OPINIÓN | Creer en el cambio, por Andrew Wiggins

El alero entra de lleno en una situación esperanzadora

Durante gran parte de su carrera Andrew Wiggins ha tenido que pelear con sus críticos y lidiar con una gran cantidad de malas opiniones acerca de su juego, basadas principalmente un esfuerzo muy pobre y en una defensa irregular que provocaba que muchos le calificaran de pufo, sobre todo teniendo en cuenta que llegaba a la competición habiendo sido elegido como número uno del Draft procedente de la Universidad de Kansas. 

En sus cinco primeras temporadas en la NBA con Minnesota Timberwolves, Andrew Wiggins estaba en la lista de peores defensores de la liga, provocando el enfado de muchos de sus compañeros y entrenadores que no conseguían sacar lo máximo de sí para conseguir que diera el paso al siguiente nivel. Con esta reputación llegó a Golden State, haciendo que muchos se plantearán si Bob Myers había entrado en un estado de locura al traspasar a un All-Star como D’Angelo Russell por un Wiggins que todavía no había demostrado ser un jugador de élite en la competición. 

Mientras todos criticaban esta decisión, la front office de los Warriors esperaba poder silenciar las críticas pensando que colocando a Wiggins en un ambiente adecuado, con unos líderes que, a pesar de estar lesionados, solo tienen en mente poder volver a competir por el anillo, podrían desbloquear su máximo potencial y convertirlo en ese jugador que nunca llegó a ser en unos Timberwolves con muchísimos problemas internos y donde no pudo sentirse alejado de una presión inevitable que ha terminado afectado también al desarrollo general de una franquicia que parece gafada de cara a la postemporada. En sus primeros partidos con la franquicia californiana, Wiggins está demostrando que puede ser diferente. 

Apostar por uno mismo y empezar de cero

Este traspaso es, posiblemente, la mejor oportunidad que se le ha presentado en toda su carrera a un Andrew Wiggins que nunca pudo llegar a ser el líder que muchos vislumbraban en unos Timberwolves que pronto se plagaron de mucho talento joven por sus malos resultados en la pista, acumulando primera posiciones y jugadores de lotería en el Draft los años siguientes. Empezar de cero, borrón y cuenta nueva, son muchas las frases que podrían encajar con la situación que el joven alero canadiense tiene por delante en San Francisco

No ha tenido mucho tiempo para demostrarlo sobre la pista, pues justo llega al equipo durante el parón del All-Star, que por otro lado le servirá para poder entrenar con sus nuevos compañeros y acomodarse al sistema de Steve Kerr. Por el momento, las señales han sido positivas, con un Wiggins muy motivado que firmó el mejor estreno de la historia de la franquicia por detrás de Kevin Durant con 24 puntos y 5 robos en la derrota frente a Los Ángeles Lakers. En su último partido frente a Phoenix Suns, con 6 minutos para el final del partido, anotó un triple decisivo delante del banquito de Golden State, dando a los Warriors una ventaja de 2 puntos, para posteriormente encontrar a Marquese Chriss en un alley-oop para dar más vida a conjunto californiano. También consiguió su récord en tapones con un total de 4, consiguiendo ya dos de sus mejores marcas defensivas en sus tres primeros partidos. 

Aprovechar al máximo sus cualidades

Con un nuevo rol en la rotación de Golden State, Wiggins puede encontrar y desarrollar nuevas facetas de su juego que no habían sido explotadas de la misma manera anteriormente, ya que en Minnesota Timberwolves le pedían hacer mucho más y echarse prácticamente la franquicia a la espalda, siempre con el permiso de Karl-Anthony Towns. En estos tres primeros partidos hemos visto posiblemente a la mejor versión defensiva de su carrera, donde se le ha pedido defender a los mejores jugadores del equipo contrario como LeBron James, al que limitó a un 7 de 17 en tiros de campo.

Cuando se le ha pedido liderar a este equipo debido a la gran cantidad de bajas, también ha respondido de manera eficiente, por ejemplo anotando 14 de sus 18 puntos en el tercer cuarto para eliminar una desventaja de 21 tantos frente a Miami Heat, para dejar el partido de nuevo abierto, aunque los de Florida terminaron llevándose la victoria con un gran esfuerzo en el último cuarto. Bajo los mandos de Steve Kerr, Andrew Wiggins no tendrá que buscar sus opciones ofensivas exclusivamente en aclarado, si no buscar más oportunidades sin balón, cortando hacía canasta donde se ha mostrado bastante eficiente hasta el momento.

“Está siendo genial, siento que me adaptado muy bien y los chicos me están ayudando. Jugando así, es más fácil conseguir puntos y el baloncesto es mucho más divertido cuando cada uno busca a sus compañeros de manera altruista y todo el mundo intenta jugar para el bien del equipo, es algo nuevo y lo estoy disfrutando mucho”.

Las sensaciones por el momento han sido muy buenas y solo nos queda la imaginación para pensar que las cosas pueden ser mucho mejores cuando sus estrellas vuelvan y sean capaces de abrir espacios y dejar a Wiggins tiros más fáciles para aumentar no solo su efectividad sino también su producción. Siendo la tercera o incluso cuarta espada de este proyecto, tanto los Warriors como Wiggins se pueden beneficiar para pelear muy pronto por volver a unas Finales.