LeBron James enfrentándose a su exequipo puede ser la historia más importante de las Finales de este año, pero la estrella de Los Ángeles Lakers dice que no extrae ninguna motivación adicional de la idea de vencer a Miami Heat por su cuarto campeonato de la NBA.
«Absolutamente no. No hay ningún significado adicional por ganar un campeonato sin importar contra quién estés jugando. Ya es bastante difícil llegar a la final».
James pasó cuatro temporadas en Miami, ganando títulos consecutivos en 2012 y 2013 en medio de cuatro apariciones consecutivas en las Finales. Mientras estuvo allí, jugó para Erik Spoelstra, que sigue siendo el hombre por excelencia del banquillo de los Heat, que había sucedido a Pat Riley dos años antes de la llegada del alero a South Beach.
James dijo el martes que considera a Riley, ahora presidente del Heat, «una de las mentes más grandes que este juego haya tenido». Pero siente que los medios de comunicación no le han dado a Spoelstra el respeto que se merece y criticó a los periodistas por menoscabar el mérito del técnico de 46 años.
«Ustedes siempre decían: ‘Bueno, tienen a LeBron, tienen a Wade, tienen a Bosh. Cualquier entrenador puede hacerlo. No, no. Cualquier entrenador no puede hacerlo. Si cualquier entrenador pudiera hacerlo, entonces habría muchos más campeones en esta liga. Habría muchos más entrenadores exitosos».
«A Spo le gusta eso. Eso es lo que le alimenta, es la falta de respeto que ustedes le dan en el mundo del baloncesto. Y no me voy a sentar aquí y actuar como si no supiera de por qué Spoelstra es tan bueno, si no genial … Se prepara como si fuera la última vez que entrena de nuevo en cada partido, y lo sé «.
