Minnesota corta la mala racha en casa y hunde aún más a los Sixers

Dos equipos con un pasado reciente bastante pobre se enfrentaban ayer en el Target Center. Minnesota Timberwolves y Philadelphia 76ers se enfrentaban en un encuentro que supondría de todas todas romper una muy mala racha; si vencían los locales significaba la primera victoria en su casa esta temporada tras un desastroso 0-6; mientras que si lo lograban los Sixers significaba la primera victoria en toda la campaña para ellos tras ir 0-14. Además de eso, se enfrentaban los dos grandes candidatos al ROY de este año, Jahlil Okafor y Karl-Anthony Towns. Números 1 y 3 y grandes rivales y amigos ya desde su etapa universitaria, ayer se enfrentaban por primera vez como profesionales.

El partido empezó con mucha imprecisión y pérdidas de balón en ambos campos, con lo que las defensas se imponían claramente a los ataques en los compases iniciales. El pique KAT-Okafor empezó también desde el minuto 1, aunque siguió la tónica general del partido hasta que Towns tuvo que marcharse al banco antes de tiempo por problemas de faltas. Dieng también firmó 2 faltas en apenas 2 minutos, y eso sumado a las 2 de Towns y la baja de Bjelica dejaba a los Wolves con muchos problemas en la zona. Sin embargo, no fueron los puntos en la pintura sino los triples los que hicieron a los 76ers distanciarse en el marcador y finalizar el primer período con un 26-19 favorable para ellos.

Las segundas unidades no trajeron demasiadas novedades al partido. Los visitantes siguieron dominando el marcador por una diferencia de 5-7 puntos con los triples como bandera, y los Wolves siguieron a remolque durante muchos minutos, sin las ideas nada claras en ataque y anotando más por corazón y algo de suerte que por la elaboración de sus posesiones. Con la vuelta de los titulares – y sobre todo de Okafor – los hombres de Brett Brown ampliaron aún más la ventaja hasta situarse cómodamente por encima de la decena. El rookie de los Sixers provocaba la tercera personal del rookie de los Wolves, con lo que los problemas para KAT seguían, y con ello también lo hacían para los Timberwolves en general. Un pequeño parcial de los locales liderado por Andrew Wiggins con 8 puntos les acercó en el marcador, que en la media mostraba un 52-46 todavía favorable para los Sixers. Ricky daba el susto con una torcedura de tobillo en los instantes finales, que finalmente quedaba en nada ya que volvía para disputar el tercer cuarto.

Una de las primeras cosas que sucedió al arrancar la segunda mitad fue, como no, la cuarta falta de Towns provocada por Okafor, que mandó al ex de Kentucky de nuevo al banquillo. Sin embargo, los Timberwolves supieron reaccionar sin él y con Kevin Garnett anotando 6 puntos consecutivos alcanzaron por vez primera en muchos minutos el liderato. Consiguieron ampliar la diferencia hasta el +7, pero un buen parcial hacia el final de los visitantes les permitió luchar de nuevo por el liderato, aunque los chicos de Sam Mitchell se fueron 1 por delante al descanso entre cuartos, 73-74.

Un parcial de 6-0 para abrir el período puso a los Sixers 5 puntos arriba en el marcador. A partir de ese momento el partido se convirtió en un Wiggins vs Okafor primero, y un Wiggins vs Sixers posteriormente; y ganó Wiggins. El triple de Kevin Martin a falta de 30 segundos fue, a la postre definitivo, ya que puso el +5 para los Wolves y los Sixers, ya a la desesperada, no anotaron los dos intentos de triple que tuvieron. K-Mart de nuevo no erró, esta vez desde los tiros libres y sentenció. Los locales se llevaron el encuentro por 95-100.

El mejor del encuentro fue Andrew Wiggins, que anotó 32 puntos y cuajó un último cuarto para enmarcar. A él le ayudaron en los Timberwolves Dieng y LaVine con 12 puntos por cabeza, Kevin Martin otros 11 tantos y Ricky con 11 asistencias. Kevin Garnett también cuajó unos buenos minutos y acabó con 8p-10r.

En los derrotados Sixers el mejor fue sin ninguna duda Jahlil Okafor, con 25p y 12r. A él le secundaron Robert Covington (18p), Hollis Thompson (15p) y Isaiah Canaan (14p), los tres saliendo desde el banquillo.