Baskonia o el despegue de un sueño llamado Final Four

Análisis de la situación y las posibilidades de Baskonia

Vitoria-Gasteiz es una ciudad que en estos momentos está inmersa en un periodo de ilusión sin precedentes. Como si de la noche de Reyes se tratase para un niño de 6 años, la afición Baskonista espera con ahínco la llegada del evento más esperado por todos, la anhelada Final Four en el Fernando Buesa Arena. El logro más codiciado, una entrada para un acontecimiento tan soñado como es la finalísima de la máxima competición europea en el feudo baskonista. Un logro por el que, tanto el club como la ciudad, llevaban años peleando sin descanso, hasta que por fin, y tras recoger el testigo de Belgrado, se ha conseguido.

La afición baskonista, como de costumbre, no ha fallado a la cita, y se han agolpado en masa ante semejante oportunidad. Además de lograr el record de 10.000 abonados esta temporada, adquirir una entrada para la Final Four se ha convertido en una misión casi imposible, debido al escalofriante número de demandantes.

Los diferentes periodos de venta abiertos por la Euroliga, son pulverizados al instante por una afición que no quiere perderse la primera Final Four en la capital alavesa. Incluso sin saber si su equipo logrará clasificarse o no, los lotes de entradas que van saliendo a la venta paulatinamente son vendidos en apenas minutos. Realmente una locura que nos indica lo que este evento significa para esta ciudad y para esta afición.

Un acontecimiento que va más allá de lo simbólico, convirtiéndose en un aliciente casi obligado a la hora de marcar los objetivos y la planificación deportiva de esta temporada tan singular.

Foto: Baskonia

El sueño

Ese sueño tan utópico, que tan lejos e inalcanzable parecía, ya es una realidad, y ni la ciudad, ni mucho menos el club, quieren dejar pasar esta oportunidad.

La idea que hay en el club está clara; si había un año en el que había que echar el resto, era éste. Si había un año en el que había que hacer un esfuerzo extra por tener una plantilla lo más competitiva posible, era éste. Si había un año en el que el «Carácter Baskonia» debe aflorar más que nunca, es éste. En definitiva, si hay un año en el que ilusionarse, sin duda, es éste.

Dejando las emociones a un lado, y centrándonos en lo meramente deportivo, analizando con criterio como se ha confeccionado la plantilla, no parece ninguna frivolidad poder soñar con grandes objetivos.

La relación de la entidad vitoriana con el máximo galardón del basket europeo siempre ha sido palpable y notoria. Pese a haberse quedado más de una vez con la miel en los labios, el desempeño de los «azulgranas» ha sido más que meritorio cada vez que han logrado el hito de jugar una Final Four.

No es una quimera poder visualizar a Baskonia luchando por lograr un pase a la Final Four, objetivo primordial que tiene sobre la mesa el equipo de Pedro Martínez para esta tempprada tan singular. La razón, es obvia; una magnifica plantilla apuntalada con unos fichajes de mucho potencial, todo ello englobado en un proyecto continuista que vamos a ir analizando al detalle.

El arranque

Pese a que el comienzo continental ha sido ciertamente dubitativo para los azulgranas, con derrotas que no entraban en los planes establecidos, como el reciente pinchazo en tierras germanas frente al Bayern, equipo que a priori no debería poder poner en apuros a todo un aspirante como Baskonia. El arranque tanto en liga como en Euroliga de los hombres de Pedro Martínez parece estar montado en una montaña rusa, ya que encadenan partidazos en los que arrollan a sus rivales sin compasión, con otros en los que rinden muy por debajo de su nivel y terminan sucumbiendo ante rivales de menor calibre.

A simple vista, puede parecer un arranque poco esperanzador y por debajo de las expectativas e ilusiones generadas, pero no hay que dejarse caer en el victimismo. Esto no ha hecho nada más que empezar, y los jugadores todavía están cogiendo su optimo tono físico y recuperando su mejor versión, que sin duda, la tienen.

Los precedentes con este equipo y con este entrenador, nos obligan a creer en la progresión que el equipo tendrá durante esta larga y exigente campaña. Pudimos percatarnos la pasada temporada de la progresión constante y ascendente que llevo el equipo, hasta terminar en un nivel superlativo peleando la final de liga de tú a tú y a punto de derrocar a Fenerbache y meterse en la Final Four de Belgrado.

