ANÁLISIS | Willy Hernángomez en el nuevo sistema de Charlotte Hornets

James Borrego ha apostado por el español como pívot suplente

Cuando finalizó la temporada pasada y desde Charlotte Hornets se eligió a James Borrego como su nuevo manager, lo hizo con la intención de renovar el estilo del equipo y ganar en dinamismo. Pues bien, dicho y hecho, el equipo ha dejado atrás la rigidez táctica que le caracterizaba y se ha mostrado muy diferente a lo que venía siendo. Esto ha conllevado varias consecuencias tanto a nivel colectivo como a nivel individual. Y uno de los más  afectados es Willy Hernángomez.

Con Cody Zeller como titular, el español ha actuado como primer recambio de este en casi todos los partidos (a excepción de una semana en la que Borrego le dio la oportunidad a Biyombo). Al principio de la temporada, llegó a ser incluso el primer cambio del equipo, lo que hacía darnos una idea de la confianza depositada por su entrenador. Sin embargo, esto no ha sido una constante.

Y es que, si algo podemos destacar de este inicio de temporada es que no hay dos partidos parecidos. Al menos en cuanto a rotación se refiere. Borrego, que empezó como asistente de vídeo de la mano de Popovich, estudia cada rival al milímetro y se adapta a él. Así el jugar con Zeller o Hernángomez como referencias en la zona se ha intercalado con un small-ball impensable hasta hace bien poco. El paso a ala-pívot de Michael Kidd-Gilchrist o incluso jugar con Marvin Williams de center cuando hace solo unos meses, con Steve Clifford de entrenador, llegó a jugar bastantes minutos como alero son los mejores ejemplos.

De esta manera, Willy ha ido encadenado partidos en los que su rol ha sido importante, pero no de manera especial. No ha alcanzado los 20 minutos de juego en ninguno de sus partidos, pero ha jugado todos menos uno, con una media de 13.6 minutos por choque. Esta cifra es superior a las del año pasado, tanto en Nueva York como en Charlotte (10.3 combinando ambas), pero inferiores a las de su año rookie en la “Gran Manzana” (18.4 minutos por partido).

Sus medias, eso sí, van en total consonancia con sus dos años anteriores. Este año está promediando 6.5 puntos, 5.3 rebotes y 0.6 asistencias con un PER de 19.0, mientras que si calculamos una media de sus 128 partidos en la NBA nos aparece lo siguiente: 6.9 puntos, 5.7 rebotes, 1 asistencia y un PER de 19.5. Números casi calcados.

¿Está Willy Hernangómez relegado al banquillo?

¿Significa esto que la temporada de Willy está decepcionando? La respuesta es, claramente, que no. Es verdad que la venta de Dwight Howard en verano le abría una puerta y las expectativas de que este año fuera más importante estaba ahí. El propio Borrego ha hablado siempre muy bien he incluso llegó a decir en el Media Day que Hernángomez podría llegar a promediar un doble-doble.

Pero eso no significa que no esté sumando. Su progreso está siendo continuo, se está sabiendo adaptar bien a lo que le pide el entrenador en cada momento y, sobre todo, se está entendiendo muy bien tanto con Kemba Walker como, principalmente, con Tony Parker.

Después de años siendo dominante en la faceta reboteadora, este año se echa en falta auténticos especialistas en este aspecto en Charlotte Hornets, y en ese sentido, Willy aporta mucho. Es más, la segunda unidad de la cual forma parte es el quinto banquillo que más rebotea en toda la Liga.

Y aquí nos encontramos con otro punto importante. El banquillo, formado principalmente por Parker, Monk, Bridges, Kidd-Gilchrist y Hernángomez es también el segundo máximo anotador y el mejor en tapones. Esta temporada los partidos en Charlotte no se acaban en cuanto empieza la ronda de cambios. Y en este quinteto, Willy aporta velocidad de pies y la posibilidad de tener una segunda jugada. Además, poco a poco se va prodigando en el triple. Ha lanzado 6 en 8 partidos (la mitad de los que lanzó a lo largo de todo el año pasado) de los cuales ha encestado la mitad. Datos y sensaciones para creer que el crecimiento que está empezando en esta faceta no es casualidad.

En el aspecto negativo está que el quinteto suplente existen dos buenos defensores como son Miles Bridges y Michael Kidd-Gilchrist, pero ambos se encargan de defender sobre todo a jugadores exteriores, lo que provoca que casi toda la responsabilidad defensiva en la zona recaiga sobre él. Y ahí sí que está dejando que desear. Es cierto que nunca se ha caracterizado por ser una gran defensor, pero debe mejorar si no quiere que Borrego empiece a quitarle minutos en favor de Biyombo (mejor en defensa) como ya hizo para enfrentarse, por ejemplo, a los Sixers de Joel Embiid.

Con Charlotte Hornets empezando la temporada por encima de las expectativas y lo abierto del entrenador en cuanto a quintetos, la temporada se plantea como una gran oportunidad para Willy, pero debe seguir progresando. De momento está teniendo oportunidades, pero estas se pueden multiplicar de aquí a final de temporada.