Houston Rockets y Utah Jazz han sido los protagonistas de una serie que se esperaba que terminara pronto, pero los de Salt Lake City se han resignado a caer presos de los tejanos y de un James Harden que se ha enfrentado a duras críticas por tener partidos dudosos frente al cuadro de Quin Snyder a pesar de las victorias.
El cuadro del estado de Utah logró anoche lo impensable tras haber visto las dinámicas de los dos primeros partidos y alargó la serie a un quinto partido que tendrá que jugarse el próximo jueves en el Toyota Center. Los locales vencieron con un resultado final de 91-107 gracias al esfuerzo titánico de un Donovan Mitchell que evitó la barrida por parte de sus rivales.
El escolta finalizó con 31 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias, siendo determinante en el tramo final de partido donde llegaron 19 de sus tantos y donde los Jazz lograron recuperar la diferencia tras un tercer cuarto en el que los Rockets trataron de imponerse en el marcador tras haber ido por detrás a lo largo de la noche. El jugador formado en Louisville demostró que es capaz de echarse al equipo en las espaldas y completó lo que todos consideraban imposible.
Por parte de los Rockets, volvió a verse una versión bastante cuestionable del juego de la plantilla de D’Antoni. En el anterior partido les salvó la fortuna y un Mitchell que no pudo mandar el partido a la prórroga con un triple, pero esta vez no pudieron evitar la garra de los mormones. James Harden fue el máximo anotador de los suyos con 30 puntos y 6 triples en 12 intentos para cerrar un 50% mucho más favorable que el porcentaje del encuentro anterior.