Sin prisas, sin locuras, con autoconocimiento. Baskonia es hoy por hoy ese ciclista que empieza a ascender el puerto del “Tourmalet” y que todavía no sale a los ataques de los rivales, consciente de que la ascensión es larga, dura y exigente.

Ese ciclista que, aunque parezca que va flojo de fuerzas sigue enganchado a la rueda que debe seguir, esa rueda donde están los capos de ACB y de Euroliga (de hecho, Baskonia es hoy por hoy líder de la ACB y está más que vivo en la competición europea). Ese ciclista que irá mejorando en sensaciones según el puerto avance, esperando en el momento en el que en la rampa más dura pueda dar el hachazo y soltar a sus rivales. Puede sonar a tópico, pero esto no es como empieza, sino como acaba.

Foto: ACB Photo

 

Llamativo es el caso de jugadores como Matt Jannig o Luca Vildoza, que tras deslumbrar a todos la pasada temporada, están sufriendo para recuperar su mejor versión. Sin embargo, el símil con el año pasado es notorio, ya que nos encontramos ante dos jugadores cuyo inicio de campaña fue bastante pobre, pero se sobrepusieron con contundencia para terminar siendo dos de los jugadores más importantes para los planes del “coach” Pedro Martínez. Por eso, calma y confianza, su nivel llegará.

Un sistema binario

Si hay dos jugadores ahora mismo que están dando el do de pecho, son sin lugar a la discusión; Vincent Poirier y Tornike Shengelia. Frances y georgiano, georgiano y francés, parece el estribillo de una canción de dibujos animados. Pero no, es el sistema binario que sujeta a Baskonia hoy por hoy, y la piedra angular en torno a la que gira el juego vitoriano. Promediando casi 16 y 20 puntos de valoración respectivamente, hacen del juego interior Baskonista una de las la mayores amenazas del basket continental.

El francés fue con mucha diferencia la sensación de la pasada temporada. Un jugador que nadie conocía, y terminó siendo un auténtico bombazo. Una fuerza sobrehumana y una capacidad de intimidación pocas veces vista hacen de él un depredador de la zona. Cada balón que cae en sus manos es un billete que le otorga vía libre para machacar el aro, esté quien esté en medio. Más allá de unas prodigiosas condiciones físicas, está la evidencia de un jugador con un desarrollo ascendente que parece no tener fin.

Aunque parezca mentira, solo tiene 25 años y es jugador novel en Euroliga. Pese a haber competido la pasada temporada con la «L» colgada, se ha convertido en uno de los jugadores más codiciados del momento, y su gran actuación ya ha llamado la atención de todo el mundo del baloncesto, e incluso en la NBA, donde más de una franquicia ya le está haciendo sitio.

Tornike Shengelia. Foto: ACB

Cuando podía parecer que Shengelia había alcanzado su tope la pasada temporada, ha comenzado la presente incluso a un mejor nivel. La facilidad con la que está ganando Baskonia muchos de sus partidos, está permitiendo que veamos a cuentagotas al georgiano. Pedro Martínez está dosificándolo, sabiendo lo importante que puede llegar a ser tenerlo fresco en los momentos de verdad. A pesar de jugar apenas 20 minutos por partido, sus números son abrumadores; ¡¡20 puntos de valoración por partido!!

La plantilla

Tras un mercado estival en el que Baskonia ha realizado menos movimientos de los habituales, El roster baskonista, comienza su aventura con un número de jugadores que parece suficiente para encarar la exigencia de todas las competiciones que vienen por delante.

Un puesto de base con mucho talento. La dirección de juego está ocupada por un Luca Vildoza que viene de ser la sensación que deslumbró la pasada temporada a todos los aficionados del baloncesto. Pese a ser su primer año en Europa, no solo llamó a la puerta de la titularidad, sino que directamente la tiró abajo. Desparpajo, tranquilidad y talento, hacen de Luca Vildoza a sus 23 años una de las mayores apuestas del panorama europeo.

Para complementar su juventud, se encuentra Marcelinho Huertas, un jugador curtido en mil batallas, y una extensión de Pedro Martínez en la cancha. El rey de la dirección de juego, el dueño de la patente de ese tiro tan particular e inigualable, el mago del pase, el hombre de las asistencias imposibles. Allí por donde la gente solo ve rivales, él ve el hueco para dar el pase a sus compañeros. Ambos dos, se las apañaron para guiar solos a Baskonia ante la lesión de larga duración del uruguayo Jayson Granger, el que venía como gran estrella para esa posición.

