Phoenix Suns 2018-19: El sol vuelve a Arizona
Phoenix Suns se prepara para una temporada prometedora
Se acabó la hora de perder, ha llegado el momento de competir. Esa es la frase que Devin Booker quisiera oír, aunque por ahora es toda una incógnita las intenciones de la franquicia de Arizona. Deandre Ayton llega como principal cara nueva, añadido a la firma destacada en la agencia libre, Trevor Ariza. Los Suns decidieron acabar con sus relaciones con Ryan McDonough, que ya no ocupará el puesto de General Manager de la franquicia. Todo esto, sumando las sensaciones que han dejado en pretemporada nos permite ver que no perderán 61 partidos.
Tienen mucha esperanza en los jóvenes que han drafteado en los últimos años y este podría ser el definitivo. La mezcla de veteranía y sangre fresca completan una rotación ambiciosa que quiere acabar con el cartel de cenicienta que se les había impuesto durante las últimas temporadas. Este año también será el de Devin Booker, que debe lograr una gran campaña y conseguir su aparición en el All-Star o un NBA All-Team para poder ser elegible de un contrato super máximo.
El tanking personificado
La pasada temporada fue un año de clara transición para poder construir en el futuro, un aspecto del negocio en el que los Suns se han especializado en los últimos años. Por primera vez en su historia lograron el número uno del Draft, algo sencillo de predecir tras comenzar el curso con una derrota humillante ante Portland Trail Blazers que desembocó en el despido de su entrenador, Earl Watson y el famoso tweet de Eric Bledsoe ‘I don’t want to be here’. El base fue traspasado a Milwaukee y Jay Triano se hizo cargo del banquillo de Arizona. Mike James, Isaiah Canaan y Elfrid Payton fueron algunos de los nombres que pasaron por un puesto que aún no está cubierto.
El resto de la temporada fue un quiero y no puedo, aunque no hubo mucho interés en ganar. La front office consiguió lo que quería y los aficionados tuvieron que soportar otro año en blanco donde el único interés llegó por parte de la evolución de Josh Jackson, quien finalmente fue capaz de introducirse en el segundo mejor quinteto de novatos de la campaña. Las lesiones también dejaron huella, y no podemos olvidar la escalofriante imagen de un Canaan que ha vuelto a meterse en la rotación de los Suns.
Con la ilusión por bandera
El gran objetivo de la temporada para los Suns es mejorar los resultados de la temporada pasada. No parecen ser capaces de dar el siguiente paso, sobre todo con la gran competencia en el Oeste. Ver a los Suns en Playoffs sería una de las mayores sorpresas posibles. Al menos, contarán con una rotación que será capaz de ir a todas las pistas de la NBA y competir por ganar. Los aficionados de la franquicia de Arizona podrán seguir abriendo boca observando de cerca el desarrollo de un jugador que promete dominar durante mucho tiempo. Ayton será la gran historia de la temporada para los chicos de Kokoskov.
Por otro lado, es el momento idóneo para que Devin Booker demuestre que será capaz de liderar a este grupo a un futuro mejor. El primer paso estaría en lograr su participación en el All-Star. Tendrá que afrontar una etapa algo extraña puesto que los Suns siguen sin base y le obligarán a asumir algunas de las responsabilidades que conlleva ejercer de uno. Josh Jackson entrará en su año sophomore tras su gran final de temporada, un momento adecuado para hacer saber al mundo si es una futura estrella de la liga o no. Todos tendrán que ajustarse a un nuevo sistema donde el tiro tendrá mucho más protagonismo gracias a la llegada de Kokoskov.
Devin Booker y la presión de demostrar su valía
Devin Booker afrontará cantidad de retos en este nuevo año baloncestístico. Uno de los más curiosos será la batalla particular que tendrá que hacer frente en el vestuario para seguir siendo el líder de grupo. Deandre Ayton llega con ganas de comerse el mundo y ser el nuevo Shaquille O’Neal. Esta pareja podría acabar de muchas formas, siendo la solución perfecta a los problemas de Phoenix o siendo uno más. No arrancará la temporada de la mejor manera posible, ya que tuvo que pasar por el quirófano para solucionar unos problemas en su mano. Se espera que esté disponible para el primer partido del curso, según confirman varios periodistas asociados a la franquicia, aunque no estará al 100%.
A varios días del comienzo de la temporada, los Suns siguen sin un base de garantías, lo que nos lleva a pensar que Booker tendrá que ejercer como tal. Muchos aficionados siguen intrigados con la idea de que los Suns le otorguen los galones para tener el balón en las manos los 35 minutos por partido que juegue. Tiene un modelo en el que fijarse, James Harden, al cual no le fue nada mal al tener que ajustarse a ese papel. El General Manager provisional, James Jones, ya ha hecho público su deseo de que Phoenix dependa de él en el puesto de uno. ¿Podrá su nuevo rol elevar su juego hasta un nivel All-Star?
Revolución total con Ayton a la cabeza
Varias son las piezas que han cambiado con respecto a la plantilla que los Suns lanzaron al aire al inicio de la pasada campaña. El factor diferencial será Deandre Ayton, el pívot producto de la Universidad de Arizona que pretende dominar la liga durante varios años. Por otro lado, fueron capaces de incorporar a veteranos importantes como Trevor Ariza, Ryan Anderson o Jamal Crawford. Ayton no fue el único jugador que incorporaron durante la noche del Draft. Se suman a él Mikal Bridges, el ilusionante producto del programa ganador de Villanova, el francés Elie Okobo, George King o De’Anthony Melton.
Uno de los cambios más importantes llega desde el banquillo, Igor Kokoskov será el primer europeo en lograr un trabajo como entrenador jefe de una franquicia NBA. Sus éxitos en el panorama internacional con Eslovenia y su reputación en Estados Unidos como asistente de Quin Snyder le han hecho llegar hasta el banquillo de los Suns. Llega para implantar un sistema trepidante que aumente el ritmo de juego de Phoenix, donde el tiro exterior ganará mucho más protagonismo que las temporadas anteriores. Al mismo tiempo, trabajará intensamente en mejorar una de las peores defensas de la competición.