Herbalife Gran Canaria vence en la Fonteta con prórroga y un decisivo Cook

El conjunto de Katsikaris sobrevive a un partido muy intenso

Herbalife Gran Canaria sale victorioso en un duelo de necesitados de la Liga Endesa, tras ir a Valencia después de dos derrotas consecutivas. En un partido que se convirtió por momentos en una exhibición triplista, los taronja echaron por tierra los 13 puntos que llegaron a tener sobre Gran Canaria con un último cuarto horroroso en el que solo anotaron 6 tristes puntos. El liderazgo de Omar Cook -24 puntos y 8 asistencias-, el decisivo Oriol Paulí -11 puntos- y la anotación de Ioannis Bourousis -14 puntos- fueron las claves de los isleños para terminar venciendo al conjunto valenciano. De esta manera, el Valencia Basket no es capaz de encadenar dos victorias consecutivas en la Liga Endesa esta temporada.

El partido empezó algo trabado para ambos equipos, con pérdidas de balón que no estaban siendo forzadas por el contrario y con poco acierto en el tiro. Pronto cambio la dinámica del encuentro con 2 triples de Guillem Vives -11 puntos-, el primero de ellos muy lejano. En ese momento, los dos equipos se aferraban al lanzamiento exterior para seguir sumando en el partido, terminando el primer cuarto con 7 tiros de 3 puntos lanzados por cada uno. Herbalife Gran Canaria encadenaba unas jugadas en ataque con un movimiento fluido del balón con otras demasiado estáticas, y aunque no estuvo bien sentado el Valencia Basket en defensa, los isleños agotaban posesiones sin aprovechar las ventajas que sacaban. Los canarios se habían propuesto secar a Loyd mediante una asfixiante defensa de Harper, pero el que fuera campeón de la NBA consiguió desahogarse de la marca de su defensor, sacándole la segunda falta y teniendo un duelo más cómodo con Paulí. Bourousis salió para dar más alternativas al juego de Gran Canaria, pero quería más que podía y en defensa le estaba costando mucho parar a Ndour que hacía sufrir al griego sobre todo con balones doblados y el pick&roll. Valencia Basket disfrutaba de una renta de 3 puntos al término de este período, con el 23-20.

En el segundo cuarto vimos un baloncesto diferente de Gran Canaria, mucho más insistente en jugar al poste con Bourousis, Beirán o Costello, pero no eran realmente productivos. Así que gracias otra vez al triple, en esta ocasión de Motum, los valencianos ponían la máxima diferencia en este segundo cuarto en 10 puntos, con el 33-23. Los visitantes volvieron a vivir de la lejanía, que tan buen resultado les había dado, mientras que los taronja nunca habían dejado de tirar desde detrás del arco de 6,75. Casi cada canasta era de 3 puntos, daba igual lo punteado que fuera el tiro que el acierto estaba siendo inmenso. Jordan Loyd tuvo un par de ocasiones en las que quiso meter una marcha más al juego, recibiendo pronto el balón y aprovechando que la defensa isleña no estaba colocada atacando el aro. Pero sus intentos de atacar cerca del aro fueron un espejismo, el concurso de 3 continuaba en la fonteta llegando al descanso con más triples que tiros de 2 puntos, 33 por 30. Con uno de esos lanzamientos de 3 puntos convertido por Omar Cook, llegamos al descanso con un +6 para los valencianos. El marcador se detenía en un 43-37.

Cómo iba a empezar sino el tercer cuarto, si no era con más triples. Lo que estaba sucediendo en la fonteta era un escándalo y en esta ocasión fue el Valencia Basket el que daba el golpe por medio de San Emeterio y Loyd. El 49 a 37 era la máxima diferencia hasta ese momento. Pero Okoye respondió con una penetración en la que anotaba, aunque se tenía que ir al banquillo poco después con dolor en su mano izquierda por un choque. El partido enloqueció, parecía que la bola estuviera viva y nadie quisiera retenerla más de 3 segundos. Las canastas se sucedían entre ambos conjuntos, estando la diferencia siempre en torno a los 10 puntos de ventaja para los locales. Parecía que las muñecas ya no estaban tan calientes y el acierto frénetico desde el triple paraba. Sí, eso es lo que parecía por un par de triples fallados, pero nada más lejos de la realidad, estos equipos iban a vivir o a morir lanzando y anotando de 3. Entonces Motum puso la diferencia más alta conseguida por su equipo. Era el +13 que daba cierta tranquilidad a la afición local. No obstante, en este partido podía pasar de todo. El Gran Canaria bajaba de la barrera de los 10 puntos de desventaja con un triple de Burjanadze, que les situaba a 8. Pero San Emeterio replicaba tras tiempo muerto con otro. A estas alturas de partido los locales trataron de dar más velocidad al balón con un mate espectacular de Abalde, pero Bourousis –al que no le había ido muy bien en el poste- dejó su huella con un triple y una canasta tras Pick&Roll, que ponía el 65-57 con el que nos íbamos al último cuarto.