Granger parece totalmente recuperado, así que la vuelta del «Kobe Brayant uruguayo» puede ser la guinda del pastel. Un jugador diferencial, con un físico portentoso que le hace superior a la mayoría de los bases de Euroliga, y con una laureada carrera en la competición internacional. Cuando las lesiones le respetaron, pudo mostrar ese talento especial que posee, y ese ritmo y exigencia distinto que le proporciona a los partidos. Sin duda, el salto de calidad puede ser tremendo.

En las posiciones exteriores Baskonia dispone de una auténtica macedonia de jugadores cuya ambivalencia les permite jugar en varias posiciones del perímetro. Ademas de los dos flamantes fichajes, Darrun Hilliard y Shavon Shields, que están llamados a ser los referentes ofensivos dada su calidad y talento, la importancia de Matt Janning, será sin duda, vital para las aspiraciones vitorianas. El de Minnesota es otro de esos jugadores con el aro entre ceja y ceja. Un auténtico francotirador. Cada vez que «desenfunda el rifle», la precisión de sus tiros es de matrícula de honor, y hace de Janning un fiable tirador. Un hombre de confianza para Pedro Martínez.

El técnico apostó muy fuerte por el escolta americano desde el primer día que aceptó el cargo de entrenador, y Janning le ha devuelto con creces esa confianza depositada en él.

La incógnita respecto al estado de salud dePatricio Garino parece disiparse, y el argentino se encuentra en un estado absolutamente optimo.. Pese a ser un jugador con muchas cualidades ofensivas y, sobretodo, defensivas, el alero argentino no ha podido desplegar todo su juego debido a una cadena de lesiones que no le permitieron gozar de una continuidad suficiente para mostrar su nivel la pasada campaña. La confianza del club en el de Mar del Plata era máxima, ya que es un jugador con una garra, intensidad, carácter y entrega que recuerdan mucho al «Chapu Nocioni». Dicho esto, si las lesiones lo respetan, puede ser un jugador más que aprovechable, y puede aportar al equipo ese «gen especial» que solo él posee.

El juego exterior lo completa el joven Tadas Sedekerskis, que vuelve a la plantilla azulgrana tras un año de cesión en Burgos y en Lituania. El peso que tendrá en el equipo es a día de hoy todavía una incógnita, y teniendo en cuenta su grave lesión que le mantendrá alejado de las canchas un largo periodo de tiempo, no invitan al optimismo. Pero la temporada es muy larga y seguro que podrá disfrutar de minutos para seguir progresando, al fin y al cabo, el joven lituano se trata de una de las mayores perlas de la cantera Baskonista, sobre el cual hay depositadas muchísimas esperanzas de cara al futuro, y codearse día a día con los mejores jugadores de Europa es el mejor «clinic» posible.

El juego interior con el que parte Baskonia esta trepidante aventura, intimida y mucho. Además del joven Ajdin Penava, cuya aportación parece testimonial, y por lo visto hasta el momento, la confianza depositada sobre él por parte de Pedro Martínez es nula, el protagonismo en esta posición recae sobre otros jugadores.

 

A su lado, el alemán Johannes Voigtmann afronta su tercera temporada como jugador baskonista. El comodín del juego interior. Capaz de desempeñarse a la perfección en ambos puestos interiores. Visión de juego, juego de pies, capacidad de asistir, dominio del bote y, por encima de todo, un virtuoso tiro de larga distancia digno de un triplista, hacen de Voigtmann un peligro muy a tener en cuenta para los equipos rivales. Sin duda, un jugador vital para los esquemas de Pedro Martínez, y a su vez un jugador distinto al resto, de esos que siempre aporta algo diferente y llamativo.

Pese a tener un talento descomunal, Voigtmann puede carecer por momentos de fuerza o intensidad suficiente. Esto no tiene por que ser un problema, siempre y cuando cuentes en tu plantilla con Vincent Poirier o Tornike Shengelia. La garra personalizada. El sistema binario del que ya hemos hablado y sobre el cual gira el juego baskonista.

Por todo ello, plantilla, fichajes, proyecto deportivo, y, sobre todo; ilusión, Baskonia es este año aún más si cabe, candidato a jugar la Final Four. La Final Four de Vitoria. Su Final Four.