ANÁLISIS | ¿Por qué confiar en el banquillo de los Bucks?
Sin Mirotic, Brogdon y Snell ha cambiado mucho
La temporada pasada los Milwaukee Bucks escribieron su nombre en los libros de su propia historia. Acabaron líderes de la liga regular con uno de los mejores balances que se le recuerdan y con Giannis Antetokounmpo, Jon Horst y Mike Budenholzer premiados como máximos exponentes en su disciplina. No obstante esto no fue motivo suficiente para que los grandes nombres de la agencia libre quisieran unirse a este proyecto, y sufrieron un efecto rebote muy poco habitual en la NBA actual. Ya que muchos jugadores, tras hacer la mejor temporada de su carrera deportiva afrontaban el verano de 2019 con la esperanza de lograr su primer gran contrato.
El problema fue que todos se olvidaron del denominador común de su éxito individual, los Bucks de Coach Bud y Antetokounmpo. Por desgracia, los millones de dólares cegaron a grandes tipos que hicieron que el grupo del pasado curso fuera un seguro de vida. Malcolm Brogdon, Khris Middleton y Brook López obligaron a la franquicia a tomar una difícil decisión: o dejarles ir, o darles mucho dinero. No perdonaron ni un centavo, y eso de cara al futuro económico es bastante maligno.
Los Bucks en cuestión de rotación perdieron a Malcolm Brogdon, Nikola Mirotic y Tony Snell a cambio de Robin López, Wesley Matthews y Kyle Korver. Lo que a priori suponía una metamorfosis de la plantilla a peor, sin embargo, el tiempo, el juego y los resultados no dicen lo mismo. Sobre todo en la segunda unidad, donde sin dos de sus mejores valedores y con la baja de un ajustador de quintetos como Malcolm todo indicaba que esto iba a ser un punto flaco de los nuevos Bucks. Pero como ya hemos dicho, esto todavía queda lejos de la realidad por los motivos siguientes:
El Ersan Ilyasova que Budenholzer necesitaba
Tras una temporada discreta en la que en muchos tramos de la misma el turco fue puesto en duda, Ersan se presenta este curso como una de las revelaciones. Lo fácil sería pensar que con 32 años las cosas no tenían porque mejorar y que la edad empezaría a pasar factura más pronto que tarde. No obstante, Ilyasova si que ha apreciado lo que pasó la 2018-2019, y se ha machacado en todos los sentidos para mejorarlo.
El ex de los Sixers se encuentra físicamente en su mejor momento, más fuerte, más rápido, más contundente, y sobre todo más ágil. Esto le ayuda en gran parte a ejecutar movimientos que antes no podía, a correr en transición más rápido y a mejorar su reputación en defensa. A parte de sus cualidades físicas el ala-pívot también ha mejorado su concepción espacial en el sistema de Budenholzer. Más en defensa que en ataque, debido a que en la ofensiva de los Bucks los roles están muy limitados. Entiende mucho mejor la defensa sin balón, llega a las ayudas de forma perfecta y aguanta el tipo como nadie bajo los aros y en el uno contra uno. Gracias a esto el equipo ha conseguido una solidez en defensa importante, una de las carencias de la segunda unidad el año pasado.
Robin López, no mejor que Mirotic pero sí más necesario
Malditas comparaciones. La gran parte de los aficionados de los Bucks se echaron las manos a la cabeza cuando Jon Horst decidió que el sustituto de Mirotic iba a ser RoLo. Pero de nuevo el general manager demostró porque es el mejor gerente de la NBA, ya que el trueque les ha salido muy bien a los ciervos. Tanto en economía como en sistema. A parte de tener un contrato mucho más barato, el jugador procedente de los Bulls cubre las necesidades básicas de la segunda unidad. Con él, el equipo ha encontrado la referencia interior en defensa que tanto echaban de menos cuando su hermano Brook se sentaba en el banco.
Además el bueno de Robin ha sorprendido a todo el mundo con un recurso ofensivo que no estaba anteriormente en su catálogo. Si antes ya extrañaba ver a Brook López tirar triples desde el logo, ahora los Bucks dejan a los analistas boquiabiertos al poner a su center suplente a tirar triples desde la esquina. Con esto se entiende mucho mejor su firma, ya no solo será un ancla en defensa, sino que también es clave para espaciar en ataque. En conclusión, la pareja de hermanos hace el mismo rol en diferente rotación.
La gestión de complementos adecuada
Si pensábais que un artículo de los Bucks se iba a acabar sin nombrar los méritos de su gran entrenador Mike Budenholzer estáis muy equivocados. Ya que el head-coach y sus asistentes tiene que hacer un esfuerzo titánico para cuadrar quintetos, pues jugador por jugador la segunda unidad es interesante, no obstante carece de generadores de juego. Por lo que es muy difícil ver a George Hill, Kyle Korver, Pat Connaughton, Ersan Ilyasova y Robin López juntos. Lo más habitual es ver quintetos muy variados en los que se encajen a la perfección titulares y suplentes.
Este mix ayuda a que jugadores como George Hill o Pat Connaughton puedan ser muy decisivos en ambos lados de la cancha. Además también facilita a que Korver haya encontrado su sitio en la rotación, ya que jugando con Antetokounmpo o Bledsoe dispone de muchos más tiros en sus zonas verdes. Puesto que en cuestión de volumen de juego Sterling Brown está muy por encima, pero eso no es lo que esta primando por ahora en Milwaukee.