Seguir o no seguir: la cuestión de Joel Embiid

Embiid pone en duda su futuro y analizamos las distintas opciones que tiene

Las cosas no podrían haber terminado peor para Philadelphia 76ers. Se suponía que no iba a ser fácil pasar de primera ronda sin uno de tus dos mejores jugadores en cancha, pero nadie se veía venir el clínic de baloncesto que Boston Celtics ha sido capaz de desplegar ante la ausencia de un equipo con motivación para darle la vuelta a una eliminatoria o siquiera robar un partido. Un 4-0 duele, y mucho, aunque el mayor de los problemas puede no estar solamente ahí.

La continuidad de Brett Brown estaba en tela de juicio mucho antes de que comenzaran los partidos en la burbuja de Disney World, pero el que ha dado el susto tras el Game 4 ha sido Joel Embiid. El camerunés dejó su estatus en el aire en la rueda de prensa postpartido y las dudas sobre su futuro han ido creciendo en las horas posteriores, con periodistas como Brian Windhorst de la ESPN ahondando en una posibilidad que todavía no quieren hacer frente en Philadelphia, pero que tendrá que ocurrir en algún momento.

Ya no hablamos únicamente de la salida de Embiid, puesto que Ben Simmons podría ser perfectamente el perjudicado ya que ninguno se encuentra en situación de desventaja. Si la pareja por la que apostaron en “El Proceso” sigue sin funcionar, si el nuevo entrenador que venga no consigue sacar el máximo partido de ellos, será el momento de traspasar a uno de ellos. Y antes de que empiecen a salir artículos y análisis sobre quién debería marcharse de la Ciudad de Amor Fraternal, el propio Embiid compra papeletas para ser el elegido con sus declaraciones.

“Yo no tomo esas decisiones. Estoy aquí en Philadelphia y lo que pase, pasará. Siempre he dicho que quiero terminar mi carrera aquí, si sucede bien, si no, pasas página y sigues hacia delante”.

Con estas palabras no está sellando su marcha, pero quizás no es el mejor momento para decir según que cosas después de haber sido eliminado en primera ronda con un 4-0 por parte de un rival acérrimo de la organización como Boston Celtics. Estas palabras de Embiid se alejan bastante de las que ofreció Ben Simmons a través de su cuenta de Twitter, optando por un discurso más relajado al que han recurrido muchos jugadores al ser eliminados o al no meterse en la postemporada.

La gerencia de los Sixers, encabezada por Elton Brand, no ha tomado las mejores decisiones en los últimos meses para afrontar la temporada 2019-20. Pasaron de ser uno de los candidatos a estar en las Finales, apoyándose en la narrativa de lo que podría haber pasado si el tiro de Kawhi Leonard no hubiera entrado, a ser un equipo mediocre que, junto con Golden State Warriors, es el que más dinero tiene comprometido a largo plazo en su plantilla. No han sabido rodear a Embiid y a Simmons con jugadores de rol que sean capaces de aumentar sus virtudes. Las salidas en el pasado de jugadores como Dario Saric, J.J. Redick o Jimmy Butler empañan las decisiones que ahora les pesarán más de la cuenta como los contratos de Tobias Harris y Al Horford, dos jugadores que han estado muy lejos de su mejor nivel en Playoffs.

Dando por hecho la posibilidad de que Embiid puede marcharse, vamos a intentar encontrar algunos posibles destinos para el pívot, que a sus 26 años apunta a sumarse a la lista de estrellas que no pudieron llegar lejos en los mercados que les seleccionaron y tuvieron que salir a proyectos más ambiciosos para poder aspirar a llegar lejos en postemporada.

Reunión con Jimmy Butler en South Beach

Ya han flirteado con esta posibilidad en distintas ocasiones tanto en redes sociales como en los partidos en los que se han enfrentado en temporada regular y la incluimos en nuestro artículo de los posibles superequipos que podrían surgir de la burbuja. Miami Heat es una franquicia claramente al alza, con un grupo de jóvenes promesas bajo el liderazgo de Jimmy Butler, que quiere llevarles a la tierra prometida. Para poder acometer el traspaso por Embiid, tendrían que dejar escapar a varios de ellos si no a todos, pero así funcionan las cosas en el mercado NBA. En un primer momento, los Lakers también dudaban en dejar escapar a Brandon Ingram, Lonzo Ball o Josh Hart por Anthony Davis, pero terminaron por apretar el gatillo y ahora están primeros del Oeste y siendo uno de los candidatos al anillo.

