Valencia Basket cumple el objetivo de volver a hacerse fuerte en casa

Valencia Basket 95-66 San Pablo Burgos

Ganar en la Fonteta se había convertido en algo casi imposible en el último mes y el Valencia Basket confiaba en poder volver a convertir su casa en un fortín. Tras las cuatro derrotas consecutivas en su feudo, Peñarroya y los suyos querían alargar esta pesadilla valenciana. El equipo de Burgos tuvo tres semanas de descanso para preparar este encuentro tras la Copa y las ventanas FIBA.

Valencia Basket no necesitó demasiado esfuerzo de sus jugadores para imponerse con contundencia al San Pablo Burgos. La diferencia en el fondo de armario y el acierto desde la línea de tres fue lo que terminó decantando un resultado tan abultado. El Valencia vuelve a ganar confianza en casa y recupera sensaciones de cara al partido del jueves que les enfrentará a un rival directo en la Euroleague, el Olimpia Milán.

El partido

Era un domingo en la tarde y se jugaba un partido de ACB en la Fonteta y, de manera evidente, el ambiente era el que era. Pese a ello, el partido se planteaba interesante. Dos equipos igualados en la tabla en el balance de victorias y derrotas, pero con valoraciones muy distintas de sus temporadas. El ambiente fallero que se vive cada 1 de marzo en Valencia no se trasladó sobre el parqué los primeros minutos, donde ni los burgaleses ni los valencianos estuvieron especialmente acertados en sus decisiones. 

Se encendió la mecha anotadora de los locales y empezaron a poner tierra de por medio con Labeyrie y Marinkovic imponiendo su superioridad técnica. Ese arreón de intensidad inicial de los taronja se fue desinflando con el paso de los minutos, pero San Pablo Burgos tampoco terminaba de convencer y la ventaja del rival no hacía sino aumentar. Cuando empezaron las rotaciones, el banquillo comenzó a marcar las primeras diferencias, 30 de los 43 puntos de Valencia vinieron desde los suplentes. Pese al esfuerzo de Fitipaldo (9 puntos), Burgos no consiguió marcharse con un buen resultado a vestuarios. 43-31 al descanso.

El tercer cuarto no tuvo ningún tipo de interés, el espectáculo del descanso fue más intenso que lo que se vio sobre la pista. Burgos luchaba contra el reloj y su incapacidad de reducir la ventaja, mientras que el Valencia Basket dominaba el resultado sin demasiadas complicaciones. Los triples volvieron a entrar después del partido del Fenerbahçe y hasta Tobey se olvidó de la pintura para sumar puntos desde el perímetro. Los porcentajes desde el triple de los de Peñarroya durante toda la temporada, donde son el equipo que más suma desde la línea de tres, se esfumaron y con ellos las esperanzas de volver a meterse en el partido.

El último cuarto comenzaba con 24 puntos de ventaja para Valencia Basket que si no hacían imposible la remontada de San Pablo Burgos, lo ponía muy cuesta arriba. No hubo ningún tipo de sorpresa y los equipos dejaron correr el tiempo en el luminoso. La larga ventaja dio la posibilidad a  Ponsarnau de dar minutos a los menos habituales. El resultado final terminó siendo de 95-66.

Las claves

La segunda unidad: La anotación de los jugadores de banquillo de ambos equipos fueron dos polos opuestos. Esta vez todos los jugadores de Valencia Basket sumaron puntos con contundencia y, salvo Vives que venía de lesión, todos los jugadores sumaron puntos importantes liderados por la anotación de Abalde y Labeyrie.

El triple: San Pablo Burgos, que se presentaba como el equipo que más triples anotaba de media por partido y el tercero que mejor lo hacía, se quedó seco ante el Valencia Basket. El equipo de Peñarroya no encontró inspiración desde el perímetro, mientras que los valencianistas se rehacían tras su último partido en Euroleague.

El dominio en la pintura: Si ya el triple fue un problema en los esquemas defensivos de San Pablo Burgos, la defensa interior no fue tampoco un punto fuerte. Sobre todo en los primeros dos cuartos, el Valencia encontró un agujero donde sumar puntos en la pintura burgalesa.

Alberto Abalde MVP SomosBasket del partido

El jugador español fue un constante peligro desde todas las posiciones y los jugadores de azul eran incapaces de encontrar la manera de frenarle. Abalde terminó el partido con 15 puntos, 6/8 en TC, 8 rebotes y 3 asistencias que le valieron para ser el jugador con mayor valoración del partido, 27 créditos.

Labeyrie fue el otro gran jugador en Valencia Basket, que sumó 14 puntos y fue especialmente clave en los pocos momentos de igualdad. Fue además una de las insignias en el dominio reboteador de los de Ponsarnau, que cerraron la pintura con 41 rebotes.