ANÁLISIS | El “Big Baller Drama” de Lonzo Ball
Las malas decisiones de su padre siguen frustrando su carrera en la NBA
Desde pequeño creces respetando y venerando a la familia pensando que son personas de fiar, que lo darían todo por ti, pero hay un momento en el que te das cuenta de que no todos somos perfectos y que incluso nuestros familiares más cercanos pueden engañarnos. A Lonzo Ball se le podría haber acabado el cuento de la familia perfecta y ha comenzado a ver los trapos sucios que se esconden detrás de Big Baller Brand, la marca de su padre. Esta puede ser la culminación de una temporada para olvidar todo lo extradeportivo.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, todo comienza en verano. Tras el fichaje de LeBron, las expectativas sobre los Lakers eran altas y las ganas de verlos competir también. La temporada no empieza muy bien para Lonzo, que, según fuentes de los Lakers, filtró su lesión de rodilla para evitar ser traspasado. Además, con el fichaje de Rajon Rondo se preveía que el jugador tendría menos minutos a lo largo de la temporada, pero aún así, tenía motivos para sonreír: LeBron estaba deseando jugar con el joven base de UCLA.
A medida que avanza la temporada, la joven estrella de los Lakers parece haber madurado en cabeza y juego, ofreciendo grandes recitales en defensa y dirigiendo al equipo con su distribución de balón. Con él en pista, los Lakers tienen un balance positivo de 25V y 22D. El nivel de Lonzo respecto a la temporada pasada había aumentado. Pese a jugar menos minutos, sus porcentajes estaban creciendo y su compromiso defensivo se había convertido en una pieza clave en el equipo de Walton. El base estaba convirtiéndose en un jugador que se acercaba por fin a lo que se esperaba cuando fue drafteado.
Todo cambia cuando el jugador sufre un esguince de tercer grado en el tobillo mientras disputaba un partido frente a los Rockets el pasado 20 de enero. Tras unos días, los médicos de Los Angeles dictaminaron que la joven estrella estaría para volver a jugar pasadas 4-6 semanas. A día de hoy, Lonzo sigue sin haber reaparecido en las pistas y sigue sin tener una fecha fijada para su vuelta.
La lesión iba a coincidir con el mayor calvario de los Lakers este año, el no-traspaso de Anthony Davis al equipo de púrpura y dorado. Las negociaciones filtradas y los bulos generaron un ambiente de crispación y desconfianza en la plantilla que ha terminado siendo clave en la temporada del equipo de LeBron. El rookie de segundo año era uno de los muchos nombres que barajaba Magic Johnson para ser traspasado en una de las operaciones con los Pelicans que, finalmente, quedaron en nada.
Con las lesiones de LeBron y Ball a lo largo de la temporada, los Lakers han pasado por sus peores momentos de juego, pasando por rachas de derrotas interminables. Los datos sin Lonzo en pista son terroríficos. De los 27 partidos en los que el base no ha podido jugar por la lesión, tan solo se consiguieron sumar 8 victorias.
El verdadero causante
Estas últimas semanas ha habido mucho revuelo con el patrocinio de BBB con Lonzo y todas sus desgracias deportivas y extradeportivas. Las tensiones entre la marca de su padre y el jugador han ido in crecendo a medida que avanzaban los días. Todo comenzó después de que los Lakers le comunicaran a su base que sus zapatillas podrían haber provocado que su tobillo estuviera más expuesto a las lesiones. Tras conocerse la noticia, la marca de LaVar Ball y sus zapatillas quedaron en un mal lugar, generando muchas dudas respecto a su calidad.
Lo interesante, y lo que definitivamente ha llevado a Lonzo a romper sus relaciones con Big Baller Brand, es que, según el propio jugador, uno de los socios de la marca, Alan Foster, usó “su acceso dentro del negocio para entrar a mis ganancias y ahorros para autoenriquecerse a mi costa. Como consecuencia, he decidido cortar todos mis lazos con Alan con efecto inmediato”. Las cifras que da Lonzo son de 1.5 millones de dólares estafados por el socio y amigo de la familia.
LaVar se ha pronunciado sobre lo ocurrido y ha lamentado haber confiado en Foster para que llevara los negocios de su hijo. Declaró el orgullo que sentía de que su hijo tomara sus propias decisiones y que “pelearían juntos por la justicia”. A pesar de ello, el periodista Stephen A. Smith ha comentado que las tensiones familiares dentro de los Ball son muy altas en estos momentos y que la ruptura con BBB también viene dada por los problemas con su padre. Por eso, las palabras de LaVar Ball parecen no haber servido de mucho y todo indica que Zo Ball fichará con la marca Nike la próxima temporada.
Hace un par de días, el jugador subió una foto en la que aparecía el mensaje “it´s only a crazy dream until you do it”, y su representante, Darren Moore, compartió un vídeo lanzando a la basura unas zapatillas BBB. Detalles que dejan claro la ruptura definitiva con la empresa Ball y la firma con una nueva marca de más nivel.
Las múltiples decisiones de Lonzo han sido apoyadas por sus compañeros, e incluso LeBron ha comentado a la prensa que le “encanta ver cómo está tomando las riendas de sus asuntos” y que está viendo “como un niño se convierte en un hombre. Ha decidido que ya está bien, que es su carrera y que vaya bien o mal, va a ser con sus condiciones”.
El último apoyo a la tesis viene a través de Charles Barkley que ha querido romper una lanza a favor de Lonzo:
“Tu familia no debe interponerse en tus objetivos y triunfos. Lonzo es un buen chico que se ha visto sometido a situaciones desagradables todos los años por culpa de su padre”.