El Small Ball llama a la puerta de los Mavericks
No hay ningún pívot dominante en la plantilla
El Small Ball no es un estilo de juego sencillo; se basa en la velocidad y movilidad en ataque para encontrar buenos lanzamientos ante equipos con más centímetros y en una defensa que corra muchos kilómetros y con muchas ayudas, dos contra unos y superioridades numéricas para que, otra vez, jugar contra equipos más altos no sea una desventaja.
La falta de pívots dominantes en estas generaciones han derivado a esta forma de juego que ya ha dado más de un anillo. A pesar de la moda, en los Mavericks todavía consideraban que la base de un buen proyecto es tener un buen 5 dominante. Este verano mantuvieron su ideología; pero la historia ya se sabe como terminó… Sin Tyson Chandler ni DeAndre Jordan, los pívots actuales no terminan de convencer: McGee aun está tocado y tendrá que ir poco a poco en el training camp, Salah Mejri está algo desaparecido, Dalembert con sobrepeso…con Zaza Pachulia como única baza por el momento, Rick Carlisle empieza a ver con buenos ojos el Small Ball.
El ataque siempre ha sido el punto fuerte de los Mavericks, no en vano, promediaban 107 puntos cada 100 posesiones. Pero con Monta Ellis en los Indiana Pacers, esta capacidad ofensiva ha perdido a su mayor baluarte. Con las incorporaciones de Deron Williams y de Wesley Matthews y sin un gran juego interior, el juego «con bajitos» parece ser que se impondrá en esta parte de Texas para mantener el ritmo ofensivo.
En el Salvaje Oeste tienes que promediar 110 o 120 puntos en muchísimos partidos si quieres llevarte la victoria y competir, por lo que la renovación y la fluidez ofensiva serán factores claves si los Mavericks quieren llegar a los PlayOffs.