse, ya que ambos equipos llegaban a la final de nuevo. Los angelinos eran los actuales campeones tras vencer a los Magic la temporada pasada, por su parte Boston volvía tras caer ante Cleveland en los pasados Playoffs.
Estas Finales fueron las de Kobe Bryant, quien con la aportación de su “escudero” Pau Gasol y otros jugadores como Trevor Ariza o Ron Artest logró la ansiada revancha en estas finales que recordaron a las del más puro estilo de los 80 llegando a un decisivo séptimo partido en el Staples Center. Los 28,6 puntos, 8 rebotes y 3,9 asistencias que promedio Bryant fueron de vital importancia para que los angelinos lograran el título, por ello fue nombrado MVP de las finales de 2010.
Tras esta final, ha vuelto un largo periodo en el que ambos equipos no se han vuelto a enfrentar en las famosas Finales. Doce han sido las veces que se han visto las caras y muchos aficionados sueñan que muy pronto puedan ver la número 13 tras la llegada de LeBron James y el máximo nivel que tienen ambos equipos siendo favoritos en sus respectivas conferencias. Los Golden State Warriors y los Philadelphia 76ers serán los que intentarán evitar que se produzca este enfrentamiento en unas finales de nuevo.
Y el morbo aumentará aun más ya que se enfrentarán dos excompañeros (LeBron James y Kyrie Irving), siendo ambos los grandes líderes de sus equipos. El 7 de febrero será el primer choque entre ambos y el 9 de marzo se enfrentarán de nuevo, muchos son los aficionados que esperan el inicio de la liga, pero está claro que la rivalidad más antigua de la historia de la NBA ha vuelto a su máximo esplendor y quién sabe si próximamente observaremos la decimotercera final entre los Lakers y los Celtics.