Cuando tener grandes jugadores no basta
Los pistons son 7º en el Este con un récord de 14-17
Mejor frontcourt de la liga, uno de los mejores bases anotadores, un candidato al sexto hombre del año y uno de los mejores veteranos aún activos en la NBA. Todo esto es lo que tienen en plantilla los Pistons, si lo vemos asi parece que tendrían que estar entre los cinco mejores de su conferencia, pero la realidad es otra muy distinta.
Un balance de 14-17 despúes de la vergonzosa derrota en el Anways Center de anoche. Problemas podemos encontrar mucho, Jennings es muy irregular, Smith no sabe seleccionar sus tiros, Stuckey es un chupón… todo eso vale como excusa pero el foco de todos los males está en el banquillo y en los despachos. Parecía que Joe Dumars había empezado a hacer un equipo decente para una franquicia que se merece lo máximo, tanto por historia como por afición, hasta que un jugador que el mismo traspasó hace unos años por una mísera segunda ronda de draft está promediando 22 puntos en el equipo que anoche nos dio la puntilla. Si señores, Joe Dumars traspasó a Aaron Afflalo por una segunda ronda del draft, de locos. Pero el fallo mas garrafal de Dumars ha sido su apuesta para el banquillo de los de Michigan, Maurice Cheeks está demostrando que posiblemente sea el peor Head Coach de toda la NBA, con permiso de Jason Kidd, por supuesto. Sus rotaciones son totalmente incoherentes, no imprime nada de carácter al equipo, es incapaz de centrarse en cerrar la zona en defensa, cosa que aparentemente para un equipo que cuenta con Andre Drummond, Greg Monroe y Josh Smith no tendría que ser dificil.
El caso es que o Cheeks espabila o lo mejor va a ser desprenderse de él, teniendo a entrenadores como Lionel Hollins y George Karl sin trabajo es una aberración que este hombre esté entrenando a un supuesto aspirante a playoffs.