ANÁLISIS | ¿Merece DeMar DeRozan una renovación por el máximo en San Antonio?
La franquicia podría estar pensando en ofrecérselo según han confirmado fuentes cercanas a la franquicia
DeMar DeRozan se está preparando para afrontar su segunda temporada con San Antonio Spurs, franquicia a la que llegó procedente de Toronto Raptors por el traspaso de Kawhi Leonard. El escolta espera poder llegar más lejos de lo que hizo en la temporada 2018-19, donde firmó una temporada sólida con 21,2 puntos por partido, 6 rebotes y 6,2 asistencias por noche.
No obstante, estos números no pudieron sobrepasar una sensación de trabajo por hacer en la pista. Tras el despecho por parte de sus queridos Raptors, se esperaba que el escolta pudiera dar un paso adelante y demostrar a todos que es una superestrella de la competición, y que los canadienses tomaron una decisión errónea traspasándolo, pero no fue así.
Kawhi Leonard llegó a Toronto, ganó un campeonato y se marchó de vuelta a casa. Un veni, vidi, vinci en toda regla. Lo de DeRozan terminó siendo otra cosa completamente distinta. No pudo encontrar esa regularidad tan necesaria como para triunfar en una franquicia tan exigente con la historia en las últimas dos décadas como los Spurs, y terminó por caer detrás de LaMarcus Aldridge en un protagonismo compartido que no le fue tan bien como el que tenía con Lowry en Toronto.
A pesar de no haber agradado a todo el mundo, en las últimas horas salía un reporte por parte de Mike Finger, del San Antonio Express-News, confirmando que los Spurs habían sopesado ofrecerle una renovación de contrato por el máximo para que siguiera vinculado a la franquicia durante el futuro. Los Spurs parecen estar satisfechos con lo que recibieron a cambio del MVP de las Finales, y quieren que esté alrededor de la franquicia durante mucho tiempo. ¿Es una buena opción atarlo en corto o es mejor dejarlo pasar?
No eres tú… soy yo
DeRozan ha tenido una de las temporadas más complicadas de sus últimos años como profesional. No pudo encontrar el éxito que buscaba en Toronto, y ellos decidieron buscar nuevas opciones que terminaron funcionando muy bien. La pasada temporada, podría acusarse en no haberse adaptado aún a la franquicia, tras haber servido al completo durante su carrera para los canadienses, pero de todos modos, los números no hablan bien de sus actuaciones en la pista.
Ofensivamente, su uso bajó a un total de 19,6 puntos, mientras que su ‘true shooting percentage’ también lo hizo hasta un 54,2% la cifra más baja desde la temporada 2014-15. Estas cifras son un tanto preocupantes para un jugador que acaba de alcanzar los 30 años y que sigue viviendo en una NBA un tanto obsoleta con su recurrente afición por lanzar tiros de media distancia, en lugar de expandir su juego al exterior (aunque las Finales de Leonard han vuelto a abrir el debate de qué tiros son los más eficientes).
DeMar DeRozan no ha continuado con una línea de progresión ascendente, lo que hace ver que el techo puede estar cerca, o incluso lo puede haber tocado ya. Gastar un contrato máximo en un jugador como DeRozan puede ser un arma de doble filo, convirtiéndolo en una pieza mucho más complicada de mover en el caso de querer separar sus caminos en el futuro próximo, lo que dejaría una deuda sin igual en las arcas de una franquicia que ha sabido moverse como nadie en el mercado en los últimos tiempos.
Además, cuentan con las posibles renovaciones pendientes de algunas de sus jóvenes promesas, que año tras año van creciendo de la mano de Gregg Popovich. Dejounte Murray y Derrick White parecen ser los dos jugadores que más interesa mantener en los próximos años, mientras que aún deben tomar una decisión sobre el caso de Jakob Poeltl que llegó también junto con Leonard en el paquete desde Toronto, y cuya aportación aún no ha dicho nada de su potencial con la franquicia del plata y negro.
¿Una segunda oportunidad?
Es cierto que, a pesar de no haber dejado las mejores sensaciones en los aficionados, DeRozan es un jugador que puede alcanzar un nivel MVP si consigue meter de manera consistente sus tiros. Su capacidad como estrella ofensiva no se debaten, y ha dejado partidos de gran calidad, sobre todo ante unos Raptors que parecían proporcionarle ese plus de motivación necesaria para encender un gas que parecía tener apagado desde su traspaso.
Es la segunda temporada de DeRozan en los Spurs, sabe cómo funciona la franquicia tanto dentro como fuera y tendrá ganas de demostrar todo aquello que no ha podido en su primera temporada. Sabe lo que es llegar lejos en Playoffs y puede convertirse en una solución realista a los problemas de unos Spurs que podrían quedarse fuera de la postemporada por primera vez desde que diera comienzo el siglo.
El Oeste se ha apretado mucho, pero los tejanos siempre encuentran la manera de dar guerra y competir con el cuchillo en la boca. Los líderes de una revolución que han sobrevivido a cualquier cambio de la competición. DeRozan es ahora ese jugador que representa una franquicia que se ha puesto en contra del futuro y que quiere regresar al pasado y volver a ser grandes. Su estilo de juego recuerda también a esas buenas épocas de gloria en San Antonio.
¿Y si el problema no era suyo realmente? ¿Algo le está atando en su interior para no sacar su mejor versión? DeRozan hizo público su caso de cómo tuvo que afrontar una depresión que le afectó mucho en su carrera, y que parece seguir causando estragos. DeMar DeRozan necesita confianza, y este grupo se la puede proporcionar para volver a sentirse importante y liderar a un grupo que quiere mantenerse en la postemporada.
A partir del curso que viene, según anunció la NBA, los equipos contarán con especialistas en enfermedades mentales para hacerse cargo de cualquier tipo de problemas que tengan los jugadores. ¿Quién sabe? Quizás esto podría ser determinante para él.
Si nos ceñimos al baloncesto, con DeMar DeRozan, los Spurs podrían atar a un jugador que hace mucho daño cuando se le dan galones, y que lo demuestra en la pista con una agresividad que no todos pueden igualar. Los Spurs juegan a su manera, todo el mundo lo sabe. Son el equipo que menos han tirado de tres, pero de los que mejor lo han hecho. El estilo de DeRozan para estar hecho a medida para Popovich, un jugador que sabe penetrar y sacar faltas a sus rivales con habilidad.
El mítico entrenador de la franquicia tejana no ha explotado todo el potencial de DeRozan, y se espera que esta temporada pueda ser de confirmación como líder de una franquicia que demanda claramente uno. ¿Se nos ha olvidado ese DeRozan que lideró a los Raptors hasta unas Finales de Conferencia, o aquel que puso a la franquicia canadiense en sus mejores registros históricos?