Arranca la Liga Endesa. Tres meses después de una Fase Final excepcional con sorpresa (aunque no tan excepcional) incluida, y con las medidas de protección pertinentes, comienza una edición que será un tanto diferente.
No obstante, esto no tiene porqué ser peor. Y aunque el público no vibrará desde sus asientos por lo menos hasta mitad de temporada, nosotros te traeremos este puntito de «vivirlo» que tiene la ACB cada vez que ocurra algo que se salga del guión. Esta, por ser la primera, vamos a hacerlo con una dinámica ya conocida; el bueno, el feo y el malo. Pero no necesariamente tendrá que ser bajo este prisma, que la liga es muy espectacular y nosotros… Nos defendemos en materia de ficción. Que disfruten de la película.
El bueno: Nikola Mirotic
Primero dispara, y luego pregunta. Nikola Mirotic sigue siendo el dueño y señor del Barça Lassa, a pesar del cambio de entrenador – que de hecho, le va bien, por la dinámica exterior y tal – y a pesar de las derrotas en Fase Final y en Supercopa. Estando de acuerdo en que lo de la temporada pasada no puede volver a repetirse, es al que menos cosas se le pueden reprochar, pero también estamos de acuerdo que es al que más contento hay que tener, porque partidos como el de hoy son los que marcan la diferencia, y hay que tener presente que el serbio es capaz de hacer esto cada jornada. Por tanto, cuanto más cómodo se encuentre, y mejor se le trate, mayor será la sangría. Si sigue manteniendo su nivel, es difícil que no gane su tercer MVP de Liga Endesa.
Por lo pronto, victoria importante ante un rival duro como San Pablo Burgos, que tiene todavía tiempo por delante para coger ritmo. 22 puntos, 10 rebotes y 4/6 en triples que materializan la primera bala.
El feo: Edwin Jackson
Perdido todavía en el desierto. No ha sido la mejor pretemporada, y tampoco ha sido el mejor debut (6 puntos, 3/15 en tiros de campo y 0/6 en triples). La que se espera que sea la referencia del buque colegial para este año empieza con muchas dudas, sobre todo desde el lanzamiento, incómodo y forzado en la mayoría de sus intentos. Físicamente sigue estando en su plenitud, y sigue aportando en las muchas otras facetas en las que puede aportar, como en la tarea del rebote o distribuyendo el balón en un ratio de asistencias/pérdidas muy bajo, pero debe mejorar en esa claridad ofensiva que le permita tomar decisiones menos precipitadas.
Por suerte para Estudiantes, el problema no es más grave que ese; él está concentrado y comprometido al 100% con volver a desenfundar.
El malo: Luca Vildoza
Luca Vildoza arruinó con 21 puntos y 3 asistencias el debut liguero de uno de los proyectos punteros de este año. Este sí que entró a pegar tiros. Se coló en la fiesta de Valencia Basket sin estar invitado, y a base de triples, el último sobre la bocina para matar el partido, se tomó el ponche enterito, sin avisar a nadie. Más que nada, por eso ha sido el feo, por puro aguafiestas. Aguafiestas para los taronja, claro; para los suyos es todo un chute de confianza para una temporada en la que confianza va a hacer mucha falta.
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Totalmente recuperado de la durísima lesión que sufrió, es uno de los líderes de los de Dusko Ivanovic junto a Rokas Giedratis, al menos en la ofensiva, siendo el jugador que más facilidades tiene para mantener el ritmo dentro de los partidos. Parece que empieza con buen pie.