Toronto Raptors y Golden State Warriors se dieron cita por quinta vez en estas Finales para medirse en un partido fundamental para el futuro del conjunto de Steve Kerr, que por primera vez en mucho tiempo se encontraba en una situación límite en las Finales de la NBA, con la posibilidad de volver a casa con las manos vacías. Esta vez contaban con Kevin Durant en sus filas, aunque poco tardarían en perderlo de manera trágica.
El alero de Golden State Warriors cayó lesionado en el primer cuarto con lo que ha sido diagnosticado posteriormente como una lesión en el talón de Aquiles. A pesar de todo ello, el cuadro de la Bahía fue capaz de resistir a las embestidas de su rival y se llevaron una victoria fundamental por 106-105. Los Warriors se mantuvieron por delante durante buena parte de la primera mitad, aunque en la segunda los Raptors apretaron llegaron a ponerse por delante con una ventaja máxima de seis puntos en el último cuarto.
Stephen Curry y Klay Thompson llevaron el carro de unos Warriors que no se achantaron tras la baja de su compañero y finalizaron con 31 y 26 puntos respectivamente. Mostraron una garra y un corazón sin precedentes ante una situación muy complicada para forzar el sexto partido que significará el último enfrentamiento que jamás se dispute en el Oracle Arena.
Los Raptors hicieron todo lo posible para sobreponerse a la efectividad en el tiro exterior por parte de los jugadores de Golden State, pero no tuvieron suficiente con un último cuarto en el que casi logran alzarse campeones. Kawhi Leonard, de nuevo, fue el mejor de los suyos con 26 puntos y 12 rebotes, y estuvo muy bien acompañado por Gasol, Siakam, Lowry, Ibaka y VanVleet, todos por encima de los 12 puntos.