El día de Navidad siempre es importante y más aún en la ciudad de Nueva York, por algo los Knicks son el equipo de la liga que más partidos han disputado en este día. Horas antes del comienzo del partido se confirmaba la baja por lesión de Carmelo Anthony, que se unía a las ya aseguradas de Felton y Prigioni. El equipo debía sostenerse en el acierto de JR Smith y la defensa de un Tyson Chandler que va mejorando después de su reaparición. Pronto se vio que sería un partido sin historia y que Oklahoma City Thunder aplastaría sin apenas esfuerzo a los Knicks mientras que Melo se desesperaba viendo a los suyos desde el banquillo.
Los Knicks estuvieron por detrás durante todo el partido y ya se fueron al descanso con 14 puntos de desventaja. En el tercer cuarto esta diferencia aumentó y el partido perdió todo interés para el espectador. Los pocos minutos que disputaron los titulares de Oklahoma en el último cuarto no les impidieron acabar con grandes números: Durant (29 puntos), Ibaka (24 puntos) y Westbrook con un triple-doble de 14 puntos-13 rebotes-10 asistencias no encontraron ninguna oposición en el equipo de la gran manzana. Por parte de los locales, destacar a JR Smith que pese a un mal porcentaje de tiro consiguió 20 puntos, Stoudemire con 22 (anotando la gran mayoría en el último cuarto con el partido ya decidido) y al rookie Hardaway Jr con 21 puntos, confirmándose como la mejor noticia de este año en los Knicks. El partido finalizó con un sonrojante 94-123, otra humillación más que sufren los Knicks en el Madison Square Garden esta temporada. Además, se establece como la derrota más abultada de en el Christmas Day.
Ahora los Knicks tienen dos partidos importantísimos contra Toronto que deben ganar sí o sí antes de la gira por el oeste, con tres partidos en Texas ante San Antonio, Dallas y Houston que, viendo el nivel que estamos ofreciendo esta temporada, seguramente contemos por derrotas y continúe nuestra mala racha contra equipos de la conferencia oeste, a los que todavía no hemos conseguido ganar este año. Esperemos eso si, no ver más la imagen de Carmelo Anthony decepcionado en el banquillo sin poder ayudar a sus compañeros.
