El Real Madrid sigue de gracia… también en Europa

Real Madrid 92-89 Olimpia Milan

Tremendo encuentro nos deparaba la jornada de Euroliga, pues con un calendario que aprieta pero no ahoga. Pues el Madrid recibía en el glamuroso WiZink Center al Olimpia Milano, un equipo que con Mike James a la cabeza buscaba asegurar su plaza para los siguientes playoffs de la máxima competición europea. Los locales llegaban en el mejor momento de la temporada probablemente, acumulando una racha de partidos en los que Laso tenía de bueno a todos sus efectivos. Por su lado el cuadro italiano y líder de su respectiva liga venía también en su mejor momento a nivel continental, pues tras un mal inicio de competición los de Pianigianni habían recuperado las sensaciones en los meses venideros.

El partido arrancaba con un gran Milan, que no se dejó intimidar por el ambiente y jugó muy bien su papel en ataque. Los italianos no pararon de forzar superioridades en ataques a base del bloqueo y el dos contra dos. Las transiciones defensivas del Madrid no eran buenas, y los de Laso caían por 7 puntos a mediados de cuarto con un Mike James pletórico. No obstante, los blancos también hicieron gala de su presencia en ataque, el problema fue la mejora progresiva en la zaga visitante. Pues pasaron de una defensa muy individual y con un centro descuidado, a estar plantados más en ayudas y en zona. Y es que el partido se ponía desde el principio cuesta arriba en la capital, pues la zona milanesa se atascaba y no llegaban buenas transiciones defensivas, finalmente el primer cuarto terminó 19-33

El segundo cuarto no dejaba de ser muy diferente al primero, ninguno de los dos equipos dejaba de presionar el acelerador en ataque. Por eso mismo, el ritmo de partido lo marcaban las defensas, y aquí la diferencia era clara, los españoles tenían mucho que ajustar para entrar en partido. Suerte que se cobraron el peor defecto de una defensa zonal, el rebote ofensivo, pero no podían engañarse, el defecto no estaba en la ofensa, era atrás donde no podían poner freno a Nedovic y a Mike James. Y ahí fue donde el Real encontró la sangría, con la vuelta de un hueso demasiado duro en defensa como Gustavo Ayón,  y un activo Facundo Campazzo. Finalmente el resultado se ajustó de cara al descanso, cuando los de Laso empezaron a apretar desde atrás 50-56.

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La segunda parte arrancaba igual que finalizó la primera, con un Madrid que apretaba más en defensa y mataba en ataque de la mano de un acertado Anthony Randolph. Poco más de 4 minutos les bastaron para revertir la situación y a golpe de dureza mermar las esperanzas milanesas, causando una desconexión total en sus jugadores vitales. La defensa del conjunto dirigido por Pianigani iba endureciendo con el tiempo, al igual que en la primera parte, y el partido se ponía más bonito que nunca. Ya que ambos equipos no se daban un respiro y no bajaban la retaguardia en ninguno de los dos lados de la pista, aún así era el acierto madridista el que se imponía, con un frenético Sergio Llull. El tercer cuarto finalizó pues con los visitantes todavía por delante, con un triple en última instancia de Nunnally que dejaba el electrónico 74-75.

El último y decisivo cuarto daba sus primeros compases de forma muy tensa y con posesiones largas, en las que eran las figuras más carismáticas las que tiraban del carro en los dos bandos. El partido lo decantaban Carroll, Ayón y compañía con un liderazgo pasmoso, dando una sensación total de frescura en ataque y colocando a los suyos 6 puntos arriba al ecuador del cuarto final. La diferencia la marcó el fondo de armario, pues en el Madrid anotaron todos los jugadores de campo, mientras que en la banda rival solo 3 jugadores llevaban el rendimiento ofensivo. Esto se notó a final de partido, al cual Nedovic (16 puntos) y Mike James (35 puntos) llegaron extremadamente agotados. Finalmente y tras una épica intentona del Milan el partido acabó 92-89 para los blancos.