Miami es un mercado muy favorable para Embiid con unas bases bien cimentadas para convertirse en un contender que no tenga que pasar por demasiadas dificultades de camino a unas Finales del Este. La pareja Embiid-Butler, que tan bien funcionó en Philadelphia, puede ser la solución a los problemas de los Sixers, que recibirían a cambio a jugadores de la talla de Tyler Herro o Duncan Robinson, que destacan por su buen lanzamiento exterior. Esto seguiría eximiendo de responsabilidades a un Simmons que sigue sin atreverse con el triple, mientras que suplirían la baja interior con la inevitable llegada de un All-Star como Bam Adebayo en ese hipotético paquete y un Al Horford que tomaría más galones, ante la imposibilidad de mover lo que parece ser un contrato bastante tóxico. En sus manos está la posibilidad de volver a ser el jugador que fue en Atlanta o Boston.

Hacer las maletas rumbo a la Bahía

Desde que los Warriors se hicieran con el número 2 del Draft en la lotería se han barajado muchas posibilidades sobre qué deberían hacer con él. No son una franquicia joven con aspiraciones de seleccionar a un jugador que se convierta en la referencia de la franquicia en un futuro no muy lejano. Se trata de un proyecto ganador, que tiene bajo contrato a Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, todos ellos llegando a la recta final de su prime y con una ventana de campeonato que se va cerrando poco a poco. Tienen muchas opciones de repetir presencia en las Finales y ganar uno o dos campeonatos más, pero deben ir a por todas en el mercado para conseguirlo. Puede que con Wiggins, el joven Paschall y un par de adiciones más les sea suficiente, pero añadir a uno de los mejores interiores de la competición les acortaría el tiempo de espera.

Tienen muchos activos que pueden ser interesantes para Philadelphia como el número 2 del próximo Draft, la elección protegida del TOP-3 de los Minnesota Timberwolves para la próxima temporada, y jóvenes con talento, el ya mencionado Paschall, que pueden incluir en un paquete por Embiid junto al sobrepasado Wiggins, que habría que colar de alguna manera u otra. El camerunés llegaría a una franquicia con cultura ganadora y podría unir fuerzas con un aliado conocido de All-Star Games y compañero en la marca Under Armour. Con Curry y Thompson recuperados, Draymond Green motivado de nuevo y Joel Embiid como presencia dominante en la zona, los Warriors volverían a ser favoritos para llevarse el anillo.

¿La pieza que falta en Brooklyn?

Kyrie Irving avisó a mediados de la temporada regular. Según el base, a los Nets todavía les faltaba una superestrella en la plantilla para poder ser candidatos firmes al anillo. Se habló de Bradley Beal y también de la posibilidad de mantener a Caris LeVert para que siga desarrollándose y pueda ser ese tercer hombre en discordia. Incluir a Embiid no solo encajaría con la petición de Irving, sino también mantendría la tendencia de destruir proyectos jóvenes allá por donde pasa el jugador formado en la Universidad de Duke. Bromas a parte, Embiid junto con Durant e Irving podría formar un ‘Big 3’ en la franquicia llamada a ser gran favorita en el Este.

Brooklyn ha completado un proyecto satisfactorio dentro de los estándares que ellos mismos se fijaron. Ese traspaso con Boston por Paul Pierce y Kevin Garnett todavía sigue escociendo, pero optando por juventud y descaro en los banquillos, consiguieron conformar un equipo atractivo para agentes libres como Irving y Durant, que ahora han puesto la casa patas arriba mientras Sean Marks amenaza con atraer a Gregg Popovich para que se convierta en el entrenador jefe tras la salida de Kenny Atksinon.

Los Nets tienen sus activos para llegar a un acuerdo con Philadelphia. El paquete tendrán que conformarlo Spencer Dinwiddie, Caris LeVert, Jarrett Allen y posiblemente más piezas como Kurucs o Musa. El gran inconveniente, la lucha de egos que potencialmente podría surgir al unir a estos tres jugadores, y por no destacar que Embiid quitaría minutos a DeAndre Jordan, el que completa la banda de los tres amigos que llegaron a Nueva York en julio del año pasado. Habría que ver si Durant e Irving estarían dispuestos a poner la posibilidad de conseguir un título por encima de la amistad que les llevó hasta allí.