Al empezar el último período tuvimos casi minuto y medio de fallos de cara al aro, hasta que Dubljevic movió el marcador desde la media distancia. Pero con una canasta y un triple de Paulí, precedido de otro de Bourousis, Herbalife se metía de lleno en el partido con el 67 a 65. Las segundas oportunidades de los visitantes estaban haciendo daño al Valencia Basket. Ya en la recta final, faltando 5:43 para concluir el partido, Gran Canaria cogió su tercer rebote ofensivo del cuarto, con el que dieron un gran palo a los valencianos. Y es que Paulí empataba el encuentro a 67 con un tiro sobre la bocina y cayéndose. La tensión se multiplicó en la fonteta, para lo que Doornekamp mostró su garra con un triple en transición a falta de 3:59 para finalizar el choque. 48 segundos después, Bourousis, que estaba siendo clave en la anotación isleña, cometió una falta en ataque sobre el propio Aaron de la que el griego no estaba muy de acuerdo y tras pedirle demasiadas explicaciones al arbitro, acabaron por pitarle una técnica que suponía su quinta personal. Loyd -17 puntos- no perdonaría el regalo de Ioannis desde el tiro libre. Pero entonces llegó el momento de Cook, que ejerció de líder total, anotando su primera canasta que no fuera triple con una bandeja sencilla que sirvió para poner el 71-69 con el que entraríamos en el último minuto de partido. Continuaba un desacierto en los ataques lógico por lo caliente del momento, hasta que de nuevo Omar Cook sacó la falta a Doornekamp y dejaba las tablas a 71 en el marcador a falta de 14 segundos para terminar. La responsabilidad de la última bola recayó en Colom, que no supo muy bien como atacar a Costello y se acabó llevando el tapón del pívot en un lanzamiento improvisado. Nos íbamos a la prórroga con el empate a 71, tras un cuarto desastroso para los valencianos.

En el tiempo extra, empezaba por delante Valencia Basket con un par de canastas, a las que respondía el base de los canarios con un triple. El rebote seguía siendo un problema para Valencia, que daba demasiadas segundas oportunidades. Herbalife no desaprovechaba en esta ocasión las ventajas que le estaba dando el conjunto local y Oriol Paulí ponía con dos tiros libres la máxima de su equipo con el 75 a 80. Desde ese momento, los valencianos no perdieron la fe en el partido, pero fallaron demasiado defensivamente en este período. San Emeterio -14 puntos y 6 rebotes- metió un triple que acercaba a 3 puntos a los suyos a falta de 10 segundos para el final. Y en ese momento se empezaron a suceder los lanzamientos desde la línea de tiro libre hasta que llegamos al 86-88 final, con el que el Herbalife Gran Canaria certificó la remontada y se quitó el sabor amargo de las dos derrotas consecutivas que arrastraba.

LAS CLAVES

El triple

No meter de 3 en este partido suponía despedirte del mismo. Ambos equipos nos sumergieron en un concurso continuo en el que el desacierto vino de cara al final del encuentro, cuando más nervios y cansancio había en los jugadores. Aun así, el acierto fue altísimo. En total se lanzaron 65 triples, 14/29 para el Valencia Basket y 16/36 para Herbalife Gran Canaria.

Segundas oportunidades

Hasta 15 rebotes ofensivos le capturó Herbalife Gran Canaria al Valencia Basket, que solo pudo contar 6 minutos con Mike Tobey en pista. Desastroso trabajo de los taronja, que les causó perder toda la ventaja que tenían en el último cuarto, muy bien aprovechado por Oriol Paulí. Habiendo sido más constantes en esta faceta, de ninguna de las maneras se le habría escapado el encuentro al Valencia, pero otorgando tanto en este aspecto los canarios pudieron acortar diferencias hasta la victoria.

Omar Cook, decisivo

El base de Gran Canaria fue la brújula del equipo. Excelente en la anotación con 24 puntos (6/9 en triples) y sobre todo en la dirección, repartió hasta 8 asistencias. Con una magistral lectura del Pick&Roll y del tempo de partido, guió a los suyos en todo momento para lograr la gesta. Nada supieron hacer Vives ni Colom ante el enorme partido que hizo Cook, el mejor jugador del conjunto isleño.