Se quedaron con ganas de finalizar el trabajo en el quinto partido, pero finalmente en el sexto lograron el gran objetivo de la temporada, proclamarse campeones. Los Lakers vencieron a Miami Heat en el Game 6 por 106-93, un partido que dominaron de cabo a rabo y en el que llegaron a ponerse 36 arriba, la mayor ventaja en la historia de las Finales.
LeBron James fue el líder del equipo con su 11º triple-doble en unas Finales: 28 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias, que le permitió hacerse con el MVP de las Finales de manera unánime, 11 votos a favor y ninguno en su contra. Anthony Davis le acompañó como escudero por excelencia con 19 puntos y 15 rebotes mientras que Rajon Rondo y Kentavious Caldwell-Pope fueron decisivos con 19 y 17 puntos respectivamente.
Miami Heat estuvo completamente perdido desde el principio del partido, más allá de una decente actuación en el primer cuarto donde consiguieron marcharse con una desventaja de ocho tantos. Fueron claramente superados en una noche en la que Jimmy Butler no estuvo fino, finalizando con 12 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias. Bam Adebayo fue el más destacado con 25 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias. Goran Dragic volvió a jugar tras su lesión en el primer partido, aunque no tuvo un gran impacto, 5 puntos y 5 rebotes con 2 asistencias.
