San Antonio Spurs: que la música no pare

Hay equipos que no necesitan estar en ninguna quiniela para que cuando estén arriba, no provoque una sorpresa para nadie. Este año como viene siendo normal desde que el núcleo duro de los Spurs se ha unido en la ciudad texana, los San Antonio Spurs están peleando por el primer puesto de la conferencia Oeste, recordemos la más dura de la NBA.

A pesar de que los años deberían pesar, y mucho, en las piernas de los Tim Duncan, Tony Parker y Manudona, podemos ver que el habitual acierto y visión de futuro de Gregg Popovich ha garantizado un relevo que permite que las estrellas no se estresen en exceso. Un prometedor Kawhi Leonard sumado a los sólidos Boris Diaw, Belinelli y Danny Green entre otros están siendo capaces de aportar lo suficiente como para suplir el progresivo declive de los llamados «hombres fuertes» de esta franquicia. Mención especial merece el incombustible Manu Ginóbili que tras el amago de retirada del año pasado, ha vuelto en un gran estado de forma para sus 37 años, que se dicen pronto. Con unos más que respetables 12,5 pts, 3,6 rebotes y 4,4 asistencias y algunas actuaciones excelentes como los 28 puntos contra los Sacramento Kings del 29 de diciembre, es una de las fuerzas más importantes de la unidad de reserva de los de «Pop».

Sin embargo, puede que no se esté hablando tanto del buen papel de este equipo que pueden parecer los de siempre; ese equipo al que ya nos hemos acostumbrado y que sin ser los más vistosos o espectaculares, se mantienen siempre unidos para luchar por cada partido con garra y labor de equipo y lo mejor, casi siempre ganan. De hecho, «Timmy D» no ha conocido una temporada sin Playoffs o un porcentaje de victorias menor al 61%, algo  fácil de decir pero casi imposible de hacer. Los años y los jugadores han ido pasando, desde los Bruce Bowen o Robert Horry hasta los Matt Bonner o Marco Belinelli, todos han sumado su granito de arena a la gran obra de este equipo. Más allá de los artífices, quiero resaltar el gran número de personas que han pasado por un proyecto que ha cosechado 4 títulos de NBA en 5 Finales con una regularidad fascinante; no sólo jugadores sino múltiples ejecutivos y asistentes que se han acabado yendo a otros equipos para fundar sus propios proyectos.

Es una franquicia que en palabras de Tony Parker: «ha cuidado muy bien a sus jugadores. De hecho lo hicieron ya con Tim [Duncan] y Manu [Ginobili], así que espero que se ocupen también de mí.» Esto demuestra cómo reman todos en la misma dirección e intentan prolongar estos triunfos, es destacable que la plantilla con más internacionales de la liga sea capaz de dejar de lado sus diferencias y jugar a lo mismo. Un equipo orquestado por muchas personas en la sombra y que el entrenador de origen ruso Gregg Popovich dirige y perfecciona continuamente. Buena fe de ello es el nuevo fichaje: Marco Belinelli. Un «guard» italiano con una cierta irregularidad desde el tiro pero que suele rendir cuando se le necesita, ya lo vimos el año pasado en Bulls con canastas ganadoras y tirando del equipo cuando se le necesitaba, esta temporada está adaptándose al equipo poco a poco y firmando cada vez mejores números.

Todos vimos cómo el año pasado tan sólo un triplazo del aún letal Ray Allen separó a la vieja guardia texana del quinto título en otras tantas Finales. Los de San Antonio casi lo vuelven a hacer, volver a una cita con la gloria a la que suelen acudir cada pocos años. Aunque no acaparen todos los focos, son una gran dinastía que si bien está entrando en su recta final, aún tienen cuerda para rato y pocos se extrañarían si llegan muy arriba en PO esta temporada. Es la magia de su baile, donde todos se mueven en conjunto para obtener la victoria. Sólo nos queda sentarnos y disfrutar mientras podamos de un grupo de personas que tardará en volver a juntarse, que la música no pare.

( @Cousy14 )