OPINIÓN | Reflexiones de un Clásico

Un partidazo marcado por la polémica, pero sobre todo el buen baloncesto

No, no vengo a hablar de árbitros. Al menos, no como todos pensáis que voy a hacerlo. Así que, si has venido aquí a ver sangre del árbol caído o, en su defecto, a escuchar el mismo discurso que tantas veces has leído ya y que está futbolizando el basket, te voy a invitar a que te quedes, porque mi discurso nada tiene que ver con lo que has leído hasta ahora. Al menos, así lo veo yo, y espero que así lo veas tú después de haberme leído.

Sin más preámbulo, ayer vimos un partido de baloncesto excelso, de los que nos hacen reafirmarnos en la belleza de este deporte, y de los que nos hacen también sentirnos orgullosos de haber escogido bien deporte. Además, es de los que hacen también que nuestros pequeños se sientan identificados con los valores que defendemos (me incluyo) a capa y espada. Ya no sólo por todo lo que conformaba el ambiente (Copa del Rey, Palacio de los Deportes, clásico, remontada, prórroga…), sino también porque hemos podido ver un señor partido de baloncesto, en el más puro y estricto sentido de la expresión. Sin embargo, también pudimos ver la otra cara de la moneda; polémica, un equipo que amenaza con salirse de la ACB y, la palabra clave en toda esa cara negra: árbitros. Vamos por partes, que no quiero saturar.

La consagración de este nuevo Barça

Creo que, a pesar de toda la controversia final, el Barcelona mereció ganar la Copa del Rey. Ojo, para contextualizar, creo que el Real Madrid también la habría merecido si la hubiera ganado. Cualquier equipo que hubiera salido victorioso de la final, analizando el esfuerzo y el nivel baloncestístico mostrado sobre el parqué, creo que habría sido merecedor del triunfo. Pero como fue el Barça, de lo que toca hablar hoy es del calvario que ha tenido que pasar el conjunto de Pesic en los últimos años. Tras dos temporadas de prueba y fallo, con cambios en la plantilla cada verano, por fin el equipo ha encontrado esa regularidad que lleva buscando tanto tiempo, y de la que creo que, en mi humilde opinión, Svetislav Pesic es el mayor culpable. Parece que el núcleo se asienta, con Heurtel y Pangos al mando, un Adam Hanga en «trance» baloncestítico, una plantilla muy profunda que le da una diferencia abismal frente a otros equipos, que le iguala al Real Madrid en intensidad y, para mí lo más importante, una defensa a la que ya se le puede empezar a llamar defensa y no despropósito. Lo explico aquí, para que podáis leer algo más denso acerca de las propuestas de valor de los blaugranas.

Vuelve el clásico entre los clásicos

Si de algo me siento orgulloso del partidazo de ayer es que pudimos ver de nuevo un Clásico, con todas las letras, después de tantos años esperándolo. Y si eres fan del baloncesto, y concretamente de basket español, si no te emocionaste con el partido de ayer, tienes un severo problema. Y dejando a un lado que yo soy de emoción fácil, lo de ayer fue histórico. Después de unos años duros, sobre todo para el espectáculo, con un Barcelona a medio gas y un Real Madrid arrasador, tanto en nivel de juego como en plantilla nombre por nombre, por fin parece que se están igualando las tornas. 

Esta es de las mejores cosas que le podían pasar a un basket que no pasa precisamente por su mejor momento. Por motivos baloncestísticos tanto como de cara al público, poder gozar de nuevo de partidos como el que vimos ayer (y que antaño disfrutabamos, allá por finales como las de 2012) es algo que ya se echaba en falta.

Vuelve a ser la Copa de Heurtel

Al igual que escribía hace un año sobre el base francés, vuelvo a escribir hoy que Thomas Heurtel es un jugador infravaloradísimo en el panorama del baloncesto español. Ha encajado perfectamente la bajada de minutos al jugar junto a Kevin Pangos, ha sabido reajustar su rol en función de lo que ha necesitado el equipo y ha sabido ejercer de líder otra vez más. MVP merecidísimo.

¿Qué pasó con los árbitros, hombre?

