Kevin Johnson, una estrella en Arizona

AHORA ES ALCALDE DE SACRAMENTO

El número 7 de los Suns supone una maravillosa contradicción en el mundo de la NBA. Con tan solo 1.85 de altura, dominó las canchas de la NBA durante años. Poca estatura pero muchísimo talento para el baloncesto. Un base completísimo que sabía siempre el mejor momento para pasar o lanzar el balón. Un don innato sustentado por las estadísticas: 18.7 puntos y 9.5 asistencias de media en los 11 años que jugó en Phoenix. Johnson es uno de los cuatro jugadores de la historia de la liga que ha promediado más de 20 puntos y 10 asistencias en tres temporadas. Un legado que perdurará para siempre.

Pero viajemos ahora a sus inicios con el balón. Kevin Johnson jugó cuatro años en la Universidad Berkeley de California, donde promedió 14 puntos y 4.4 asistencias. Números que le llevaron a ser elegido en la 7ª posición del draft de 1987 por los Cavaliers. A mediados de esa temporada fue traspasado a los Suns, donde jugaría el resto de su carrera deportiva. Salvo en ese año rookie,  Johnson jugaría los playoffs en todos sus años como profesional. Aunque se retiró al final de la temporada 97-98, regresó en la 99-00 para jugar 15 partidos mientras el gran Jason Kidd se recuperaba de una lesión. Una muestra más de su fidelidad a los de Arizona.

El pequeño base revolucionó el juego de su equipo desde el principio, llevándolo a cotas muy altas. Destaca la temporada 92-32 por encima de todas. Con la ayuda de Charles Barkley, los Suns arrasaron en la liga regular (62 victorias y 20 derrotas) y solo fueron frenados en las Finales por los Bulls de Michael Jordan. Como tantos otros jugadores, Johnson se retiró sin el ansiado anillo de campeón. Pero consiguió muchas otras cosas: tres participaciones en el All-Star Game, cuatro presencias en el segundo mejor quinteto de la NBA, una medalla de oro olímpica con Estados Unidos en 1994 y, sobre todo, conseguir que millones de seguidores de todo el mundo eligiesen ver cada noche el partido de los Suns.