Terreno pantanoso, pero voy a por ello. Parece mentira que después de haber vivido uno de los mejores partidos probablemente de la década, todo se vaya a resumir en si era o no era tapón ilegal, o en que sí era y el Real Madrid fue tremendamente hurtado en su propio estadio. Pero bueno, al ser un suceso que cambió el devenir del partido, hay que comentarlo. Voy a intentar, además, ser lo más exhaustivo posible en cuanto a pruebas e imágenes, que a mi entender son bastante claras. Siendo objetivos:

  • Creo que sí, es falta a Chris Singleton. En plena entrada y siendo último defensor, Anthony Randolph saca el brazo a pasear, de manera imprudente, y en el aire, propina un golpe al ala-pívot del Barcelona en la cara cuando este está finalizando su bandeja, repito, siendo el último defensor y desde atrás. La imagen:
  • Creo que no, no es tapón ilegal. El balón toca el aro antes de recalar en las manos de Anthony Randolph, con lo cual debe considerarse como rebote defensivo y no como interferencia en sí misma.

Las dos aficiones tuvieron ayer motivos de sobra para criticar la actuación arbitral, la cual no estuvo muy acertada de cara a esos últimos segundos de partido. Pero no, Felipe Reyes no tiene postestad, al menos moral, para decir en el túnel de vestuarios que fue un robo (adjunto vídeo a final de párrafo). En caliente, eso sí, habrá que ver que piensa después de haber revisado las jugadas de nuevo. Y, por consecuencia, el Real Madrid tampoco tiene potestad, al menos moral, para emitir una queja a la ACB y amenazar con marcharse. Bueno, potestad, evidentemente, tienen. Al final, tú tienes que defender tus colores, y los dos puntos de Ante Tomic no debieron subir al marcador, con lo cual, es lógico que el Real Madrid proteste. No sé qué habría hecho yo, quizás no habría sido tan duro con ese ultimátum, para mi una decisión desproporcionada y tomada en caliente. Pero debe protestar, a mi entender, teniendo en cuenta todo lo acontecido; no sólo la última jugada.

Ahora, desde un punto de vista arbitral, y entendiendo que no son máquinas y pueden tener errores, además legítimos al ser un partido de tanta presión como es una final de Copa del Rey, voy a «romper una lanza» a favor de los colegiados. Son árbitros, deben ser exhaustivos, pero también son personas, y se pueden equivocar. Lo que también creo debemos de tener conciencia sobre un punto en concreto, y es la revisión de después. Al fin y al cabo, en baloncesto no ocurre como en el VAR, ni existen términos de espacio que delimiten líneas que haya que trazar al milímetro como en el fuera de juego. La revisión en baloncesto es mera y absolutamente una imagen, y el árbitro tiene tiempo de sobra para decidir sobre ella. Por eso, no entiendo como, siendo una imagen tan clara, el árbitro no haya podido sacar una conclusión acertada. Quizás no es culpa del árbitro, quizás el material televisivo es de muchísima más calidad que el material que tiene el árbitro en el monitor de mesa, no lo sé. Lo que sí que está claro es que, de nuevo, tenemos que trabajar para que no se vuelvan a producir dos errores en tan poco tiempo que decidan una final.

Sin embargo, esta no es la idea de la tesis que defiendo. He intentado ser lo más objetivo posible, y si no lo he logrado, espero que por favor puedan dejarlo abajo en los comentarios o en Twitter (@iamjaviexpo), donde podéis interaccionar conmigo cuanto deseéis. La idea que a mí me gustaría remarcar es que, en definitiva, estas cosas pueden pasar. E igual que el Real Madrid fue beneficiado en cierta acción, luego fue perjudicado en la siguiente. E igual que el FC Barcelona fue perjudicado a priori, luego fue beneficiado. Porque esto es así desde tiempos inmemoriales. El tema de los árbitros es, valgame la redundancia, tan arbitrario, que al igual que te puede perjudicar en ciertos momentos, luego te puede beneficiar. Por eso no creo que sea un «robo» al Real Madrid, ni un robo al Barcelona en la acción de Singleton. Y tampoco me voy a parar a valorar la actuación del árbitro (a excepción de las dos últimas jugadas, que manchan para mí un partido muy acertado en términos arbitrales). Lo que quiero expresar es que hay cierto margen de mejora, tenemos que admitir nuestros errores y debemos trabajar para que esa mejora llegue lo antes posible.

BA-LON-CES-TO

Por último, y a la vez más importante, no puedo acabar este escrito de otra manera. Gracias, Real Madrid y FC Barcelona, por habernos permitido vivir lo que vivimos ayer en El Clásico. Gracias, Copa del Rey, por haber vuelto a congregar 8 aficiones en un mismo pabellón para disfrutar del baloncesto español. Gracias ACB, sobre todo, por haber vuelto a tratar tan bien a otro de nuestros redactores, en este caso Juan Pedro Belmonte. Y, por último, eternamente agradecidos a ti, baloncesto, por, simplemente, ser como eres.